Reflexiones electorales finales


Estampas afganas melillenses

A estas alturas, a solo dos días de la finalización de la campaña electoral y a cuatro de la jornada electoral, a nadie le importa lo más mínimo los programas de los partidos, ni que Coalición por Melilla, en sus momentos más bajos de credibilidad, no lo haya publicado, ni que dos formaciones ni siquiera concurran a las elecciones o sean fantasmas. Da igual que la lista del Partido Popular sea casi la misma que la del año 2000, que el PSOE esté renovado o no, ni que sus medidas sean en serio, que probablemente lo son. Nadie cree a Créame, ni sabe lo que son los de Somos, ni tampoco importa. Ni las 800 medidas ni ningún otro resumen de 50 medidas principales. Nadie se ha leído nada, entre otras cosas porque ya nada es creíble y porque alguien tiene que gobernar y también, porque es lo mismo que vote el 70% del electorado que el 35%. Alguien sale siempre.

Una sola fotografía en la plaza de Torres Quevedo resume lo que ha sido esta campaña electoral, tras el gobierno del cambiazo, en la que ya no importan ni los candidatos. El electorado va a ir a votar igual que se acude al campo de fútbol, a la cancha del baloncesto o al tendido de los toros: a gritar a su favorito, a pedir orejas y rabo, vuelta al ruedo o a lanzar al albero lo que tenga a mano. Esa instantánea de la céntrica plaza está presidida por una estatua de la Reina Isabel I, bajo cuyo reinado fue conquistada esta ciudad en 1497. Frente a ella y ese desaparecido mundo, se encuentra un cartel electoral del candidato de Vox, los únicos que creen todavía en él. En el lado opuesto está el cartel de CPM y su candidata tutelada, pero que se convertirá en la titular, porque deberá dirigir la obligada travesía hacia la renovación, tras la catarsis a la que se enfrentan por el caso del voto por correo. En plena campaña electoral, el segundo máximo dirigente del partido cepemista, está irreversiblemente afectado por el escándalo del inflado artificial y dopaje del voto por correo. Si otros lo han hecho antes (que sí) y si otros lo han hecho más (que también) es lo de menos. Como en los exámenes solo importa al que pillan, y eso que algunos, justo el de al lado nuestra, en la cara del profesor, estaban los que se copiaban por norma, y siempre salían de rositas. Cierra la foto en la distancia, Juan José Imbroda, el patriarca en su otoño y que como Grover Cleveland en Estados Unidos, sumará dos mandatos distintos. Ganará las elecciones porque será la lista más votada y podrá escoger su final político. Mustafa Aberchán fundador de CPM, el partido llamado a transformar la ciudad, ya no tiene más recorrido político. El PSOE no tiene carteles en esta plaza, no se le ve, pero está detrás de todo.

La cuestión de los votos por correo

En Correos, o en el zulo de los votos todavía no descubierto, vagan más de 8000 votos perdidos. Quien haya diseñado esta estrafalaria estrategia de asalto al sistema electoral de Melilla, mereceria un puesto en el gobierno de Kabul, junto al Mulá Baradar, pues ha desamparado a un porcentaje elevadísimo de ciudadanos melillenses. Nadie entiende porque se prefiere atascar las tuberías del sistema, a ir a cara descubierta y dni en la mano a una de las 80 mesas electoral. El voto por correo es un sistema ideado para los residentes ausentes, unos 6000, o para los electores que no puedan acudir a las urnas por alguna circunstancia imprevista.

Los colegios electorales son suficientes. Están ubicados en el centro de los distritos y secciones electorales para facilitar el acceso a cualquier ciudadano, y también para evitar los desplazamientos motorizados en lo posible. Se ha querido asegurar el resultado a través de un trampa monumental, porque la mayoría de los votos están ya atrapados en un limbo del que es imposible recuperarlos. Queda sólo jugar la carta desesperada del órdago a la grande, o sea la impugnación, que también tiene sus riesgos.

