La puerta olvidada


                Pero en la Historia, como en la vida humana, el deplorar lo sucedido no hace retroceder el tiempo, y no bastan mil años para recuperar lo que se perdió en una sola horaStefan Zweig

               Esta puerta lo prueba todo. Está olvidada, pero no sin vigilancia. Es el área 51 de la ciudad vieja. El espacio vedado al que nadie accede, en el que nadie mira. No hay permisos, no hay llaves. Stefan Zweig hace referencia a la Kerkaporta, la famosa puerta de las murallas de Bizancio que alguien dejó olvidada en la madrugada del 29 de mayo de 1453, y por la que entraron atemorizados, y luego en tropel, el más feroz de todos los cuerpos bélicos de infantería, el de los Jenízaros.

          Constantino XI Paleólogo había ganado el planteamiento del asedio al sultán Mehmet II, sin embargo, ese hecho inexplicable, el que esa puerta estuviera abierta en la mañana más decisiva de Constantinopla, dio un vuelco a la historia de aquel día, y posteriormente a la del mundo.

               Nosotros, aquí en nuestro blog, hablamos de otra puerta, o de un pasadizo, el de la Alafía o de la plaza de Armas, como lo denominamos en el primer artículo del año 2010. Hemos escrito mucho a lo largo de todos estos años, e incluso antes de la existencia del propio blog: porque antes de que existiese El Alminar, ya era. La vamos a volver a abrir, esta vez de manera definitiva, para que el viento de la historia se lleve toda la hojarasca y resplandezca la verdad.

              Nota: Esta entrada es solo un anuncio de la que está detrás de ella

 

6 comentarios en “La puerta olvidada

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