Donde duermen los libros
Es un lugar diferente, propio de la personalidad de su propietario. La librería Internacional estuvo en sus orígenes en la calle del General Buceta. Es un lugar de intercambio de libros, también de compraventa, al menos nació con esa intención hace 6 años, pero la crisis arrasó con todo y se detuvo tanto la compra, como la venta. En este momento se encuentra situada en la calle de Carlos Rodríguez de Arellano, aunque no tiene nombre alguno que la identifique. En realidad es la librería de Wally o de Mohamed, según como se prefiera llamarle. Es un lugar único que frecuento con irregular asiduidad. Allí dejo libros que ya no voy a utilizar y también me llevo otros que me interesan en la actualidad. Además de rebuscar entre la pilas de libro o las estanterías, se charla y se debate con Oualid sobre el estado del Mundo, y más sobre su futuro que sobre su pasado, pues éste último lo conocen en mayor o menor medida casi todas las personas, y sobre el futuro poco se sabe. Aquí siempre se encuentra algo interesante o inesperado y también se pasa un rato desconectado de las prisas de la ciudad.
La estantería de las vanidades
Denomino por este nombre a la estantería en donde se agrupan todos los libros sobre Melilla o editados en la ciudad. No hay libro que se edite y no acabes aquí pasados algunos meses o años. Esta estantería es un buen indicador del interés que suscitan las publicaciones editadas en la ciudad. Si un libro no aparece, es que nadie se ha deshecho de él. A veces aparecen libros de los que ya nadie se acuerda, como el primer premio de poesía Carmen Conde, la escritora y académica que residió en Melilla, titulado En el Jardín del Diván Dorado. Casi todas las obras de los que en su día fueron calificados como «poetas menores», los premiados del certamen Encarna León, e incluso gran parte de los de los galardonados con el premio Internacional de Poesía pueden encontrarse aquí. También he encontrado la obra del periodista Ricardo Crespo, que en su momento causó un gran revuelo en la ciudad, llegando a casi a ser calificado como persona non grata. Hoy, hojeadas sus páginas, no se entiende aquel gran alboroto.
Todo pasará casi de igual manera. El manto del tiempo se extenderá y cubrirá con su silencio cualquier cosa que hoy nos parezca inolvidable y trascendental. Solo muy pocas cosas conseguirán atravesarlo y permanecer. De nada sirve alterarse ante una situación, por muy insoportable que nos parezca. El mundo permanecerá siempre y solo nos acabaremos nosotros. Lo que hoy es un escándalo no será recordado en el futuro, y lo que hoy es un éxito de ventas, se convertirá, tarde o temprano en un libro viejo, aunque algunos ya lo son, nada más publicarse; otros no.



