La capilla de Cristo Rey de Melilla


Crónica del abandono de un Bien de Interés Cultural

Hoy se conmemora la festividad litúrgica de Cristo Rey, en cuyo honor está dedicada la capilla del hospital militar del Docker o de Fidel Pagés, que ya no existe. Con anterioridad, en el recinto existía otra pequeña capilla en la que se oficiaban los servicios religiosos hasta 1942, fecha en la que fue inaugurada esta iglesia, último de los templos cristianos melillenses en ser erigido. Tiene pues 81 años, aunque ya no se trata de un templo religioso. No hay constancia de cuándo fue la última celebración religiosa allí celebrada. Permanece cerrada y abandonada desde el año 2010, cuando la Administración Militar enajenó la propiedad del hospital militar. Sabemos eso sí, que se celebró allí una boda antes de cerrarse definitivamente.

En ese año y antes del abandono de la totalidad de las instalaciones, entramos en la capilla acompañados por un suboficial de las Fuerzas Armadas e hicimos las últimas fotos existentes. Nos dijo muy claramente que: «Hemos hecho un inventario, pero del estado en que lo dejamos. Lo que hubiera con anterioridad lo desconocemos». Las obras del nuevo hospital universitario habían comenzado en el año 2009, y se abandonaron definitivamente en 2012, momento en que toda el área queda abandonada. A pesar de la vigilancia permanente, las entradas en los antiguos barracones y pabellones eran constantes, incluida la propia capilla. En febrero de 2012 se notificó el primer robo en su interior, pero no se dio noticia de qué cosas podía haberse sustraído.

La paralización de la obras acrecentó el abandono de todo el entorno, que fue vandalizado en su totalidad. En 2016 todo el mobiliario de la capilla estaba en su interior, en el mes de junio. Los vigilantes del recinto nos llevaron hasta allí, para mostrarnos en qué situación de abandono se encontraba todo, y lo volvimos a relatar. ¿Cuándo, quién y hacia dónde se llevó todo el mobiliario que se aprecia en las fotografías de 2016? Es un enigma como muchas cosas en Melilla. Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en julio de 2003 y transferida a la Ciudad Autónoma de Melilla en el año 2010, cuando el Ministerio de Defensa comunicó la renuncia a la propiedad de estas instalaciones. Es esta la raíz del mal, que los mismos que recibe el inmueble en 2010, son los que abandonan o se desentienden de ella hasta el año 2019, incluido el «gobierno del cambio» que les relevó entre 2019 y 2023. Hay por tanto una acumulación de responsabilidades y de desidias hasta el momento presente, en el que parece que se intentará revertir esta lamentable situación. Sin embargo, son casi todos los mismos, todo el tiempo.

La historia de esta capilla está suficientemente documentada por los cronistas de Melilla ( Fernández de Castro, Bravo Nieto), por cronistas religiosos como Moya Casals, Blasco López, o por historiadores como Francisco Saro, a los que se añade el propio Alminar de Melilla y su autor. No vamos pues a redundar en lo que ya está escrito, salvo la propia y obligada mención de esos autores.

Queda pues la constancia escrita de un abandono ininterrumpido desde el año 2012, de un expolio continuado en todo ese tiempo, en los que se constatan al menos 4 robos, y del arrumbamiento de unas imágenes de las que nadie se quiso hacer cargo, puesto que dejaba de ser un templo religioso. ¿Qué pasó en su interior hasta el presente año 2023, casi en su mes final? ¿ Si ya era un BIC cedido a la Ciudad Autónoma de Melilla, porqué se retiró el mobiliario a un almacén militar y cuándo? ¿ Dónde están los inventarios de lo que había en su interior?