Queda la sensación de bochorno y de humillación a la imagen de la ciudad, convertida ya en ejemplo mundial de lo que no deben ser unas elecciones. Las imágenes de sedes quemadas, del registro en las sedes estratégicas de un partido, de la custodia policial a los agentes de Correos o del blindaje policial de su se sede, ya han dado la vuelta al mundo, y se estudiará en los próximos cursos de Ciencias Políticas y de Derecho. Surgirá algún Master sobre trampas electorales y se estudiará en Melilla.

Esto es lo conseguido, pero en el pecado llevan la penitencia, porque quien pierda estas elecciones, lo hará sabiendo que existen 8000 votos no contados en alguna parte, esperando el recuento final en el infierno.

2023: La campaña final


No había un solo ciudadano como público en el inicio de la campaña electoral de Melilla, y eso que serán las más trascendentes hasta la fecha. Es la cuarta campaña que vivimos y compartimos desde el Alminar, que tuvo su origen en este mismo mes, pero del año 2011. Hemos dejado constancia de todo desde entonces.

Las noticias de la tensión electoral previa alejaron a la ciudadanía del evento, e incluso los dos grandes partidos hegemónicos melillenses decidieron evitar la plaza de España, totalmente blindada para un acto electoral, que pasada la media noche ya se había disipado por completo. A las 00h 30 minutos del día 12 de mayo ya no quedaba celebración, ni rastro alguno, en el centro neurálgico melillense. Ni un globo, ni un resto de cartelería, de confeti, o de cualquier rastro electoral. Incluso los carteles estaban previamente pegados y ni rastro de los partidos fantasmas, como Adelante. Tampoco aparecieron los Verdes, que ya se han retirado. Solo 5 de los 9 partidos concurrentes estaban en la céntrica plaza. El disuelto y funesto Ciudadanos, no cumplió su amenaza de concurrir a las urnas.

Tres escenarios para un final múltiple

Coalición Por Melilla fue la gran sorpresa , anunciando «su traslado» temporal a la plaza de Armas, el lugar con más significado de toda la ciudad, porque es el lugar al que se dirigió Pedro de Estopiñán o quien fuese, tras el desembarco de las tropas de la conquista en los arenales de la dársena pesquera. El lugar escogido tenía y tiene significado, y no se entiende porqué no lo han utilizado con anterioridad. Aunque nunca es tarde para un cambio de rumbo, de significado o de actitud. El Partido Partido popular también se alejó de la plaza de España y arrancó su campaña electoral junto a su sede de la calle Roberto Cano.

Se va a necesitar de todo, porque la aritmética electoral que resulte del ya muy próximo 28 de mayo, va a exigir de sumas, de abstenciones, de apoyos o de cualquier otra fórmula, puesto que la mayoría absoluta no está ahora mismo al alcance de ninguna de las formaciones en liza. Solo dos se aproximarán a ella (PP/CPM) y el resto solo aspira a una presencia electoral suficiente que le permita ser determinante en los pactos (PSOE/VOX). Tan solo SOMOS, el cinturón de asteroides de la política local, con restos de anteriores partidos, aspira a entrar en la nueva Asamblea como neoformación. El resto es el mundo fantasma y de las tinieblas.

60.712 melillenses llamados a las urnas

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (http://www.ine.es) a 1 de marzo de 2023, 54.812 personas componen el censo electoral de la ciudad, a los que hay que añadir los 5900 del CERA (residentes ausentes). En las elecciones municipales de 2019, acudieron a las urnas un total de 34.393 melillenses, lo que sitúa la obtención del escaño en 1700 votos, algo asequible solo para 4 formaciones de las presentadas. En esa ocasión votó el 63,4% del censo electoral. Un más que previsible incremento de la participación, significará un aumento del número de votos necesarios para ese primer escaño.

