Falsificación munumental en Melilla, V


               La plaza de Armas de Melilla

          Lo sucedido en la plaza de Armas de Melilla, es con mucho, el peor atentado que se haya cometido nunca contra el patrimonio histórico de Melilla. No me cansaré de decirlo una y otra vez y volveré sobre ello todas las veces que considere necesario. En este caso, la aportación de estas fotos por parte de otro colaborador de El Alminar, obliga a que volvamos nuestros pasos sobre la «falsificada plaza», cuyas  excavaciones empezaron en el año 2000 y se mantuvieron hasta el 2002.

           Hubo varios arqueólogos en aquellas excavaciones iniciales, dirigidas por el Doctor Noé Villaverde. Tras su expulsión de Melilla (su despido fue declarado improcedente), se acabó de perpetrar el monumental destrozo arqueológico y estético de lo que fuera la plaza de Armas, sin embargo, hubo una zona que estuvo dos años abierta un año mas, sin que nadie se atreviese a hacer algo con ella. ¿Qué pasó?, ¿qué encontraron allí que no esperaban?, ¿porqué se decidieron por tapar todo?. ´

          Noé Villarverde encontró, en su opinión, y no hay otra porque ningún otro arqueólogo volvió a pisar o interpretar la zona, todo aquello se correspondía con un área votiva o de culto, que se habría mantenido a lo largo de los siglos, desde el VIII aC., hasta la llegada de los españoles. El arqueólogo ceutí dejó claramente identificadas,  en su memoria de excavaciones y en una publicación posterior, tanto un resto de muralla musulmana del siglo X/XI, como el resto de lo que pudiera ser la primera cerca edificada por las tropas que conquistaron Melilla en 1497. Había muchas más cosas, los silos de los que ya he hablado y mostrado fotografías, lo que parecían ser habitaciones de un conjunto más grande, e incluso una escalera que parecía descender a lo que pudiera ser una cripta o una zona sagrada, siempre y cuando se acepte la interpretación de Noé Villaverde. La arqueología es una ciencia pero también tiene un margen de interpretación, e incluso de teoría política.

      Para evitar un visión única y dirigida en una determinada visión, cualquier proyecto de excavación, si quiere ser riguroso, debe contar con un arqueólogo director y varios auxiliares, con experiencia en distintas épocas históricas. Aquello se intentó en aquellas fechas, Noé Villaverde menciona a varios en su memoria de excavación. Luego se hizo el silencio, el mismo que se mantiene en la época actual. Tan sólo dejaron unas zonas marcadas con suelo de distinto color y material (son perfectamente visibles en la actualidad), las dos línea de murallas que dejara marcadas Noé Villarverde. Los silos no se señalaron y del resto de lo encontrado, se desconoce su estado actual o si fue preservado. Para hacer el diseño actual de la plaza y el acceso a la plataforma del baluarte de San José Bajo, se eliminó una parte de la muralla medieval hispana. Todo en Melilla es insólito, porque esto no se hizo en una época en que no importaban los restos históricos, sino en una fecha tan reciente como el año 2005.

     El lema de: «Se oculta, se destruye, se tapa», sigue vigente en Melilla. Al menos ahora tenemos las fotos y podemos mostrar lo que decimos, para que cada cual juzgue por sí mismo. Es una política de rehabilitación absolutamente cuestionable y puesta totalmente en evidencia.

