El aparcamiento menguante


         La cubierta de los aparcamientos de Puerto Noray está desapareciendo de modo inexorable, de un día a otro puede verse su superficie menguante. Vientos huracanados y vendavales han hecho extinguir la cubierta en mas de la mitad de su superficie original. No se ha repuesto y el aparcamiento se está dejando de usar. Solo algunos funcionarios y trabajadores de las Torres de la Administración aparcan allí, con una tarifa especial, entre las 8 de la mañana y las tres de la tarde. La eliminación de la sombra, en una ciudad donde el Sol es potente, los coches son hornos.

              El aparcamiento solo vuelve a utilizarse por la noche, por las personas que acuden a los locales de ocio del puerto deportivo melillense. Los restos de copas, vasos de cristal y la presencia de latas, indican que el último trago se da antes de subirse al vehículo. En esos momentos la maniobrabilidad es reducida, menos eficaz. Se ve menos por la noches y las farolas confunden y deslumbran.

              La penúltima de las cubiertas ha sido derribada por el golpe de un coche. A juzgar por el daño causado debió ser un golpe fuerte y realizado con un vehículo fuerte, porque prácticamente la ha puesto en el suelo. En apenas dos vendavales más, este aparcamiento será una explanada.

                 No se puede dejar de realizar una foto en Melilla, porque al día siguiente puede no existir lo fotografiado. Casi como es el caso.

                Notas:https://elalminardemelilla.com/2014/03/04/el-viento-provoca-danos-en-toda-melilla/

El viento provoca daños en toda Melilla


  El viento dobla la uralita como papel de aluminio

    Cuenta los exégetas del Generalísimo, que cuando le presentaron la maqueta de la Cruz de los Caídos le informaron de que habían calculado su estabilidad para más de 100 años, a lo que el siempre escueto Caudillo añadió: «que sean mil». Esta es la cifra de la supervivencia postrera de una obra, 1000 años, que solo han conseguido los constructores de pirámides, los romanos y los edificadores de catedrales. Ninguna obra moderna alcanzará una cifra semenjante. El Valle de Los Caídos ya se cae y no llegará ni siquiera a la mitad de esa cifra.

    La primera vez que un vendaval levantó como láminas de papel de aluminio el techo de la Estación Marítima en 2009, el portuario presidente melillense, el singular Don Arturo dijo que: los nuevos anclajes resistirán vientos de al menos 500 km/h, los del planeta Jupiter.  Si estas cosas ocurren con los vientos terrestres, no queremos ni imaginar cómo puede quedar todo, si alguna vez nos cayeran encima los huracanados vientos existentes en el mayor de los planetas del Sistema Solar.

       La reflexión y la imagen solo pretende poner el acento en la futilidad de las obras humanas. La sucesión de temporales está arrasando con medio país. Paseos marítimos, diques, espigones, casas, muros, y la mayor parte de las obras de embellecimiento costeras, están desapareciendo o quedando seriamente afectadas con la llegada de un vendaval tras de otro. Esta es la segunda vez que el viento dobla las láminas de alumino de los aparcamientos de Puerto Noray.

        La situación de las Torres del V Centenario, duplica la fuerza del viento en esta zona, provocando remolinos y túneles de viento muy peligrosos. Esto también lo hemos escrito.

       Nota: (1) https://elalminardemelilla.com/2013/06/01/un-millon-para-el-mejor-proyecto/. (2) https://elalminardemelilla.com/2012/01/18/el-viento-y-las-torres-del-v-centenario/. (3) http://www.diariosur.es/20090311/melilla/esteban-afirma-nueva-cubierta-20090311.html