Resulta curioso que el escándalo de su situación estalle justo el día litúrgico dedicado a la advocación de Cristo Rey. Hay cosas que reclaman su reparación histórica en un día determinado, tras una larga década de constatado abandono. Y no hemos mencionado los 200 m2 de cubierta de uralita que deberán ser retirados antes de tocar cualquier muro o tabique.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/11/20/la-basilica-del-hospital-militar-de-melilla/

Cámara de Comercio, edificio protegido


       No puede entenderse cómo la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Melilla ha podido autorizar el destrozo del interior de la Cámara de Comercio y no se entiende tampoco el silencio, espeso como siempre, de la Consejería de Cultura de la Ciudad de Melilla. Sí se entiende la reforma del Reglamento que hizo la Consejería de Cultura en veramo de 201o, cuando expulsó de la misma al representante de La Delegación del Gobierno de Melilla y al Colegio de Arquitectos de La Ciudad.

      Un hecho insólito e inaudito del Gobierno Local que más veces modifica los reglamentos de funcionamiento. Todas las modificaciones que se han llevado y se llevan a cabo, no tienen otra finalidad que dificultar e impedir, hasta el límite legal, la labor de control y de vigilancia ( tanto del propio Gobierno, como las de las distintas áreas que lo componen), por parte de la oposición política.

       El edificio de la Cámara de Comercio, como prueban los documentos que nos han facilitado, está catalogado como Bién de Interés Cultural, con grado de proteccción integral, lo  que debería impedir su demolición interna, que es precisamente lo que han intentado llevar a cabo, o lo que ha autorizado la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento. Nadie está ofreciendo explicaciones, pese a existir ya una denuncia interpuesta por Julio Bassets, que fuera diputado y senador socialista por Melilla. La obra está paralizada en este momento, pues parece que la licencia de obras podría estra caducada.

             Como puede apreciarse en las fotografías realizadas, el grado de destrozo ya es intenso en la planta baja, desconociéndose cuál pueda ser el estado de la planta superior, la que ha estado sin techo y expuesta a los erosivos agentes ambientales.

        Nota: El interior del Cine Nacional también estaba protegido y aprobado que no se demoliese su interior, pese a lo cual se llevó a cabo. En un reciente informe, el Tribunal de Cuentas expresa sus dudas al afirmar que las obras realizadas excedieron el ámbito de la rehabilitación y pregunta sobre si hubo otras propuestas para el reformado, obligatorias cuando se supera un determinado volumen presupuestario.

El interior del Cine Nacional


 

 Un documento certifica que debió conservarse el interior

       La ventaja de un blog en internet es que la información puede ser modificada, corregida y completada. Es una información viva. Se puede colgar cualquier cosa en cualquier momento. Este certificado, califica el conjunto existente del Cine Nacional como BIC , osea, es la certificación del interior del Cine Nacional como Bien de Interés Cultural y algo a proteger.

           Por mucho que dijeron los propagandistas, por mucho que callaron los que debieron hablar, el hall de entrada del Cine Nacional era mucho más hermoso que el actual. Aparte de todo, era la decoración original, era algo antiguo y propio del diseño de Enrique Nieto. Los mármoles rosados superaban con mucho en calidad y belleza, a las maderas de sauna finlandesa actuales. Las escalinatas de mármol de la entrada, por las que se accedía a la planta 1ª,  eran inigualables en comparación con las actuales.

      Lo que ha sucedido en el Cine Nacional es una iniquidad artística, que ha costado 18 millones de euros y por la que pagamos la friolera de 700.000€ anuales,  en un plazo de 30 años. Como siempre y es algo que ya he detectado, desaparecen todas las fotografías anteriores del edificio demolido, para evitar que se puedan hacer comparaciones. Borran hasta el pasado. Ya no hay fotografías del hall de entrada del Cine Nacional, ni de los detalles de la decoración original que persistían y que fueron declarados a conservar, en la certificación que adjunto y que ilustra esta entrada.

  Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/06/09/%c2%bf-hacia-donde-va-el-gasto-del-kursaal-nacional/

  PD: Añado las fotografías de los mármoles modernistas que prometieron conservar y que  acabaron destrozados por un coche. La fotografía es una colaboración del senador socialista Julio Bassets Rutllant.