Ángel Turrión, siempre en la memoria


              ¡ Que tu reposo sea apacible, querido camarada!

   Ángel Turrión ha fallecido hoy, tras un largo año de intensa batalla contra el cáncer.  Hasta ese momento había sido un infatigable luchador de las causas más nobles de la izquierda. Músico, sindicalista de UGT, siempre leal y afiliado al PSOE, siempre amigo y siempre dispuesto a colaborar. Lo conocía desde hace mucho tiempo, pero mi relación con él se hizo más estrecha cuando iniciamos la lucha contra los símbolos franquistas en Melilla. En nuestra ciudad fuimos los primeros en pintar de malva la estatua de Franco, y luego siguieron las ciudades de Ferrol (rosa) y Madrid (rojo). Melilla inició la lucha contra la esperpéntica simbología franquista.

      Ángel Turrión, «Turri», estuvo con nosotros desde el primer momento.  Es un honor haber compartido con él todos esos momentos por las calles de Melilla. Colocando las pegatinas de: «Fuera de la vista los símbolos franquistas», contabilizando escudos y placas franquistas olvidadas o camufladas, repasando las estatuas pintadas, o recabando apoyos cuando la Ciudad Autónoma nos llevó a los juzgados. Es curioso que nos echaran todo el peso de la Ley y del Gobierno Local encima, por haber pintado una estatua de Franco, y los activistas de Chramti ni siquiera hayan sido condenados, al menos testimonialmente, por aserrarle el brazo a Estopiñán.

     Pasamos momentos muy duros en aquel año de 2001, cuando nos llevaron al juzgado y no exigieron 18.000€ de fianza y un año y medio de prisión a cada integrante del COCISSFRA (Colectiv0 Ciudadano para la Supresión de Símbolos Franquistas), que depositó Carlota Leret O´Neill. También recibimos la ayuda económica de UGT, a través  de su dirigente Dionisio Muñoz, del empresario Armando Gallego, y de José Luis López Belmonte,  que nos ayudaron a pagar los casi 2000€ de costas procesales, incluida la multa.

      Nadie que no estuviera en nuestra piel, o la de nuestras familias, puede imaginarse la inmensa presión a la que nos sometió el Gobierno de la Ciudad de Melilla, pidiendo para nosotros las máximas condenas posibles.  Sin embargo, hubo un gesto que hizo saltar todo en pedazos, y fue el de Dionisio Muñoz Pérez, dirigente de UGT y del PSOE, que citó a la prensa y a los acusados sin decir nada a nadie de sus planes. Delante de todo el mundo, con luz y taquígrafos como testigos, llenó de brochazos color rosa la estatua de Franco. Fue un acto valiente y osado, por el que también fue denunciado por el Gobierno de la Ciudad.  Aquel gesto, que volatilizó la presión del Gobierno y de la Justicia sobre todos nosotros, cambió por completo nuestra suerte judicial, que hasta ese momento era muy negra.

       Como tampoco se extinguirá nunca en mí la eterna sonrisa de «Turri», su buen humor, su optimismo, su actitud colaboradora para todo tipo de causas que protegiesen a los desfavorecidos, o a la memoria de los represaliados. Gracias siempre, camarada Ángel Turrión, compañero, amigo. Fue un honor inmenso haber estado junto a tí, y compartido todos esos momentos, que ya son historia de Melilla, y también historia de nuestras vidas.

                                  ¡ Hasta siempre, Turri !.

Galerías y minas de Melilla


      Las galerías y minas de Melilla comunican los llamados cuatro recintos defensivos de la ciudad. Los ingenieros españoles perforaron todo el peñón rocoso, buscando el modo de ir de un lugar a otro, por necesidades defensivas y también de espacio. Durante 400 años Melilla apenas tuvo 1 km² de superficie, y había que almacenar víveres y municiones, o incluso resguardar a  la población en caso de asedio. Los militares castellanos contaron en un principio con las cuevas naturales existentes, que ampliaron y modificaron. También hicieron uso de las más que probables «cuevas moras», excavadas por los pobladores bereberes a lo largo de los siglos. El sistema de defensa con túneles, era una construcción propia de la España musulmana, llegándose a encontrar hasta en Guadalajara. El antiguo reino nazarí está lleno de ellos.  En Melilla, los ingenieros castellanos y españoles hicieron de la necesidad un arte, y crearon una extensa red de túneles, galerías y minas, que aseguraron la vida en la ciudad en sus momentos más duros, y también sirvieron para socorrer y comunicar los puntos más aislados y lejanos con el centro de la plaza.

                 Sobre los túneles y galerías se ha creado una amplia leyenda. Mucha gente habla de ellos, pero muy pocos los conocen o han estado en ellos. Muchos ya están cegados en alguna parte de su recorrido, de otros solo quedan las entradas y algunos tramos. Ha habido derrumbes, guerras y mucha construcción a lo largo del último siglo, que los han ido eliminando. Se conoce poco porque es algo que no se ha divulgado en exceso. Durante la etapa franquista se catalogó todo eso casi como de «seguridad nacional», pese a que existían planos, hoy ya publicados, de esa red de túneles y galerías. A principios de la década de 1980, el melillense Carmona Mir realizó un documental sobre ellos, que no se si se llegó a visionar.  De hecho existe y yo he visto una copia, aunque de muy mala calidad.

       En los últimos años, he localizado algunas entradas, ya tapadas, a esas galerías. Otras están en uso y son visitables, como los almacenes y cuevas de La Florentina, la galerías y minas de San José Bajo y las cuevas naturales del Conventico. Existen otras muchas entradas, conocidas unas y desconocidas otras. Muchas son refugios de personas sin techo y de gentes de «mal vivir». Hoy es una aventura no aconsejable el adentrarse dentro de ellas, además del peligro de derrumbes y de otras circunstancias imprevistas y peligrosas.

     Notas: https://elalminardemelilla.com/2011/11/14/la-torre-del-abismo/. https://elalminardemelilla.com/2011/11/13/las-cuevas-moras-de-melilla/