La situación de CPM y del Partido Popular es de empate técnico, como pudo verse en las últimas Elecciones Generales, con solo 179 votos de diferencia entre amabas formaciones. La previsión de salida es de un posible empate a 10 escaños locales entre las dos formaciones más representativas de Melilla, quedando solo 5 escaños a repartir entre el PSOE y VOX. La importancia de cada voto es tal, que solo esas pocas centenas de votos puede hacer que ese empate se sitúe en un 11/9, en favor, más probablemente del Partido Popular, que en las municipales aumenta ese colchón de votos.

En las Elecciones Locales de 2019 el PP obtuvo 12.943 votos frente a los 10.473 de Coalición por Melilla y la diferencia en escaños fue de 10/8. En esta ocasión puede que sea solo de uno, pero es muy importante quedar el primero en número de votos, ser la lista más votada y ganar las elecciones. Sin embargo, en 2019 el Partido Popular estaba en su etapa de mayor desgaste electoral tras 19 años de gobierno en Melilla y por contra, Coalición por Melilla estaba en su momento de mayor prestigio social, y obtuvo los que hasta la fecha son sus mejores resultados.

En la presente ocasión se medirá si «el extraño gobierno» que hemos tenido en esta legislatura y sus «modos de hacer», le pasan factura electoral, tanto en el conjunto, como en cada una de sus partes. De momento, el partido que posibilitó ese cambio ya es humo y ceniza. Nadie pensaba en votar ya a Ciudadanos, el partido que ha desaparecido a lo largo de la historia de este blog. Las cifras están ahí. Hasta ahora CPM tenía el beneficio de la duda y ahora, ya sabemos cómo se han comportado. En cuanto al PSOE, la gente les reprocha que no hayan atajado ninguno de los desmanes que se han cometido, y que no hayan puesto límites a casi ninguna de las acciones más reprochables de sus socios de gobierno. Lo escribimos en una ocasión y lo repetimos ahora: El poder desnuda la condición de la persona y de un partido o formación. En el Poder no hay engaño ni disimulo posible. Ahora cada cual deberá valorar y escoger aquello en lo que crea. El Poder nunca es inocente.

Las interrogantes de Casado e Imbroda



                  Nunca buscamos los sucesos, ni las coincidencias. Esta vez tenemos un testigo. El hueco entre las personas que rodeaban al líder Popular Pablo Casado estaba hecho, un espacio sin cubrir. Hicimos las fotografías en medio de la gente, bajo el cegador sol africano y las interrogaciones aparecieron después.

                 Y así, por uno de esos caprichos del azar, tenemos unas imágenes que ejemplifican la situación de Melilla a solo 10 días de la jornada electoral desde el año 2011. ¿Qué ocurrirá con Pablo Casado, con Juan José Imbroda, con el Partido Popular, con la propia Melilla?. Es un hecho cierto que el futuro no puede predecirse, y más en la situación actual de aceleración de acontecimientos.

                        Además, el azar nos ofrece la posibilidad de escribir del todavía partido hegemónico de la ciudad, y que rige sus destinos desde el año 2000, para así borrar las acusaciones de parcialidad. El Alminar es un reflejo de la realidad política, social y humana de Melilla. Hemos escrito de todo y de todos/as, desde el rey hasta el más humilde de los vasallos. Nadie podrá quejarse nunca del trato que le hemos dado aquí, en este blog.

                             En el Partido Popular hay dos clases de presidentes, aquellos que se convierten en presidentes de España (Aznar, Rajoy) y los que no llegan a serlo (Fraga, Hernández Mancha). Creemos que Pablo Casado acabará encuadrado en este segundo grupo. Ahora se inicia un nuevo ciclo socialista en el gobierno de la Nación y es muy difícil aguantar extramuros del poder, sin ser triturado por las familias influyentes de los partidos. Pablo Casado no será el líder que derrote a  Pedro Sánchez en 2023.

