3 de noviembre, el Día de las muertas
El mundo conoció por primera vez la matanza de mujeres en México en los inicios del siglo XXI. cuando se editó en España el libro «Las muertas de Juárez», de Víctor Ronquillo, periodista mexicano nacido en México DF, la antigua Tenochtitlán de los aztecas. Desde entonces, el problema no ha hecho otra cosa que agravarse, tanto que en el Parlamento federal se debate un plan para declarar el feminicidio como Emergencia Nacional. Hoy, Ciudad Juárez es cualquier ciudad de México.
El primer nombre conocido por el mundo es el de Ciudad Juárez, localidad fronteriza con Estados Unidos del Estado de Chihuahua. En la fecha de elaboración de la edición española, la cifra de mujeres desaparecidas y/o asesinadas era de 370 según los datos de Amnistía Internacional, o 326 según las Autoridades Federales. La cifra real sigue sin conocerse, pero el patrón o modelo parece ser el mismo: mujeres jóvenes, pobres y en total desprotección social. Se trata de Estados batidos por el narcotráfico, la corrupción y la violencia, en los que la autoridad del Gobierno no parece existir, no llega o ambas cosas. En todos los casos la impunidad es absoluta. No hay detenidos, no se encuentran los cuerpos de la mayoría de las desaparecidas, no suele haber resultados de las investigaciones de las desaparecidas. Solo dos de cada 10 asesinatos acaban en una resolución penal. La magnitud de la desaparición de mujeres en México alcanzaría a las cifras de la persecución de mujeres en la Edad Media centroeuropea.
Hay una categoría especial de mujeres, que son aquellas que ni siquiera constan como desaparecidas, porque nadie reclama sus desapariciones. Son mujeres que van de un Estado a otro en busca de trabajo y que caen en manos de las redes de trata. Cientos de cadáveres quedan sin identificar para siempre. Son decenas las fosas clandestinas que se encuentran cada mes a lo largo de la geografía mexicana, sobre todo en sus Estados más conflictivos. El problema es que son las grandes cadenas de comunicación las que deciden qué noticias o sucesos son difundidos al resto del mundo, y 8 de los 10 mayores grupos de comunicación son estadounidenses.
Ninguna ha convertido en noticia mundial el asesinato de Valeria Cruz Medel, hija de la senadora mexicana Carmen Medel, o que cada día sean asesinadas entre dos y cuatro niñas, o que México esté a la cabeza de las estadísticas de abuso infantil. En México existe una sociedad muy activa y que empieza a intentar movilizarse, bajo la constante amenaza de las balas. México también ha demostrado que pueden votarse opciones no populistas, progresistas, como Andrés Manuel López Obrador, etiquetado como AMLO en los medios digitales mexicanos. Cuando no nos reportan noticias, hay que salir a buscarlas.
Por alguna razón que no conocemos, México es el 4º país del mundo en visitas al Alminar en Melilla, solo por detrás de Marruecos, EEUU, y la propia España. Este es un tema que faltaba en nuestro blog, ya no.
Según organizaciones ciudadanas y de periodistas independientes, como Quinto Elemento Lab, el Gobierno Federal no ha sido capaz de ofrecer una cifra aproximada de desapariciones, tanto mujeres como hombres, que se cifran en más de 32.000 en el último decenio. Este lunes 12 de diciembre presentarán el informe: «México, país de fosas». ¿Cuál es la magnitud y las posibles causas de esta barbarie?. Todas las hipótesis están abiertas, incluso las peores posibles.
Hay activistas como Frida Guerra que ponen cifras y rostros a esta barbarie. Solo en 2018, la cifra de mujeres asesinadas asciende a 1660, de los cuales 460 no corresponden a las causas clásicas, como violencia de género o violencia sexual. Cada día son asesinadas entre 7 y 15 mujeres, de las que 4 son niñas. Una de ellas fue Camila Cobos, de 7 años, violada y asesinada por el joven pornógrafo JMVC.
La situación es tan grave, que se pide que dentro de la campaña internacional de la Violencia contra las Mujeres del 25 de noviembre, se declare el día 3 de noviembre como Día de las Muertas, como recordatorio de la situación que se vive en México, en cuya capital federal existen, en el metro, vagones restringidos solo a mujeres y niñas. México pide y reclama ayuda y atención internacional. Todo está tapado por el inviable y populista muro de Trump.
En redes sociales hay alertas constantes de desapariciones, que o bien se resuelven pronto, o acaban de manera trágica con la aparición del cadáver. Aún así, estas alertas apenas llegan a alcanzar la mitad de las desapariciones reales.
Nota:https://fridaguerrera.blogspot.com/