¿Quién cerró el Gobernador?


¡ Fuenteovejuna, Señor!

El yacimiento del patio de la Casa del Gobernador (Área 51) y todo su entorno, han reportado algunos de los mayores días de gloria a este blog, sobre todo por la prohibición expresa de que miradas extrañas y ajenas pusieran sus ojos sobre él. El cerrojo fue máximo, aún así hemos aprovechado descuidos para poder acceder al mismo. Hemos subido hasta las azoteas y escalado paredes, para poder dar testimonio de lo que sucedía allí dentro. Convertimos en inútil cualquier prohibición. Es cierto que en nuestra ingenuidad pensamos que alguna vez tendríamos la opción de pedir las llaves y que nos las facilitarían, sin necesidad de llenarnos de polvo y de cal, algo que por otra parte, jamás nos ha importado. Ese era nuestro sueño, pero por algo somos El Alminar.

La presión ejercida desde este blog, hizo que se mantuviera en pie el resto del antiguo camino cubierto de San Miguel, cuando se demolió en 2012 la antigua comandancia de Aviación, para hacer el Centro Tecnológico. La vigilancia temeraria ejercida desde El Alminar, hizo que se conservaran los restos excavados en el Gobernador, porque la intención era taparlos con un cristal, e incorporarlos a un «hotel con encanto», sin excavar la superficie completa del patio. La perseverancia ejercida desde el blog, hizo que al menos 3 líneas de muros de piedra, se conservaran en la cuesta de la alcazaba, porque la intención era taparlos por completo.

La alerta permanente que mantenemos sobre todo el Área 51, impide que allí se mueva una sola piedra, aunque algo se nos escapa. La calle de San Miguel, la primera de Melilla, está entera en ruinas, desde el número 1 hasta su final en el número 25. Toda la calle, salvo dos viviendas, se encuentran en ruinas o en estado de solar. Se ha tirado y demolido todo, pero no se puede mover una sola piedra sin excavar primero, porque es un área arqueológica de primer orden, y habrá muchas sorpresas en esa calle, porque en ella están todas las respuestas.

Noé Villaverde, el arqueólogo ceutí expulsado de nuestra ciudad en 2002, cuando se excavó la plaza de Armas y se abrió el yacimiento del patio, nos dejó una copia de su memoria arqueológica, solo con la promesa de no entregarla nunca a nadie, algo que hemos cumplido y que pensamos seguir haciendo. Ese es el motivo por el que sabemos lo que hay, y sobre todo, lo que puede haber en el resto del área no excavada, que incluye tanto el patio de la antigua Caja de Reclutas, como el suelo del propio edificio.

El yacimiento se cerró en 2014, y desde entonces se ha ido deteriorando, no solo el propio patio, sino también la centena de cajas con muestras arqueológicas y cerámicas halladas en todas las excavaciones, que superan los varios miles de muestras, y que languidecen en algún sótano de la zona, y que nadie se ha molestado en datar, conservar o exponer. La información emitida a la luz pública sigue siendo cero, como la piedra encontrada en las murallas con la inscripción del Rey Carlos I, y que solo se ha dado a conocer desde este blog. El yacimiento fue triturado en busca de algo que no apareció y por eso fue abandonado.

En el colmo de los dislates, se declaró como Bien de Interés Cultural todo el edificio, y se descatalogó en el mismo mes. Afortunadamente ya existía el blog, y pudimos dar cuenta de todas las incongruencias y fechorías que allí sucedieron. Ahora sigue abandonado por pura inercia, la misma que lo arrastra desde su abandono. Hoy en día, ya nadie se siente responsable de aquello, ni siquiera los que estuvieron a cargo de esos movimientos extraños. Ya no se distingue nada.

Todo esto es solo un relato, no juzgamos, solo mostramos. Seguimos, con sumo gusto, llenándonos de cal y de polvo, para poder mostrarlo todo, pero eso es algo que no nos importa. Llevamos una década haciéndolo.

Nota:Defensa saca a subasta dos propiedades en Melilla – El Faro de Melilla

En la selva del Gobernador


       Bendita perseverancia la del borrico de noria! —Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. —Un día y otro: todos iguales.
Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín.

