El terror climático


Guelaya, Juan Bordera y el futuro del clima

   El tiempo de las noticias.  Las noticias del tiempo. El tiempo en las noticias. Todo es el tiempo. Existe un abuso informativo de las noticias de la climatología. Los desórdenes climáticos existen, son algo evidente y que percibimos todos, pero a partir de aquí entra la ideología. ¿Cambio climático, calentamiento global, actividad humana o negación del principio máximo? Escoger entre una de esas denominaciones nos situará en esferas progresistas o de ultraderecha. Porque la divulgación de parámetros, conceptos, o la misma creencia en el cambio climático es también una acto político, porque estas definiciones han pasado a la esfera de la política.

Lo mejor de la charla de Juan Bordera, llevada a cabo por Guelaya en la Asociación de Estudios Melillenses, fue la posibilidad de acceder a las fuentes originales, al IPCC (https://www.ipcc.ch/) o Grupo Internacional de Expertos en el Cambio Climático, que es un organismo de Naciones Unidas (UN). La realidad es que todo es cierto. El calentamiento global como consecuencia de la actividad humana está iniciando un cambio climático, que ya es irreversible, pero que se puede desacelerar en alguna medida, o eso nos dicen. Las Cumbres Mundiales sobre el Clima se hacen sobre la fundamentación de estos análisis de los grupos de trabajo sobre el clima. Quien quiera y pueda tiene completo acceso a estos informes, y puede contribuir a ellos de modo directos, divulgando sus contendidos, bien en nuevos trabajos, en artículos divulgativos, o de otros diversos modos. Algo distinto es que gobiernos, partidos políticos, o acuerdos entre países, acepten las medidas propuestas, que en general se fundamentan sobre la limitación de la extracción y consumo de combustibles fósiles, alternativas al modelo económico del crecimiento, y búsqueda de energías y alternativas «renovables», que a su vez hay que renovar también. Las baterías renovables, aunque ofrezcan una mayor vida util, también precisan de cambios, y las materias primas alternativas, como el litio, son aún más difíciles de extraer que las fósiles; y su disponibilidad es aun más limitada.

Si alguien tiene alguna idea para un posible cambio del modelo económico, que no implique la desaparición del trabajo humano en los sectores económicos, tiene caminos para hacer sus propuestas, porque si algo queda ya claro, es que no se puede seguir contaminando el mundo, el planeta, a este ritmo, y que el frenazo económico puede venir desde arriba. Un modelo de decrecimiento forzado, llevaría a un aumento de las desigualdades.

En cualquier caso, la discrepancia está en el ritmo del cambio climático, del calentamiento global y de las posibles consecuencias. Nada va a ocurrir de un modo inmediato. Tampoco se sabe si las consecuencias serían temporales, o permanentes, sobre si estamos en el inicio del ciclo de calentamiento (8.000 años), o en la fase intermedia. Desde la conferencia del pasado viernes 7 de junio, ya hemos leído varios articulos sobre la desaceleración de la corriente AMOC, la corriente marina atlántica que intercambia calor, oxígeno y nutrientes en el océano Atlántico, y que es uno de los nueve parámetros de «la salud» climática planetaria que han consensuado los científicos, y que desconocémos qué es, cómo se evalua, cómo se determina y cuál es su constante de aceleración o desaceleración.

Introducir estos conceptos científicos en el debate cotidiano es lo que definimos como terror climático, porque no está en nuestras manos hacer nada con eso. Esto solo genera estrés climático, como antes se provocó un estrés pandémico. Ya hablan del año 2030, pero también podría ser el 2050 o el 2100. ¿Cómo se impide la desaceleración de la corriente AMOC, sea cual sea su constante, y cuales serían las consecuencias?

Sobrecargar y dejar en manos del ciudadano comun, sea del país que sea, todas las consecuencia del cambio climático, de la contaminación, de la reducción y separación de residuos, es un exceso y un error. El modelo económico mundial se decide en las reuniones de Davos, y las acciones sobre el clima se deciden en las cumbres climáticas, y también en el Parlamento Europeo que acabamos de votar. Para eso están los partidos políticos y sobre ellos se puede actuar e influir, aunque son muy reacios.

Esta es la labor de Guelaya-Ecologistas en Acción, que ante la magnitud e insondabilidad del futuro, actúa en el presente y sobre el territorio propio. Plantación de árboles, concienciación sobre la reducción de residuos y su reducción, lucha contra la contaminación urbana, aumento y conservación de verdaderas zonas verdes, y también formación ambiental, que viene realizado desde 1984, cuando surgiera como Colectivo de Eduación Ambiental, en la Escuela Universitaria de Magisterio, embrión también de la Universidad de Granada en Melilla. Son ya 40 años de historia, muchos hitos alcanzados y una implicación total en el territorio melillense.

¿Para cuando la Medalla de Oro de Melilla para el Grupo Ecologista Guelaya? Esta distinción ya la tiene la Asociación de Estudios Melillenses, en donde se desarrolló la charla. Juan Bordera es diputado del Parlamento Autonómico de Valencia.

La sierra apunta al bosquete de Pizarro


Situación acelerada de derribo

En septiembre de 2021 ya nos pasamos por este pequeño bosquete de 21 árboles. No teníamos ningún tipo de información externa, solo la simple observación y la perseverancia, nuestras principales herramientas desde nuestro origen.

