El colmo de la ineficacia


El edificio nuevo de la Policía Local

Escribimos esto porque lo que no se relata no se conoce y lo que no se sabe no existe. Es preferible que te lean un pequeño grupo de personas y ya quede para el futuro, que dejar que algo así quede 3 en el olvido

Cada gobierno se señala, a su pesar, por una obra que en su momento consideró emblemática. Esto ocurrió con la fuente de la desembocadura del Río de Oro, que fijó el límite de un gobierno vanidoso, pero esto nos retrae a 2019.

Ahora, en 2023, tenemos un gobierno que ya no existe, ni en funciones, porque ya ha cambiado la Asamblea que lo sustentaba. Están en estado de agonía prolongada, por el recurso habitual de impugnación electoral, de uno de los partidos que lo formaban, y que siempre lo interpone cuando los resultados le son adversos. Este hecho jurídico mantiene en «vida artificial» a un gobierno, más incinerado que la hoguera de San Juan de 2023.

El nuevo edificio de la Policía Local de Melilla constituirá el paradigma del gobierno que desaparecerá el próximo día 7 de julio, esto es, hacer una obra que luego no fueron capaces de inaugurar ni poner en servicio. ¿Qué ocurrió? Nadie lo sabe, porque hemos padecido uno de los gobiernos más herméticos y con menos capacidad de comunicación de los últimos decenios.

Ha pasado un año desde que se instaló allí una placa que dice que «este edificio fue inaugurado tal día por tal y por cual». No es cierto. Como mucho aquel día se acabaron las obras, pero tampoco es seguro. Lo mismo no hay ni cédula de habitabilidad. No fue inaugurado ni nada. Sigue sin uso, y sin explicación alguna sobre lo sucedido, que no han sido capaces de explicar. Ahora serán otros quiénes lo acaben, inaugure, y pongan en servicio.

Por eso esto es el colmo de la ineficacia en una gestión. Dejárselo hecho a otros.

El héroe de la Policia Local de Melilla


        

          Alfredo Alcoba Rodriguez, jefe de la Policia Local de Melilla

              Alfredo Alcoba era natural de Ocaña (Toledo) y fue el primer responsable civil de la Guardia Urbana de Melilla. Poco se sabe de él, porque nadie se ha tomado el más mínimo trabajo por reivindicar su memoria pública. Hace pocos años se publicó un libro sobre la historia de la Policia Local de Melilla y sólo se le mencionaba para decir que era el Jefe de La Guardia Urbana en Melilla en 1936 y que murió en 1937. No murió, fue ejecutado el día 8 de mayo de 1937 en el Fuerte de Rostrogordo. Tenía 41 años y era casado. Sigue teniendo familia en Melilla y sus descendientes nunca han tenido la menor recompensa moral. Esta fotografía la publiqué, autorizado por los familiares, el día 23 de mayo de 1999 en El Telegrama de Melilla, en la serie de artículos que titulé como:«La historia nunca contada sobre la sublevación de Julio de 1936». Hoy la reproduzco, porque lo considero el verdadero héroe de la policía Local de Melilla, una persona a la que habría que reivindicar, sacar del olvido y recordarle en Melilla como se merece. No sé nada de él, ni sobre sus méritos en el tiempo en el que estuvo al frente de La Guardia Urbana de Melilla.

     Solo sé y eso es suficiente, que se negó a secundar el Alzamiento militar, que permaneció fiel al Alcalde (Antonio Díez) que le había nombrado para el puesto, que fue encarcelado, enjuiciado mediante los procesos viciados del franquismo y que fue ejecutado en una mañana de mayo de 1937. Por estos motivos pido para Alfredo Alcoba Rodríguez.

  1) La Medalla de oro de La Policía Local a título póstumo

  2)  Que el próximo acuartelamiento de la Policía Local lleve su nombre