Las huellas del incendio de Melilla


  

          Debía ser el año 2002 o quizá algo más tarde. El arqueólogo director de Melilla, Noé Villaverde había sido expulsado de Melilla, por la nomenclatura que ahora domina todo y que entonces estaba empezando a formarse. Fue la primera prueba de fuerza y en ese sentido triunfaron, aunque a la larga perdió Melilla, porque lo que debiera haberse hecho entonces, es paralizar por completo cualquier obra o remodelación de La Plaza de Armas, habida cuenta de la importancia arqueológica de los restos hallados allí, aunque esa es una historia que ya hemos contado muchas veces y que tampoco cesaremos de repetir. Se perdió todo aquello a cambio de nada, cuatro o cinco artículos de escaso valor en la revista Akros, dominada por la nomenclatura aunque es la revista del Museo de Melilla y poco más. No hay nada, ni catalogación de restos, ni exposición pública, ni realización de estudios académicos. Nadie puede meter las narices, ni siquiera visitar, el laboratorio de piezas del Área 51. El objetivo de todo esto es desconocido para todos, salvo garantizarse el catálogo de publicaciones exclusivas durante la próxima década.

                               Antes quemada que cristiana

    Así se titula el capítulo correspondiente a la conquista de Melilla del autor árabe Juan León el Africano, escrito en 1550: «… Y los habitantes de Melilla, habiendo sido muy bien informados sobre la grandeza de la armada de los españoles (30 barcos y 5000 hombres), y desconfiando en poder contener el asalto, evacuaron la ciudad y, con sus cosas, huyeron a los montes de Buthoia. El Rey de Fez, viendo lo sucedido, bien por agravio a los de la ciudad o por desprecio  hacia los cristianos, puso fuego a todas las casas, quemando la ciudad. Después de este hecho llegaron los cristianos que se quejaron grandemente de ver la ciudad quemada y vacia».

      Este no reconocido texto, prueba y desmonta todo. Prueba que Melilla fue incendiada para no dejar nada útil a los conquistadores castellanos, prueba que había una intención de conquista y que los habitantes eran conocedores del tamaño de  la flota que pensaba arribar a Melilla. Prueba que si los «cristianos» habían llegado a algún apaño con aquellos alguaciles traidores, este trato ya no existía ni nadie se acordaba de él, porque queman la ciudad para inutilizarla. También prueba que los conquistadores se sintieron molestos por verla quemada y vacía. Osea, que lo que les prometieron los alguciles traidores en Torrox, ya era papel mojado o quemado en Melilla. Pero lo más importante, es que desmonta toda la historiografía oficial que todavía pretender apuntalar, sobre un hecho innegable, Melilla fue conquistada y no había pacto alguno en pie.

       En 2003 , la plaza de Armas yacía abandonada en su zona de excavaciones. Todo estaba lleno de basura y la obra nueva, el cemento, ya se mezclaba con lo antiguo. Cuando entramos a hacer las fotos, un amigo y yo, nos asombramos del grado de descuido, del nulo interés por conservar el pasado. Fue una pena que en aquellos tiempos no estuviese tan extendido el mundo de la fotografía digital, pues de haber sido así, habría hecho 1000 fotografías. Hoy me quedan apenas estas, suficientes para probar al menos que la tríada de: «Se oculta, se desstruye, se tapa», se inició en aquellos años, y sigue vigente en la actualidad.

     Nota: Una de las series de fotos prueba que las cenizas abundaban por doquier en esa capa del terreno, muestras que confirman la existencia del incendio destructor de Melilla. Prueba que lo que dice El León Africano es cierto y que la historia oficial sigue sustentada en una mentira.

El arco de herradura de la Plaza de Armas


 

     

             ¿ Un posible resto de la fortaleza musulmana ?

    En el primer pasadizo del Hornabeque, existe una galería colmatada por escombros y un techo de madera, que pudieran constituir uno de los restos más antiguos de Melilla. Hay que decir que sobre esta zona se asentaba la parte central de la Melilla musulmana, de hecho, apenas unos metros más abajo existen dos restos de silo medievales islámicos, para almacenamiento de grano.  En las excavaciones de la Plaza de Armas en 2002, se encontró una innegable capa de ceniza, lo que podría confirmar el incendio de la ciudad por sus habitantes, previo a la llegada de las tropas castellanas en 1496/7.

