¿Estrangulamiento a Eroski?
El desfiladero y el túnel de Saláng constituían la única posibilidad de comunicación desde el Norte, entre la entonces Unión Soviética y Kabul, de hecho lo siguen siendo. El paso era tan estrecho y tortuoso, que se convirtió en una ratonera para el ejército ruso. Las posibilidades de emboscada eran 100 veces superiores a cualquier posibilidad de defensa. O se llegaba a un acuerdo con los muyahidines para mantener el paso abierto o entonces el desfiladero era solo un camino hacia el martirio.
El desfiladero de Salang de Melilla es el mar Mediterráneo. No hay otra posibilidad de llegar hasta la ciudad que atravesarlo, utilizando claro está, los buques de carga o de pasajeros. La ciudad se abastece de suministros por mar, y ya solo hay una línea naviera para transporte de pasajeros, la fusionada Armas/Trasmediterránea; y otra para el transporte de mercancías Baleária/Peregar, también fusionadas bajo el nombre de Alborán. Fusionadas, como las cofradías de Málaga.
El embudo se estrecha al llegar a Melilla, con estas dos únicas vías para el transporte, 13 agencias de aduanas, y 6 consignatarias de buques. Esto quiere decir que la totalidad de la inmensa cantidad de mercancía que llega al puerto, precisa de alguna de estas puertas para su entrada en la ciudad y distribución. En algún lugar de esta cadena parecen estar los problemas de distribución que parecen estar afectado a la gran superficie de Eroski, que se encuentra al borde del desabastecimiento desde hace ya 10 días.
Estantes vacíos de productos tan elementales como huevos, productos lácteos, botellas de agua, alimentos perecederos o no perecederos, productos de limpieza, aseo, etc. Pasear por sus pasillos produce el mismo efecto que las imágenes de la Venezuela de Maduro. Ha llegado a faltar el pescado, frutas y hortalizas. Fuentes oficiosas informan de que el problema podría radicarse en el transporte o distribución, y en el intento de negociar un nuevo contrato para la llegada de la mercancía hasta la cadena alimenticia.
Esto no sucede en ninguna ciudad de España ni de Europa, salvo el ya referido caso de Venezuela. La plana mayor de Eroski/Murias se encuentra ya en la ciudad, intentando solventar la situación, sea cual sea. Hace unos días, en la zona de hortalizas se informaba a los clientes de que «problemas con la distribución impedían ofrecer los productos habituales». Todavía no parece faltar el papel higiénico, como en Caracas. La otra posibilidad que se apunta, aunque con menos solvencia, sería la del cambio de titularidad del supermercado, pero esto no explicaría el desabastecimiento casi total de productos.
Hasta el mes de diciembre de 2017, fecha de inauguración del Parque Comercial, el comercio melillense se encontraba en la Edad de Piedra. Han llegado hasta nosotros un tipo de centros comerciales que ya son habituales en el resto de España desde hace dos décadas. En Melilla, el presente siempre es el pasado.
Nuestra defensa es siempre la del consumidor y trabajador melillense, la de la ciudad. Ya escribimos hace tiempo de como la acción de empresarios y comerciantes melillenses junto con parte del poder político, impidieron en 1996 que Melilla iniciase una renovación económica acorde con la que entonces se iniciaba en la península.
Notas:https://elalminardemelilla.com/2017/12/03/parque-comercial-murias-de-melilla/