                                                      Las interrogantes de Melilla

                         En la ciudad se percibe el fin de ciclo, de un ciclo o un tiempo que se ha tornado demasiado largo. Lo difícil es predecir en qué sentido cambiará la dirección del viento. En Melilla tenemos dos vientos dominantes, y otras componentes que cambian de dirección de modo imprevisible. Aun así, el declive del gobierno popular parece ya nítido, confirmando una tendencia ya marcada en 2015, aunque de erosión muy lenta. El segundo hecho, que parece obvio, es que se necesitarán al menos dos partidos para formar un gobierno que represente a la mayoría de la ciudad y gobierne para todos los ciudadanos. Los populares quedarán lejos de la mayoría absoluta. Los cambios de rumbo que ha impuesto Pablo Casado han llenado de incertidumbre a sus propios votantes, que respiran ya en una situación de derrota sin precedentes.

                       En las elecciones locales también se vota todo.  Se vota al candidato al ayuntamiento, al número 12 de cada lista y también al 20. Se vota al líder nacional del partido y también se vota contra la lista del vecino, o del adversario. En nuestra ciudad siempre aparece una lista espora o clon, que más parece buscar la erosión de la lista a la que se asemeja, que buscar el propio beneficio. Se juega con todo y contra todo.

                         Melilla necesita un cambio de rumbo inmediato, que debe producirse a partir del día siguiente al de las elecciones. Esperemos que esta vez el sentido del voto ciudadano no se vea alterado por maniobras orquestadas en la oscuridad.

 

 

 

 

 

 

Elecciones, recuentos y recursos


             Celebrar unas elecciones sin la presencia de Coalición por Melilla situaría a la ciudad en los tiempos de la Suráfrica de Pieter Bhota. En 1984 la ciudad multicultural y multiétnica de Sarajevo fue sede Olímpica de los Juegos de Invierno y apenas una década después fue el escenario de una guerra en donde se liberaron todos los demonios de las diferencias raciales, religiosas y nacionales. Pasar de un estado a otro es solo cuestión de una decisión errónea, de una declaración fuera de lugar. Volver a la situación política y social de 1985 no es deseable ni recomendable.

                   Mustafa Aberchán es el fundador de Coalición por Melilla y su líder indiscutible. Agrupa y cohesiona a un movimiento o partido con sensibilidades muy diferentes. Eliminarlo de la vida política, tanto a él como a su formación, como afirman con asiduidad los dirigentes del Partido Popular melillense, colocaría a la ciudad ante el abismo de la incertidumbre política y social. No es un partido de corte musulmán, como se aventuró a calificarlo un medio de comunicación. Es ante todo el partido de los desclasados, el partido de esa otra Melilla por la que muy poca gente se atreve a transitar, y que coincide con la población española de origen amazigh, y a la que pocos partidos suelen prestar atención. Coalición se ha erigido con la representación de esos votantes, que están en situación de orfandad política y de desamparo social.

                             La participación electoral

                 El bien mayor en una democracia es el derecho de sufragio. El derecho a la participación activa y pasiva en las listas electorales. El derecho a escoger a los representantes más afines, como establece el artículo 23 de La Constitución. Este es el bien mayor a proteger. Por tanto: ¿Puede cercenarse ese derecho máximo por un error minúsculo y de carácter administrativo?. La lista electoral de CpM sí era paritaria, pues estaba compuesta de 13 mujeres y 12 hombres, pero mal ordenada entre los puestos 11 al 16, y 21 al 25.

                La listas del Partido Popular  y de Vox llevan a 3 hombres en los 3 primeros puestos. Todas respetan el ordenamiento 3/2 que prevé la ley pero están desequilibradas. Lo lógico serían las listas cremalleras, como sí hacen Podemos y PSOE, cuyas opciones políticas están encabezadas por mujeres. En Ciudadanos hay 3 varones entre los 4 primeros puestos. Se cumple la ley pero dando prevalencia a los varones.

                 Otra cuestión sería la presencia de ciudadanos españoles rifeños en las listas de los partidos, casi nula en el caso de los Populares y de Vox, con solo un integrante en cada  lista y con nula posibilidad de salir elegidos. Si no fuese por la presencia de Coalición por Melilla, la Asamblea de Melilla sería solo un parlamento de ciudadanos de origen europeo (blancos), dicho con todas las precauciones necesarias. Es pues esta formación la que corrige este desequilibrio en la representación de las comunidades mayoritarias de la ciudad. Solo el partido socialista sitúa en el número dos a un español de ascendencia rifeña, con claras posibilidades de obtener el acta de diputado.

