Imágenes para una década


Siempre hemos escrito que en El Alminar, la parte no visible es de mayor tamaño que la publicada. Miles de fotografías están en los archivos y no constituyeron nunca noticia o comentario. Con el tiempo y revisado, desde atrás hacia adelante, encontramos imágenes que se ven de otra manera, que tienen otro significado. Muchas son fotos casi repetidas, de los mismos lugares, a lo largo de los años, en este pequeño mundo en el que vivimos encerradod.

Comenzamos el repaso con una fotografía de Sabrina Moh en la Semana Santa de 2018, en el mes de marzo, como parte de la banda de la Cofradía Castrense, tocando la flauta travesera. Su vida iba a cambiar apenas unos meses después, pero nadie podía imaginarlo. La moción de censura contra Mariano Rajoy iba a triunfar el 1 de junio de 2018.

En otra imagen vemos la tensión de la conferencia del escándalo, la de Zoubida Boughaba, la escritora rifeña que recopila cuentos tradicionales, y activista contra el hiyab, prenda islámica ajena a la cultura tradicional del norte de Marruecos, del Rif. Elena Fernández entró con fuerza en la Consejería de Cultura y la conferencia provocó el rechazo de la Comisión Islámica de Melilla. La conferencia debía celebrarse, Zoubida decidió viajar hasta Melilla. La tensión se palpaba en el ambiente. Las sensibilidades siempre son epidérmicas y cada cual debe librar sus propias batallas, si es que desea hacerlo.

La tercera instantánea muestra al grupo municipal socialista. Acabábamos de salir del confinamiento y se decidía la retirada de la estatua de Franco. Comparecían Gloria Rojas, Elena Fernández, Mohamed Mohand y Francisca Maeso. El único integrante masculino del grupo, todavía consejero de Sanidad, se preocupaba por la distancia social y porque cada cual ocupase su lugar, sin imaginar que al final sería el mismo él mismo el que acabaría perdiendo el paso, pero de modo definitivo, y todavía no sabemos si el partido.

¿Cuáles son las fotos más antiguas del Alminar? Hay muchas. Una de las que más impresiona es la del vaciado de Isla de Talleres, para hacer los aparcamientos subterráneos y los cimientos de la urbanización Magma Melilla, que fueron contemporáneos con el origen del blog. En el año 2011 se inició la soledad de monseñor Buxarrais, con la marcha de las Hijas de la Caridad. Desde el mes de noviembre de ese año, empezó a ofrecer una misa pública cada día, a la que solo acudías algunas mujeres del Centro Asistencial. Les hacía participar en la misa, en las lecturas ordinarias previas al evangelio.

Una década, 2479 artículos para 3650 días. Muchas cosas vistas, muchos acontecimientos narrados. Tenemos que ir pensando en qué haremos con el archivo fotográfico, porque todo esto ya es patrimonio de la ciudad, y también su propia historia. Le abrimos paso a la Navidad, con el mismo adorno que llevamos viendo colocado toda esta década, sobre el baluarte de San Fernando. También es bueno que algunas cosas permanezcan.

Zoubida Boughaba cogió su avión



   Zoubida  Boughaba cogió su avión y llego a Melilla, como no podía ser de otro modo, y en una decisión que solo podía tomar ella. Nuestra ciudad está integrada en el marco constitucional español, amparada por el Estado de Derecho y en el que impera la Libertad de Expresión. Miedo pues, ninguno y las amenazas se denuncian. Hizo bien en venir y así no dejó desairada a la Consejera de Cultura Elena Fernández.

               La Fetua del Imán Jomeini contra Salman Rushdie convirtió al autor hindú en un éxito de ventas mundial en 1989, y a su libro de «los versículos satánicos». Fue un acto desproporcionado, como también lo ha sido el comunicado de la Comisión Islámica de Melilla, condenando la presencia en Melilla de la autora rifeña, nacida en la ciudad marroquí de Alhucemas. No se puede intentar impedir actos culturales, a golpes de «declaración de persona non grata».

               Zoubida Boughaba ha llegado a Melilla en su condición de mujer cuenta cuentos rifeña, empeñada en la recuperación y conservación de tradiciones y cuentos populares de su Rif natal. No venía a la ciudad como activista feminista y contraria radical al uso del velo islámico en cualquier mujer. Aquí habría que decir aquello de: «La culpa no era mía, ni de donde estaba ni cómo vestía». Esto vale para todas, incluidas las mujeres que deciden usar velo. Las mujeres iraníes solo pide el «uso voluntario de esa prenda», no su erradicación, ni tampoco el fin de las tradiciones islámicas. El modo de vestir de las mujeres no puede ser objeto de discusión, y si son víctimas, no se las puede convertir en culpables.

         Pero esa no es la cuestión, porque Zoubida no vino a hablar de eso, sino de las tradiciones culturales del Rif, dentro del marco de la conmemoración del Año Nuevo Amazigh o Yennayer 2970, acompañada por la propia consejera, y por los profesores  y escritores Mohamed el Morabet y Mustafa Akalay Nasser. Este era y es el motivo de la reunión cultural en el salón de actos de la antigua Cámara de Comercio y hoy sede de la Consejería de Cultura.

             Sin embargo, el aludido comunicado de la CIM, que solo cabe calificar como despropósito, convirtió el acto cultural en uno solidario, porque la Libertad de Expresión prevalece por encima de cualquier cosa, salvo el de la intromisión en la intimidad de las personas, algo que no era el caso. El pequeño salón se quedó más pequeño aún, ante la masiva presencia de público.

                 Lo que debió ser un acto cultural melillense, ha quedado convertido en un asunto de relieve internacional. Lo que era solo una manifestación cultural se transformó en un acto contra la censura. Hace unos años, a Melilla llegó la profesora española de origen sirio Sirin Adlbi a criticar al movimiento feminista en su conjunto, a arremeter contra eminente feminista y profesora Fatima Mernissi, y nadie se rasgó las vestiduras. Ante actos con los que uno no está de acuerdo, está siempre la opción de no acudir a ellos.