La Ministra Dolores Delgado emerge frente a los Franco
Se habla poco de ella, pero la Ministra de Justicia Dolores Delgado, ha sido la gran figura de la exhumación del dictador Francisco Franco, llevada a cabo el pasado 24 de octubre de 2019. ¿Por qué?. Es sencillo de explicar.
Los Franco, comandado por el capite familiar Francis Franco, estaban reunidos al completo para amedrentar, 22 en total entre nietos y biznietos, a la solitaria Ministra de Justicia, en funciones de Notaria mayor del Reino. En el lado de los Franco, el hijo de un ministro franquista irredento, abanderado del inmovilismo del Régimen e integrante destacado del denominado bunker, como fue José Utrera Molina, quien publicó sus memorias bajo el inequívoco título de: Sin cambiar de bandera, la de franquista y falangista del Régimen. Entre ellos, y degradando su supuesta condición de «heredero del Trono de Francia», el duque de Anjou. Los franceses tienes decenas de motivos para no renunciar nunca el régimen republicano, y desde ayer ya tienen otro, y casi definitivo. Jamás tendrán como rey a quien se ha situado en el lado izquierdo, en primera fila, bajo el ataúd de un dictador.
Y frente a toda la línea y despliegue de soberbia familiar que ejercieron los Franco, muy consciente de la ventana mediática que les proporcionaba la exhumación del tirano, una mujer sola, la Ministra Dolores Delgado, a la que ni siquiera saludaron. Malos modos y malas formas, en una familia que no sabe comportarse de otro modo.
Dolores Delgado, fiscal de carrera, madrileña y Ministra de Justicia, llegó tensa a la explanada del Valle de Los Caídos, consciente de que un solo error la pondría de modo directo frente al cadalso mediático de los representantes de la caverna franquista, mas abundantes y más oculto de lo que parece a simple vista. Dentro de la basílica hizo frente a la actitud energuménica de algún familiar, que calificaba como profanación, una exhumación legal, realizada con decoro de Estado y oficio litúrgico. La tensión seguía en su rostro en la explanada del Valle, en el helicóptero, y también en el Panteón de Mingorrubio.
Francisco Franco Bahamonde ha sido el mayor profanador de tumbas y de enterramientos de la historia de España, porque profanar tumbas es violar las sepulturas de los republicanos que él mismo autorizó y ordenó fusilar, y enterrarlos de modo clandestino y sin consentimiento familiar, en el tenebroso Valle de los Caídos, sin ni siquiera hacer un registro de nombres, ni custodia digna de esos resto. La mayor parte de los 25.000 republicanos que vieron violentadas sus tumbas, jamás podrán ser identificados.
Que un familiar de Franco se permita calificar como «profanadora» a una Ministra de Justicia, impecable en su labor como Dolores Delgado, es una ofensa y una burla a todo aquel que se considere demócrata. Em este blog, El Alminar de Melilla, reconocemos como ofensa inaceptable ese calificativo, pronunciado por una familiar del profanador de tumbas Francisco Franco, dirigido a una Ministra del Gobierno de España. El problema es que los Franco no se juntaron para demostrar que su abuelo no estaba solo, se juntaron para hacer un ejercicio de soberbia y altivez familiar, un ejercicio de clan. El resultado es que han recibido la mayor lección de Democracia que se haya dado en España desde su restauración en 1978, y frente al mundo entero.
Eso es lo que no son capaces de digerir, ni de lo que todavía son conscientes. Siempre tenemos otro modo de ver las cosas.