                Volvemos pues a la cuestión que abre esta reflexión. Siendo indudable el error de Coalición de la confección de su lista: ¿Sería legítimo dejar a Melilla sin esta opción política esencial para la ciudad, solo por un error mecánico?. Fuera de la certeza del error, todo son dudas. ¿Se advirtió de modo claro y por escrito, con indicación precisa de cual era la deficiencia y de cuando se iniciaba y cerraba el plazo para subsanarla?

                              La presentación del recurso

               Coalición por Melilla ya ha presentado un recurso ante  la Junta Electoral Central y mañana lo hará en el Juzgado Número 1 de lo Contencioso en nuestra ciudad. La esperanza de muchos melillenses, de todas las ideologías y etnias, es que se acepte que un error administrativo, no puede impedir la opción mayor del derecho de voto, ladrillo básico de La Democracia. En alguna de estas instancias, o incluso en el Tribunal Constitucional, la decisión tomada en Melilla será anulada. En caso contrario, lo que espera es muy incierto.

                 Sorprende también la tibia o nula reacción del resto de las formaciones políticas melillenses, salvo en el caso de Gema Aguilar de Podemos, que se ha posicionado claramente junto a las tesis de Coalición. Parece que algunos crean posible la celebración de unas elecciones sin el concurso de esta formación.

 

2019. La campaña final


              En mayo de 2011, junto con la campaña electoral autonómica, surgió este blog, El Alminar. Ya entonces vaticinamos que el PP de Imbroda iniciaba su lento, pero inexorable descenso. El 2015 no alcanzó la mayoría absoluta, y solo el pacto con el exiguo Populares en Libertad, propiciaron una prórroga no deseada por el electorado melillense, de un modelo de gestión que ya estaba agotado en aquel momento. Estos últimos 4 años han supuesto la prolongación de un régimen agónico, gracias entre otras cosas, a los caprichos y engaños del sistema electoral D´Hont, que otorga una representación proporcionalmente mayor a los partidos más votados,  que el porcentaje de votos recibidos. Escribíamos entonces, y lo repetimos ahora, que con un sistema proporcional de asignación de escaños, el Partido Popular estaría sin mayoría absoluta desde el año 2011.

             Estas primeras elecciones de abril de 2019 serán distintas, porque convertirán en inútiles todos los sondeos para las siguientes, los de las elecciones Locales y Autonómicas del mes de mayo, en el 8º año del Alminar. Los políticos suelen decir que el único sondeo válido es el del día de las elecciones. En esa ocasión, casi por única vez, al adelantarse por solo un mes las elecciones Generales a las Locales, van a saber cuál será su suerte electoral con un mes de anticipación. En abril se sabrá quién va a perder en mayo, y también quién alcanzará la victoria en las urnas.

           Concurrir a esas segundas elecciones sabiendo casi con una aproximación del 95%, cuál será el propio destino, se va a tornar o como un  calvario, o como un camino de rosas.

                                   Instantáneas de una noche de abril

           La noche del 12 de abril anticipaba varias cosas, la primera era la de un final de ciclo. La presencia de Coalición por Melilla en unas elecciones Generales por primera vez, significa un cambio de rumbo muy importante. La llegada al Congreso de un diputado melillense rifeño no solo es posible, sino probable. Mustafa Aberchán ya fue el primer rifeño en acceder a la Alcaldía de Melilla en 1999, y ahora puede convertirse en el primer diputado. Lo tiene al alcance de la mano, en unas elecciones en las que parten desde la posición ganadora en nuestra ciudad. La división en la derecha y la desaparición del bipartidismo imperfecto, propicia que la ciudadanía tenga más posibilidades de propiciar cambios.