    La diferencia de nivel en la galería, entre la entrada desde el Hornabeque y su salida a la Plaza de Armas alcanza los 3 mts, por lo que una limpieza y un posterior estudio arqueológico, evidenciaría la presencia de restos anteriores a la llegada de las huestes de Medina Sidonia, comandadas por los hermanos Bartolomé y Pedro de Estopiñan.

      El techo de gruesas vigas de madera, que aguantan todavía el peso de la plaza, pudieran tener el menos tres siglos de antigüedad y pudo ser edificado por los españoles, aprovechando la existencia de una antigua salida de la fortaleza de Malila. lo que es innegable es que al final del pasadizo, se encuentra un arco de ladrillo, cuyos extremos sobrepasan el diámetro, lo que le haría pasar de un arco de medio punto a otro de herradura de factura musulmana. La posibilidad de hallar restos de la Malilla islámica empotrados en las murallas o en otras construcciones posteriores es descartable. La Puerta Califal de Ceuta se halló dentro del Parador de Turismo.

           ¿Que habría que hacer con este arco?   

Transcribo la opinión del arqueólogo ceutí Fernando Villada Paredes:

   «Del nombre que asigna usted  a la carpeta  «puerta de la medina», entiendo que intuye la cronología «medieval islámica» de ese arco. A raíz de lo que se ve en la foto no puede confirmarle esa intuición. Sería necesario para avanzar algo más, limpiar esa zona, realizar una documentación gráfica y topográfica exhaustiva, proceder a realizar un estudio de parámetros que explicase la génesis de ese espacio y su cronología relativa y, si las condiciones lo hiciesen posible, realizar las analíticas precisas para ofrecer una datación absoluta de las estructuras. En cualquier caso, ni el material empleado, ni su aparejo tienen relación alguna con los restos omeyas de Ceuta».

      PD: Coloco las fotos y las dos posibles interpretaciones de la posible puerta. Que es un arco no alberga la más mínima duda. La madera del fondo, más cercana al arco, parece estar quemada. La zona necesita un estudio, antes de que se venga abajo.

 

La puerta Califal de Ceuta


                        Las diferencias de una gestión cultural

          En Ceuta todo se abre y aventa a la luz pública, con lo que se consigue notoriedad, divulgación y conocimiento público y todo esto sumado genera interés y lo que es más importante, captación de fondos. Fernado Villada es funcionario de la Ciudad de Ceuta y arqueólogo y dirige los proyectos de excavaciones. Con el también arqueólogo Jose Manuel Hita hallaron casualmente, empotrada en El Parador Nacional de Turismo, una puerta árabe que dataron en el periodo Califal de Ceuta. Está claro que si estaba empotrada, es porque alguien la tapó a sabiendas cuando lo construyeron y al menos hay que felicitarse porque no la destruyeran. En Melilla se destruyó todo, si es que quedaba algo,  en la década de 1960, pero nunca pueden eliminarse todas las huellas del pasado.

       La revista digital: www.arqueologíamedieval.com , informa que Ceuta ha conseguido 1,3 millones de euros para rehabilitar y pone en valor su puerta Califal. Esa es la clara diferencia entre poner todo en conocimientos de los Ministerios y organismos competentes (Cultura, Bellas Artes), y ocultarlo todo hasta el paroxismo, llevando a cabo una gestión localista que no trascienda más allá de nuestras exiguas y a veces herméticas fronteras.

     El área de Cultura de Ceuta ha establecido convenios de excavación con la Universidad de Málaga, y en 2008 hallarón el mayor área medieval-islámica del norte de áfrica en el llamado «Pasaje Fernández». Hallaron el oratorio islámico más antiguo y varias tumbas islámicas. El trabajo de investigación y excavación del equipo dirigido por Fernando Villada, fue publicado por la revista de la Fundación Medina Azahara de Córdoba y esas sí son publicaciones en las que hay que estar. Recientemente han establecido otro convenio con las Universidades de Sevilla y Cádiz, para excavar áreas en las que se están hallando restos datados en hasta 250.000 años de antigüedad. Es verdad que la importancia histórica y arqueológica de Ceuta es muchísimo mayor que la de Melilla, es más, no hay punto de comparación. Lo que no es normal es que en Melilla no se encuentre nada, no se divulgue nada, no se establezcan convenios de excavación con nadie y todo esté dirigido bajo una óptica demasiado localista y provinciana. Melilla no es el centro del mundo conocido y tampoco lo fue del mundo antiguo. O se acepta esto o no vamos a ningín sitio.

