


Ni el lobo feroz ni caperucita roja
El acoso laboral, el mobbing, son cuestiones muy serias como para hacer de ellas un fenómeno mediático, por mucho que el presente caso pertenezca al ámbito televisivo. El camino de la presunción de inocencia tiene un camino muy distinto al que se ha ofrecido en estos días, en los que una denuncia se ha dado casi por hechos probados. Todos los partidos políticos y sindicatos opositores de la ciudad han exigido la dimisión del gerente público de TVM (Televisión de Melilla) Yeray Díaz, solo con la presentación pública de la denuncia, y sin esperar al dictamen de un juez. Esto no es respetar la presunción de inocencia, sino justo lo contrario, o sea, la presunción de culpabilidad. Lo lógico hubiese sido esperar a que la denuncia sea presentada en un juzgado, algo que no está todavía confirmado, y esperar a la resolución judicial. Solo entonces y de confirmarse, la dimisión del gerente de TVM sería inmediata. Lo que ocurre es que se necesita que dimita o sea cesado antes de las elecciones, y esto parece que no va a ocurrir.
Nadie puede negar, por el momento, que no hayan existido los comentarios y menosprecios que Dunia Amar dice haber sufrido, pero tampoco puede descartarse lo que hoy mismo ha denunciado el gerente de TVM Yeray Díaz, quien ha afirmado ser objeto de un chantaje: «o me das un programa o te vas a acordar«. No nos posicionamos por el momento en favor de uno ni de otra, porque todo tendrá que demostrarse. Lo que sí ha afirmado Yeray Díaz es que: » a día de hoy y desde que soy gerente de TVM, no se ha presentado ninguna denuncia en mi contra por acoso laboral». Solo hay abierta una investigación por la Inspección de Trabajo desde el área funcional de la Delegación del Gobierno.
Yeray Díaz, profesional muy cualificado procedente del mundo bancario, ha contado muchas cosas, como que a su llegada «se encontró una televisión en completa desorganización sin ni siquiera una clasificación de puestos de trabajo, sin protocolos de actuación en materia de igualdad o de acoso laboral». Asimismo afirmó en la rueda de prensa ofrecida en el salón Albaicín del Hotel Tryp Melilla Puerto, que fue él mismo quien recomendó a Dunia Amar iniciar el trámite interno por presunto acoso o vejaciones, si consideraba que su actuación personal podría encontrarse dentro de ese espectro». Al ser el propio Yeray Díaz el delegado de recursos humanos, se inhibió en favor de la presidenta de INMUSA (Informativos Municipales Sociedad Anónima) Elena Fernández Díaz, Consejera de Cultura e Igualdad, para preservar escrupulosamente los derechos de la demandante, Dunia Amar.
La orquestación
En una época y años anteriores, demandante y demandada formaban parte del mismo círculo de amigos, quizá por eso Yeray Díaz se dirigía a ella en términos de mayor confianza (igualmente cuestionables) que a otros trabajadores, pero que a Dunia Amar le parecían vejatorios. El caso es que la denunciante nunca tuvo una relación laboral con la televisión melillense, ni Yeray Díaz fue nunca jefe suyo, condiciones sine qua non para que pueda existir el referido y denunciado acoso. Este le hace sospechar al gerente televisivo, aunque no pueda afirmarlo pero tampoco dudar de ello, «que hay una perfecta orquestación en la presentación pública de la presente denuncia que no judicial».
Dicho todo esto, también es un hecho que existen un 25% de bajas en la plantilla de INMUSA, de las que no hay constancia que todas sean motivadas por una situación de estrés o acoso laboral. En realidad, nadie afirma ni niega nada. Hay más cosas, pero no están denunciadas como tal, y no es probable que vayan a transformarse en denuncias. La otra cuestión inquietante es que sea el todavía diputado socialista Moha Mohamed Mohand, amigo personal del gerente de TVM, el que exija a su antigua compañera Elena Fernández explicaciones por el presente caso, cuando era él, el Presidente de la sociedad pública de información en aquel momento, y también amigo, o conocido de la denunciante.
Los antecedentes
Yeray Díaz aludió a dinámicas laborales consolidadas antes de su llegada, para pasar de 5 programas básicos de parrilla a los 25 actuales. Para ello tuvo que tomar decisiones, cambiar personas y organigramas laborales. ¿Generó todo esto tensiones en la plantilla? ¿Hubo gente que se sintió postergada? ¿Hay una situación de estrés laboral? ¿hay quienes consideran que no se respetó su antigüedad y conocimientos? Es posible, pero nada de esto es lo que se está denunciando. Las presuntas males de la gestión televisiva vienen de tiempo atrás. Todo tiene antecedentes, pero no es la hora de destripar a una televisión mal gestionada en su anterior etapa. Nada de esto importa, ni se tiene un interés real en solucionarlo. El acoso, el mobbing, el estrés laboral, son situaciones muy serias. Hasta la fecha no consta ninguna denuncia como tal.
El objetivo es la sustitución de toda la línea de responsabilidad, desde lo más bajo a lo más alto. El plan lo han desvelado los propios denunciantes: «Nombrar a un director interino hasta las próximas elecciones». Está en la hemeroteca. Lo que no debió hacer hoy el gerente de TVM es hacer pública su intención de presentar querellas penales contra todos los denunciantes. Es algo que podrá hacer cuando judicialmente quede probado que no es cierto lo que se denuncia. Estar en un cargo Público implica una exposición pública, como ha podido comprobar el ex Consejero y hoy diputado Daniel Ventura.
El problema que subyace en el fondo, es el amiguismo en los partidos políticos. Recién llegados por riguroso turno al Poder, empiezan a meter a todo tipo recomendados en una administración que ya tiene su plantilla, y las costuras se rasgan, y en algún caso se rompen.
No puede ir a los juzgados, porque se arriesga a que sobresean la denuncia, bien por no poder probar los hechos, por haber pasado demasiado tiempo, y entonces las cañas se tornarían lanzas.
El asunto apesta a manipulación política.
La denunciante ha creído que iba a poder sacar tajada del tema.
Todo esto perjudica la credibilidad de otras denuncias por verdadero acoso, malos tratos y vejaciones.
Hoy otra baja psicológica y la anuncian desde la prensa. Luego dicen que no es un montaje con intenciones electorales. A lo mejor la Inspección también tiene que investigar el alto número de bajas psicológicas.
En la rueda de prensa ofrecida por Yeray Díaz, menciona lo de entrar en la TVM por «la puerta de atrás» y esta es la clave, tanto la del pasado como la del presente. La plantilla ya estaba formada, pero llegó el coladero de los partidos y removieron organigramas, apartaron a profesionales con muchos años de las parrillas, caso de Carlos Rubiales y su programa Cruz de Guía, el noticiario támazigh, y otras muchas cosas. Los desplazados se sintieron mal y los advenedizos se creyeron estrellas mediáticas. Son los partidos políticos con sus marrullerías y sus enchufados los que provocan el colapso de todo.
¿El que esté libre de pecado que tire la primera piedra?
Aunque estuviesen encima de una cantera, no podría agacharse nadie para lanzar una sola piedra. Esta es la realidad.