             La obtención del diputado va a ser muy disputada, pero es casi seguro que al menos un senador sí caiga del lado de la coalición Cepemista. A priori la mejor situada es Dunia Almanosuri, Vicepresidenta 2ª de la Asamblea de Melilla y uno de los grandes valores políticos de CpM.

                  La victoria en las elecciones Generales va a caer del lado del Partido Socialista, en eso no existe discrepancia alguna. La única duda será el margen de ese triunfo y los posibles pactos para formar gobierno. Pedro Sánchez seguirá como presidente en funciones casi hasta las puertas del verano. Lo que acechará al futuro político del Estado será, a partes iguales, la presencia y expansión de Vox y el más que probable auge de Esquerra Republicana de Catalunya, que concentrará casi todo el independentista. Son dos sombras, tirando en sentidos opuestos y que pueden producir grandes fracturas en el consenso de la sociedad española.

               En esta lucha de dos, en lo que se refiere a Melilla, sigue en la senda de la esperanza, la candidatura de Podemos, ya como única alternativa a la izquierda del PSOE en Melilla. Gema Carolina Aguilar se ha consolidado como líder de la formación podemita, y tiene ya una personalidad política definida, en el difícil y abrupto mundo de la política melillense. Su objetivo es estar lo más cerca posible del 5% de los votos, que le permitan alcanzar la representación política en la Asamblea, en el siguiente mes, el de mayo.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2011/05/28/aberchan-versus-imbroda/

 

 

 

 

 

 

 

 

Rechazo socialista a Dunia Al-Mansouri


           Dunia Al-Mansouri Umpierrez ha sido finalmente rechazada por el Comité Electoral socialista de Ferráz. Han estado todo el fin de semana deliberando para nada, quizá para dejar sin capacidad de maniobra a la formación de Coalición por Melilla. La decepción es inmensa, tanto en la formación cepemista, como entre los socialistas que habían apoyado de un modo sincero la candidatura de la que es la Vicepresidenta 2ª de la Asamblea de Melilla, Dunia Al-Mansouri Umpierrez.

            La sensación general es de que el Parrido socialista ha cedido a las presiones mediáticas de la belicosa derecha de la ciudad, pese a saber que la candidata cepemista no estaba imputada, ni incursa en procedimiento judicial  alguno. Para confirmar este extremo, Coalición por Melilla había remitido toda la documentación necesaria a la sede socialista de Ferráz.

             El decepcionante resultado de las negociaciones del fin de semana, también puede deberse al sector más intransigente del socialismo melillense, que se habría negado desde un principio, a que un integrante conocido y de alto significado en CpM, como Dunia Almansouri, fuera la opción designada para acompañar y completar la candidatura socialista, que ahora ya se ve mermada del empuje electoral de sus «frustrados» asociados.

             El partido socialista local debe estar cuadrando en estos momentos, a solo 6 horas de la finalización del plazo para la inscripción de las candidaturas, la suya propia, para la que no tiene una alternativa de un empuje equivalente al de Almansouri. Por otra parte, Coalición por Melilla ya manifestó que no propondría un candidato alternativo, caso de que su diputada, Dunia Almansouri fuese rechazada.

          El Partido Popular sigue presentándose a las elecciones sin alternativa posible, habida cuenta de que los posibles pactos de izquierdas de la ciudad ( Izquierda Unida, Podemos, Verdes y Equo), excluyen siempre a la formación cepemista. Además, hay que tener en cuenta que los socialistas nunca se presentarán con otras siglas que no sean las suyas. Cualquier opción individual (PSOE), o colectiva (frente de izquierdas), está condenada a no rebasar la frontera de los tres escaños, caso de los socialistas, o a aspirar a un único escaño, caso de la coalición de partidos de izquierda, siempre y cuando no contemplen la posibilidad de pactos explícitos con los cepemistas.

           Esta es la realidad política y social de la ciudad, por eso el Partido Popular acumula victoria tras victoria.

Melilla ante la encrucijada del 22 de mayo


 

          ¿ Qué hacer el 22 de mayo ?