          En 2010, me introduje casualmente en un pasadizo bajo la plaza de Armar y pude fotografiar este arco de ladrillo, claramente de herradura, que ni ha sido excavado ni se pretende hacerlo, pero que podría deparar resultados interesantes, claro que según un comentario que me hicieron llegar, la labor no está por datar y encontrar restos árabes.

          Las diferencias entre hacer las cosas del modo en que se están haciendo en Melilla y  Ceuta son notorias. Luego ya se podrán hacer todas las discusiones académicas que se quiera, sobre si es o no es de tal periodo, pero de escoger entre una y otra gestión, me quedaré siempre con Ceuta.

Enlaces:

(1)   http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/6323/el-estado-financiara-con-13-millones-durante-4-anos-la-restauracion-de-la-puerta-califal-(ceuta)

(2)  http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/3128/

(3) http://neanderthalis.blogspot.com/2006/07/noticia-nuevas-excavaciones-en-ceuta.html

¿ Quién robó el exvoto de Plaza de Armas ?


              El misterio del exvoto perdido

               El 21 de noviembre de 2000, en las excavaciones de Plaza de Armas apareció una pequeña figura, en la que en principio no se fijó nadie. Fue durante la criba de las piedras y restos hallados durante la excavación, cuando lo que parecía una pequeña piedra, tomó la forma de un pequeño «niño» o «bebé», osea, un exvoto. El hallazgo parecía poner sustento a la teoría de Noé Villaverde de que en la Plaza de Armas se podrían estar celebrando cultos religiosos, de modo continuado, a lo largo de todas las etapas de ocupación de Melilla.

                   Es una realidad histórica y arqueológica que al igual que los asentamientos se superponen, lo templos religiosos también, en dónde había un lugar de culto local, luego hubo un templo romano, luego una mezquita y finalmente una iglesia y allí, sabemos que estuvo emplazada la 1ª ermita de la Virgen de La Victoria, y se escogería ese sitio porque habría un templo anterior, probablemente de culto islámico.

                   El exvoto fue la joya del Museo durante dos o tres años. Estaba expuesto en una vitrina, se había hecho la preceptiva réplica y contaba con video vigilancia las 24 horas del día. El problema es que ese exvoto y todo lo encontrado en la Plaza de Armas, ponía en cuestión toda la historia falseada de Melilla y ante la tesitura de iniciar un estudio serio y profundo de la historia de Melilla, la real no la supuesta, se decidió seguir viviendo sobre la mentira y una falsificación absoluta, es la absurda recreación actual de la Plaza de Armas, convertida en un decorado feo y carente de rigor.

                   Se tapó todo. Los muros hallados en las excavaciones, los silos bereberes de almacenamiento de grano, los restos de  la 1ª cerca colocada por los castellanos, los restos de la muralla de caliza amarilla musulmana. Y en la aniquilación absoluta del pasado, un día, haciendo una comprobación rutinaria de las cámaras, se desconectaron, y en ese breve intervalo desapareció el exvoto, la réplica, y nunca más se volvió a saber de él. Es el gran baldón de la gestión de la Cultura en Melilla.

            Luego se quiso extender, que aquello fue una alucinación colectiva, que el exvoto no era tal, sino un capricho de la naturaleza. Miren las fotos y saquen sus propias conclusiones. Yo tengo las mías desde hace exactamente 10 años.