




«Se va a investigar todo«. Esta frase dicha en Melilla por Fernando Grande-Marlaska, Ministro del Interior, en el epicentro de la trama del voto por correo, que ha alcanzado la extraordinaria cifra de 11.700 solicitudes, no es baladí, ni puede pasar desapercibida en una ciudad aun convulsionada política y socialmente, por la magnitud del «intento de asalto al sistema electoral» melillense, con una petición masiva y organizada de votos por correo, que supone el 21% de la totalidad del censo de la ciudad, de sus 54.812 electores. Algo así no surge de la voluntad popular, sino que supone una clara estimulación de este sistema de votación. Para alcanzar esta cifra, única en toda la historia democrática de España, y solo equiparable a las de Estados Unidos, ha tenido que existir detrás una organización creada ad hoc, porque el número diario de solicitudes se ha sostenido a lo largo de los 30 días de plazo para acceder a este tipo de votación, desbordándose por completo en las últimas dos semanas, en donde se alcanzó la cifra de más de 1000 solicitudes en un solo día. El «todo» al que aludía el Ministro Grande-Marlaska, hacía referencia probablemente a esto, y a otros muchos datos que manejen los investigadores de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, dirigidos por el Juzgado que dirige las investigaciones.
Reunión a puerta cerrada
El encuentro en principio electoral, pero que acabó siendo una rueda de prensa con mitin, se inició antes con una reunión a puerta cerrada entre el Ministro del Interior, la Delegada del Gobierno Sabrina Moh, y la secretaria general socialista y Vicepresidenta 1ª del Gobierno de Melilla Gloria Rojas. De lo que fueran informadas, de la información que compartieran con el propio Ministro las dirigentes socialistas y gubernativas locales, nada ha trascendido, ni tampoco puede saberse, porque en la reunión no hubo nadie más. La reunión sobrepasó la media hora.
La claridad del Ministro del Interior
El Ministro del Interior quiso ser muy claro en sus afirmaciones, pero sin valorar ninguna de las especulaciones o nombres que circulan estos días por la ciudad. No mencionó nombre de personas o de partidos políticos, ni quiso entrar en especulaciones, pero explicó que las actuaciones están siendo llevadas a cabo por un Juzgado, que están bajo secreto de sumario, y que por tanto el Ministerio que dirige no tiene conocimiento de las mismas. Preguntado por la afirmación realizada en días pasados por el máximo dirigente de Coalición por Melilla, sobre que «Sabrina Moh» habría pedido la detención de dirigentes cepemistas e incluso del propio Mustafa Aberchán, afirmó que: «Eso es desconocer cómo funciona un Estado de Derecho». La misión del Ministerio que dirige es garantizar el orden público, la preservación y custodia de los votos por correo solicitados, y velar por el desarrollo sin incidentes de la próxima jornada electoral, del 28 de mayo (Pentecostés o quincuagésimo). La investigación judicial está bajo secreto, y en ningún momento es informado ni el gobierno, ni el ministerio, ni ninguna otra autoridad gubernativa.
En el principio de su discurso en Melilla, el Ministro Grande-Marlaska hizo alusión a los programas desarrollados por el Gobierno para el desarrollo y estabilización económica de la ciudad, a la que se han enviado partidas presupuestarias jamás alcanzadas con otros gobiernos. En la misma línea intervinieron las dirigentes socialistas locales Moh y Rojas. El interés de la rueda de prensa posterior, estaba únicamente centrado en el escandaloso proceso de voto por correo en la ciudad.
Una cosa quedó muy clara en esta necesaria y esperada rueda de prensa, seguida con una expectación máxima: No se va a repetir ningún escándalo relacionado con la votación por correo en Melilla. El abuso que se ha hecho de este sistema acabará aquí, y se introducirán las reformas necesarias en la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General), para que nada de esto puede repetirse. El proceso de votaciones es limpio y transparente, y todos los votos emitidos son igualmente válidos. Esto es de lo que se encargará el Ministerio del Interior.
A su llegada al acto electoral y comparecencia pública, le esperaban algunos miembros del Sindicato Unificado de Policía, con algunas reivindicaciones pendientes.