     ¿Qué hacer?, decía Lenin ante la encrucijada que se abría ante el pueblo ruso al iniciar el camino que llevaba a la Revolución de Octubre. ¿ Qué hacer?, decimos o pensamos en Melilla ante la difícil tesitura que se le presenta a los ciudadanos el próximo 22 de mayo de 2o11.

      Como hay que se claros desde el principio y despejar lo máximo posible las dudas que se ciernen sobre la ciudadanía, afirmo que el peor escenario posible sería la repeteción de la mayoría absolutista del PP de Imbroda, y especifico lo del PP de Imbroda porque hay otro PP, el del antiguo presidente de Melilla y del partido, Ignacio Velázquez. Una victoria del PP imbrodista con 13 concejales, siendo mala, les obligaría a ejercer el poder de un modo más equilibrado y más respetuoso con la oposición política y con el resto de los ciudadanos.

      Lo deseable, vuelvo a repetirlo, sería que el PP de Imbroda no pasase de los 12 concejales, para lo cual, el tandem PSOE/CPM debería mantener los 10 concejales actuales y así dejar al PPL ( Populares en Libertad de Velázquez) el esfuerzo de conseguir los otros 3 diputados, para que la mayoría política pertenezca a la oposición. Luego dará igual que el PPL pacte con el PP, o que la oposición alcance un acuerdo distinto y alternativo. El objetivo debe ser acabar con esa «mayoría absolutista» que ha aplastado al ciudadano melillense y que ha gobernado la ciudad con todos los vicios posibles del poder absoluto.

     Es en esa división del voto de la derecha, hegemónico en Melilla desde 1991, en donde se atisba una leve esperanza, tanto para la ciudadanía, como para la propia ciudad de Melilla, porque Melilla es una ciudad conservadora , con tendencia a votar a la derecha y por primera vez, el ciudadano melillense que se siente protegido con la opción de la derecha política, puede escoger qué versión del PP le parece más adecuada y eso es bueno para Melilla, aunque es un gran handicap el que Velázquez haya sido descabalgado de la lista electoral del PPL, por ello, sin él, el objetivo de los tres concejales es más que suficiente.  Es una verdadera perdida para Melilla, que la próxima Asamblea de Melilla no cuente con la capacidad dialéctica y política de alguien como Ignacio Velázquez

       El PSOE, con Dionisio Muñoz no debe bajar de 4 diputados y ese no es un objetivo dificil, porque Melilla es una ciudad con una fuerte composición ideológica, en donde las opciones como la que representan los socialistas, tienen suelo electoral. En esta ocasión debe escogerse de modo imperioso y necesario la opción del «voto útil» de la izquierda, por mucho que el PSOE sea una opción «centrista» de la izquierda. En momentos tan cruciales como el actual, no deben establecerse diferencias por matices dentro del mismo campo electoral y en Melilla, la alternativa de Izquierda Unida no existe ni es recuperable en modo alguno, en un horizonte próximo o medio.

       CpM es hoy por hoy, el partido que representa a la mayoría de los musulmanes /imazighen melillenses y tiene un suelo electoral amplio que nunca le llevará a obtener menos de 5 diputados. Es un partido complejo porque agrupa en su seno sensibilidades muy distintas dentro del cuerpo electoral amazigh. Ha sobrevivido a sitaciones muy complicadas y a un durísimo acoso por parte del Gobierno Autónomo, recibiendo una auténtica cascada de querellas por parte del servicio jurídico de la Ciudad Autónoma. Mustafa Aberchán es el verdadero líder y elemento de cohesión dentro de un partido que ya está creando sus cuadros dirigentes, necesarios  para asumir cuotas de poder en cuanto sea necesario. El año  que Aberchán presidió la Ciudad de Melilla es muy bien recordado por toda la ciudadanía de Melilla y su presidencia fue muy equilibrada.

        Estas son las tres únicas opciones para alcanzar, el legítimo objetivo, de impedir una «nueva mayoría absoluta» del PP de Imbroda.