Barcos, nombres, historias


Todo lo que vemos tiene nombre, y todo nombre tiene una historia detrás. El yate Octopus estaba atracado ayer en el puerto de Málaga. Era propiedad de Paul Allen, fallecido el 15 de octubre de 2018, uno de los fundadores de Microsoft. Actualmente ocupa en puesto 8º entre los yates más grandes del mundo. La tripulación del barco esta compuesta por 56 personas y tiene capacidad para 26 pasajeros. Hasta su fallecimiento, el Octopus se dedicaba a misiones de investigación que lideraba el propio Allen, quien consideraba a Málaga como su puerto base en sus navegaciones por el Mediterráneo. También escogía este puerto para sus reparaciones. En estos momentos se encuentra a la venta por un importe de 295 millones de euros.

Nuestro barco, el Ciudad Autónoma de Melilla, compartía espacio en el puerto de Málaga con el SeaCloud II. Un barco con la bandera de la Orden de Malta siempre es llamativo. En este caso, la historia del SeaCloud (un velero cuya función actual de la de crucero de lujo) es muy larga. Al igual que el Octopus, el SeaCloud primigenio fue construido en astilleros alemanes para la mujer de negocios norteamericana Marjorie Merriweather Post. Durante la II Guerra Mundial fue ofrecido como guardacostas a la Marina de Guerra Norteamericana. Retornado al servicio civil, fue comprando por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, quien lo rebautizó con el nombre de Angelita. El exdictador panameño y su época, fueron magistralmente retratadas por el Nóbel Mario Vargas Llosa en «La fiesta del chivo». Ahora Franco y Trujillo comparten cementerio en Mingorrubio.

El SeaCloud II es un barco de nueva construcción, procedente de astilleros españoles, los Gondán S.A., fletado y bautizado en las Islas Canarias. Está inscrito bajo la bandera de Malta y se dedica a los cruceros de lujo, entre el Mediterráneo y el mar Caribe según las estaciones climatológicas.

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