La máxima aprendida a lo largo de la última década se sigue cumpliendo. En cuanto se señala una situación comprometida, la acción prevista se acelera, sobre todo si se trata de derribo y construcción. La pronta finalización del colegio Gabriel de Morales implica el derribo de los muros y la nivelación del terreno. El bosquete de Pizarro quedaba en una situación de limbo urbano, y en una ciudad como la nuestra, eso es dar oportunidades al diablo.

Nuestra intuición del mes de septiembre apuntaba hacia el núcleo, con la precisión de un francotirador: «El terreno sobre el que se asientan está calificado como suelo, por lo tanto no existen y la zona, con árboles incluidos, puede desaparecer o ser remodelada, cuando entre en funcionamiento el Colegio del acuartelamiento de Gabriel de Morales. Hay dos viviendas que parecen en estado de semi-abandono, y que pudieron pertenecer o no, al acuartelamiento abandonado«.

Hace solo un mes, el pasado 28 de enero, toda la zona olía ya a derribo inminente. El último inquilino nos dejó pasar al interior de la vivienda, en la que ya estaba haciendo la mudanza. Vimos el patio con dos espléndido olivos dentro, que ahora penden ya sobre el barranco. Les quedan días. Toda la zona está sentenciada. Hay prisa, descomposición. La cuenta atrás se inicia el 1 de marzo. La ciudad está sin alternativa posible.

Guelaya-Ecologistas en Acción y el Movimiento para la Defensa de los Árboles, se han concentrado hoy para pedir que se respete la zona verde, y se revise el plan de edificar ahí 65 viviendas protegidas. Un modelo en colapso en la ciudad, y que ha llevado a la empresa de la vivienda pública a la quiebra técnica, tras las ruinosas edificaciones del Rastro y Primo de Rivera, llevadas a cabo por el Ejecutivo anterior.

Nota:(1):https://elalminardemelilla.com/2021/09/20/el-bosquecillo-de-francisco-pizarro/(2)https://elalminardemelilla.com/2022/01/29/el-fin-de-la-casa-del-bosque/

Agua


             Cuando una sola palabra lo es todo. Quizá sea el título más corto de toda la historia del Alminar en sus más de 2100 artículos. La mezcla de la palabra y la imagen para que cada cual vea por sí mismo. No creer hasta ver y aun viendo seguir sin creerlo, pero esto ya sería la obstinación. ¿Qué ocurre con el agua en Melilla?.

                    La lectura atenta del último comunicado de Guelaya-Ecologistas en Acción, pone los acentos sobre la gestión del agua, que corresponde por completo a la Ciudad Autónoma de Melilla y a su Consejería de Medio Ambiente. Son ellos los responsables únicos y últimos de todo lo relacionado con el agua en la ciudad. El comunicado deja claro que el último ciclo de planificación aprobado es el de 2016-2021, por lo que no ha influido en nada el cambio de gobierno. Cualquier problema detectado ahora debería haber sido previsto por el Gobierno Autonómico, que es el mismo desde el año 2000.

                 Guelaya califica en su comunicado como «bajeza», el que desde la Consejería de Medio Ambiente se lanzara el mensaje de que la ciudad podría quedarse sin suministro de agua a partir del 7 de junio: Si la ciudad tenía conocimiento de que no se bombeaba agua desde el río de Oro hasta el embalse de las Adelfas desde hace meses porque no estaban operativas las bombas, ¿que ha hecho para resolver el problema?. La respuesta es nada. ¿Por qué no se escoge la fecha del 26 de mayo para iniciar el corte de agua?

                No existe la gestión ni la planificación, ni tampoco la vigilancia sobre lo planificado en el Plan. Aludir ahora a la falta del cuarto módulo es solo una huida hacia adelante por parte de la Administración competente en el tema del agua, esto es, la Autonómica.

                  Este gobierno lleva mucho tiempo tras la idea de cerrar las fuentes de agua de los barrios, las tradicionales ( Trara y Cuatro Caños), y las de ósmosis inversa, pero no puede porque la calidad del agua en los hogares es pésima para el consumo, como también sugiere Guelaya: «No negamos que el agua de Melilla sea potable, pero la población no la bebe de forma generalizada. Eso provoca visitas a las fuentes y consecuencias económicas para el bolsillo de los particulares, aumenta las cantidades de plásticos (botellas y garrafas de agua) por las que debemos pagar en la incineradora, y las depuradoras de ósmosis en casas aumentan el consumo por el rechazo de agua».

                La otra cuestión sería la del excesivo gasto de agua en Melilla. Sin embargo aquí surge una triple incógnita. ¿Se puede atribuir ese exceso a los hogares o es una política de despilfarro de agua, a la que habría que añadir el de las fugas y las pérdidas generalizadas de la red? ¿Cuá es la razón de que Melilla triplique la media de gasto nacional de agua?

           El pantano de Las Adelfas es solo una reserva estratégica. Aun así la visión actual es la de sequedad casi absoluta, comparado con el pasado mes de julio. Lo habíamos visto más lleno en otras ocasiones, pero nunca tan vacío.

Nota:https://guelayaecologistasenaccion.com/tag/planta-desalinizadora-de-melilla/