

Cruz



Dolorosas y Vírgenes de Sevilla
Pocas son las tallas e imágenes de culto que atraviesan el mundo, y que son conocidas más allá de su ámbito geográfico y devocional. La cofradía no es un entorno que comparta mucho; los cofrades son feligreses de sus imágenes, de su comunidad, de su propia cultura de hermandad. En cada aspecto que analicemos siempre hallaremos la frontera. En este caso (por fin un asunto interesante en medio del desafuero político que nos domina), existen los iconódulos y los iconoclastas, fractura que se remonta a Bizancio, en los siglos VI y VII. El primer emperador iconoclasta fue León III, en el siglo VIII. Todo viene de allí. Una de esas imágenes es la de La Esperanza Macarena, que no de Triana, que también la tiene. Sin embargo, este asunto ha tapado otro importante, y es el traslado de otra talla hermosa, camino de su coronación canónica, la del Rocío del barrio de Santa Cruz, en medio de todo el escándalo. Solo desde el aspecto artístico, no hay Dolorosas como las de Sevilla.
Las cofradías de Sevilla
Hay un libro formidable, de una profesora de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Rocío Plaza Orellana, Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla (El Paseo 2018), que desgrana toda la historia de las poderosísimas cofradías sevillanas, y el surgimiento de su moderna Semana Santa, que no surge del pueblo, sino del Poder, del emanado de un edicto de Carlos III, un rey aboluto y que además ejercía. El motín de los soldados regresados de Cuba, provocará una reacción en la Corona de España, que creará unas figuras: «diputado del común y síndico personero», sin las que «resulta difícil comprender el azaroso recorrido de las dos hermandades más importantes de Sevilla, Gran Poder y Macarena«, ob. Las cofradías ya eran poderosas, pero debían adaptarse a una nueva legislación, dictada desde Madrid. Un nombre destaca en esa evoluición, Juan Nepomuceno Sarramián, al que la profesora Rocío Plaza describe así: «un hombre que manejó las circunstancias con tanta habilidad, que fue capaz de sacar adelante a su cofradía, devolviéndola al lugar que le correspondía, en un momento aciago». Ya eran poderosas, ya eran ricas, pero desde ese momento, tendrían una oportunidad de jugar papeles relevantes en la construcción, no solo de la Semama Santa, sino también de la propia ciudad, que en ese año, todavía era la Capital de Indias. Una ciudad, Sevilla, por la que pasó todo el oro del Nuevo Mundo.
Desmanes cofrades
Esta historia va de un desmán, de un exceso, en el que todavía nos falta saber el qué y el porqué. Son dos preguntas; ¿Qué es lo que se le hizo realmente a la talla de la Esperanza Macarena? y ¿Por qué esa premura en «retocarla» y presentarla a los fieles»?. La talla de La Macarena fue intervenida, en secreto, en el fin de semana previo a la festividad de San Juán. Alparecer, según una respuesta a través de la red social X, «se realizó una corrección sobre un barniz ya aplicado, y se volvió a barnizar con pigmentos«, lo que para @Oskar_molina20, le parecía un doble despropósito. También le colocaron una pestañas, que para algunos cambió el sentido de su mirada. La falta de transparencia sobre lo realizado, en unas entidades tan poderosas, pero que dependen del pueblo para su existencia, La Macarena cuenta con 18.000 cofrades, desató la alarma de la gente que acude cada mañana al Arco del Postigo a ver a la Virgen. Percibió cambios, no sabían que había pasado y se desató la tormenta. En Sevilla, los que entienden de estas cosas, entienden y mucho. Si das un una respuesta montada al albur, estás completamente acabado. La Hermandad reconoció el 21 de junio pasado, «!una intervención de mantenimiento y conservación«, a cargo del profesor Arquillo Torres. También se le había rebajado el tono rojizo de los pómulos. Hay que fijarse y mucho, salvo en el ojo izquierdo, para reconocer esos cambios, pero claro, nosotros no la vemos a diario, como sí hacen los macarenos, como ellos mismos dicen.
El responsable es el hermano mayor José Antonio Fernández Cabrero, del que no cabe pedir la dimisión porque dejará el cargo a finales de año, ya que el Derecho Canónico establece en dos mandatos el máximo de representación, y el suyo fue renovado en 2021. No sería pues la motivación electoral la causa de este fatídico retoque de la talla. Eso sí, en cofradías de barrio de ciudad pequeña hemos visto hacer cosas para sortear esta exigencia canónica, que de hacerlas Nicolás Maduro le valdrían nuevas sanciones internacionales, como el la de ir intercalando candidatos de relleno, para luego acumular otros dos nuevos mandatos. La Hermandad de La Macarena tiene más capital, patromonio y masa social, que muchos clubes de fútbol de capitales de provincia, en las divisiones profesionales. Puede ser que en esas alturas, se pierda todo sentido de la realidad, o que sea un error mayúsculo, forzado por una motivación más mundana, como la de rivalizar con la semana de coronación del Rocío de Santa Cruz. Visto lo que pasa con la rivalidad entre el Betis y el Sevilla, uno puede esperarselo todo, en una ciudad tan pasional, tan monumental, tan de excesos de fe, como es la capital de Andalucía.
La pasión puede desordenar y nublar hasta el más preclaro y templado de los cerebros. Las imágenes cambian a lo largo de los siglos, se las adorna y viste de distinta manera, pero en realidad, son siempre las mismas, y llegará el tiempo en que queden recluidas en sus templos. Eso sí, la Hermandad evitó siempre las fotos centrales y en detalle. Las únicas que publicó el sábado 21 fueron tomas laterales de la imagen. Algo escondían.
Notas: Las fotografías pertenecen a la cuenta X de la Hermandad de la Macarena, a @PasionDSevilla, y una propia.
Sobre la Semana Santa sevillana y sus cofradías, muy interesantes los trabajos del Catedrático antropólogo Isidoro Moreno.