El máximo contrato de minimos





Nunca antes, ningún gobierno había dado tanto dinero a las navieras que operan en el Estrecho y Mediterráneo español, 80 millones de euros. Nunca antes una naviera ganadora del concurso, Balearia, había ofrecido tan poco a los melillenses ( 6 trayectos semanales con Málaga).
En las décadas de 1980 y 1990, Trasmediterránea ofrecía un barco diário con Málaga y al menos 4 con Almería. Y en esos años, como compañía pública subvencionada, el coste de esas operaciones no se aproximaba, ni de lejos, a la enorme cantidad recibida por la compañía Balear, fundada en Denia (Alicante). El primer artículo del Alminar sobre esta cuestión, data de 2012. Como a la fuerza ahorcan, los melillenses nos hemos visto obligados a entender un poco de todo, para vigilar algo fundamental para nuestra supervivencia, el transporte marítimo. Sin la navegación comercial, Melilla no hubiera llegado hasta el siglo XXI.
El gobierno de José María Aznar inició la privatización de Trasmediterránea en 2001, desde la SEPI ( Sociedad Estatal de Participaciones Induatriales), cuyo proceso concluirá en 2004, con la entrada del grupo constructor ACCIONA en el mundo marítimo. No podemos saber si fue o no, una acción especulativa, pero apenas una década después vendía sus títulos de propiedad a una naviera de verdad en 2017, ARMAS, pero ya fuertemente endeudada, y cuyo proceso está siendo investigado, por si se dejaron pasar algunas irregularidades.
La naviera Canaria emtró en fuertes turbulencias desde entonces, y poco a poco fue vendiendo barcos y renunciando a determinadas líneas de navegación, para ir reduciendo su fuerte endeudamiento. Desde 1978, fecha de la estatalizacion de Trasmediterránea, todos los gobiernos españoles han estado relacionados, en mayor o menor medida, con las vicisitudes del transporte marítimo, las compañías marítimas y sus maniobras orquestales en la oscuridad, y a veces a la luz pública. Porque ya avanzamos, que lo que trasciende a los medios públicos, no es ni siquiera una parte significativa de la realidad.
En 1998 se fundó Balearia, aprovechando los restos de una anterior naviera, para operar en el transporte entre las islas Baleares y la península. Impulsados por la participación de la familia Matutes, la naviera de Adolfo Utor cobró un rápido auge, pues contaban con un muy favorable viento en popa. En la década de 2010, antes del final del gobierno de Rodríguez Zapatero, Balearia ya se estaba abriendo hueco en el Estrecho, disputando pedazos del pastel de Acciona/Trasmediterránea/Armas.
La naviera Armas llegó en pleno dominio de Acciona/Trasmediterránea, y apostó por la línea con Motril. En ese tiempo y pese a que los contratos marítimos no eran, o no pasaban de los 8 millones de euros, tuvimos frecuencias diarias e incluso dobles, con las localidades de Málaga, Almería y Motril, que fue el gran descubrimiento. Ahora, con un contrato 10 veces superior a los de hace 14 años, ni siquiera tenemos un viaje al día por trayecto. Esto es algo que necesita ser explicado a los melillenses. Un sábado de octubre llegaron 3 barcos de pasajeros a Beni-Enzar, y sólo había uno el de Melilla.
Balearia que iniciará su reinado casi en monopolio, facturó más de 600 millones de euros en 2023, y un beneficio neto de 60. Con un contrato superior a esa cifra, solo ofrece una frecuencia diaria, excepto el sábado, entre Melilla y Málaga. Nunca se dio tanto, por menos. Hay dos cosas que no se sabrán nunca: ¿Cuánto se pagó a la familia Matutes por sus acciones, y cuál fue el coste del Rusadir? Este moderno y espectacular barco, tiene su talón de Aquiles en el pequeño diseño de su rampa de popa, lo que reduce su operatividad en otros puertos. Es demasiado barco para la mayoría de los días en esta línea.
Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/05/15/subidas-generalizadas-en-las-navieras/