                                Camino, máxima 998. San José Mª Escrivá

                            La Historia entre ruinas

            Este jardín dista mucho de tener aromas, salvo el de los orines de los gatos. Aquí no hay lozanía ninguna, salvo la selva y la maleza. Lo que convierte en  algo diferente al antiguo jardín de la Casa del Gobernador de Melilla, antigua sede del Juzgado Militar, es que en él se encontró un yacimiento arqueológico, que algunos identificaron con la mítica Russadir o con el Opidum et Portus de la Roma Imperial.

            Se ofrecieron decenas de ruedas de prensa, se elaboraron artículos para la revista Akros (el Pravda de la nomenclatura) y se idearon suntuosos proyectos para el destartalado edificio, entre ellos el de un Hotel de lujo, que incorporase un SPA (balneeario), junto a las restos mitológicos. Se clasificó el edificio como BIC (Bien de interés cultural) y luego se desclasificó en el mismo mes.  Se acordonó todo el área 51 y se impidió el paso a extraños y gentiles, bajo severas penas y amenazas. Solo pequeños grupos de elegidos pudieron ver y fotografiar el yacimiento magno, con el juramento de no difundir luego las fotografías.

         Hasta el año 2012 se organizaron colosales campañas de excavaciones, solo comparables a las del Valle de Los Reyes en Egipto. Luego se hizo el silencio, y tras de él llegó el olvido y la muerte del yacimiento. Ahora ya solo la selva es dueña de todo. ¿Porqué no se excavó todo el área del patio?. ¿Se encontró algo o nada?. ¿ No apareció lo que se buscaba o se encontró lo nadie esperaba?. ¿Dónde está la tumba de la princesa mora enterrada en Melilla?.

  PD: En la categoría arqueología en Melilla hay muchas entradas sobre éste, otros yacimientos y muchos asuntos extraños de Melilla.

    Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/08/30/un-ano-mas-en-el-gobernador/

Gobernador, el yacimiento muerto


 

       Leo ayer, en el País de Andalucía, que en las obras de la nueva terminal de contenedores del Puerto de Cádiz, ha aparecido un lingote de plata y una moneda Carlos III. Sigo leyendo, que en las obras del dragado, están siempre presentes arqueólogos del Centro Andaluz de Arqueología y que por eso, pudieron detectarse esos dos piezas. Ahora estudiarán, si esas dos apariciones, son hallazgos casuales o se deben a la presencia de algún pecio.

    En Melilla, se ha vaciado por completo una cantidad enorme de metros cúbicos del antiguo solar de Isla de Talleres, sin que aparezca siquiera una chapa de cobre de época tardo púnica, o un denario romano. Nada de nada en Melilla, cuando en cualquier otra parte de España, se mete una pala y aparece algo. Me sigue extrañando que a principios de la década de 1990, en cualquier zanja, de las pocas que se abrían entonces,  apareciesen » restos arqueológicos de orden menor» y en la actualidad, a pesar de los miles de metros de zanjas que se han abierto en zonas sensibles, no haya aparecido nada. Esa nada llama la atención.

                       No apareció Russadir

  Un yacimiento abierto y sin resolver, sin excavar en su totalidad, desde hace diez años, pierde información cada día que pasa. Abandonado a su suerte como está ahora, ya no sirve para absolutamente nada. Está claro que lo que buscaban, siguiendo la mítica pista de la Russadir fantástica, cuyo emplazamiento dista mucho de ser seguro, no apareció por ningún lado y que lo que no se buscaba, la existencia de la ciudad musulmana previa (a la que el diablo confunda en el averno), deja cada vez más pruebas de su existencia. Excavar más, sería encontrar más cosas, quizá algo de mayor empaque que restos cerámicos y mobiliares y de eso, se huye como de la peste negra.

   El abandono y el desinterés por El Gobernador es tan notable, como muestran las fotografías. En septiembre lo abrieron para pintar la pared interior del edificio, con ocasión de la celebración de la otra efeméride falsa, la de la conquista del 17 de septiembre. ¿ Es lógico el gastarse dinero en pintar la fachada de un edificio abandonado, mientras no se invierte un solo € en excavar de modo total el yacimiento, todo el área del patio ?.