Túneles en Melilla


 

El sendero del asfalto

           Los túneles son tubos bajo el terreno o a diferentes niveles, construidos para resolver problemas de circulación o de comunicación en territorios de difícil acceso o de tráfico denso. Los túneles tienen una normativas de seguridad muy exigentes, tanto si son urbanos como interurbanos, de pequeñas o grandes dimensiones, unidireccionales, o bidireccionales.. Lo que resulta común todos es que nada, ningún obstáculo vial debe entorpecer la boca de un túnel, que tienen preferencia en su salida.

             En Melilla existen tres túneles en tramos urbanos o exteriores. El de la Purísima tiene deficiencias en sus medidas obligatorias de seguridad, el de la carretera de Alfonso XIII apenas llega a los límites exigidos, pues carece de una acera para evacuación de personas en caso de accidente en su interior, además de ser demasiado estrecho y el de la carretera del Aeropuerto, el más amplio y espacioso de todos, no tenía problemas hasta la fecha.

                          ¿Rotondas frente a túneles?

        En los túneles, ya sean cortos o largos, no puede retenerse el tráfico, porque la acumulación de gases de escape puede hacerlos peligrosos. Sin embargo, el de Alfonso XIII tiene en su salida una rotonda, que elimina su preferencia de paso, creando una congestión en su salida y haciendo inútil la solución que pretendía resolver. Los túneles también se construyen para hacer más ágil el tráfico rodado, al cambiar los niveles de circulación de los vehículos. Instalar una rotonda frente a la misma boca del túnel parece un despropósito, o una incongruencia vial.

           Como los despropósitos nunca caminan solos, se ha construido otra rotonda casi sobre la misma salida del túnel de la carretera del aeropuerto, y además se ha añadido un resalto, para hacer  más peligrosa la circulación la salida de un túnel, que funcionaba razonablemente bien. En la semana de su inauguración, ya se han producido dos accidentes de tráfico en esta nueva rotonda.

            La rotonda convierte en algo peligroso tanto la entrada como la salida del túnel, pero la nueva carretera es absurda, porque comunica el mismo punto (la Residencia de Mayores), con la misma carretera, la del aeropuerto, en apenas 50 metros de distancia. El flujo de tráfico estimado para esa nueva carretera, que cuenta con una curva cerrada e incluso un cambio de rasante, apenas supera los 10 vehículos por hora. Una nueva carretera, dos rotondas para comunicar una zona, con apenas una separación de unas pocas decenas de metros. Toda una acumulación de circunstancias peligrosas. Luego nos echarán la culpa a los automovilistas.