Lo primero que hay que decir es que a la vista de las gradas y de la tribuna del estadio Álvarez Claro, es que la UD. Melilla es el equipo de Melilla, sin distinciones de ninguna clase. La segunda es que cuanto antes se denomine al estadio municipal como Bartolomé Hernández, Totó, tanto mejor. Toda la afición de la ciudad estaba hoy en el campo, apoyando a su equipo. Además de animar a la UD. Melilla, la afición melillense fue muy respetuosa con el Real Madrid, al que no silbó en ninguna ocasión. El partido empezó con un minuto de silencio en su memoria, la del gran capitán Totó.
Esto no es ni puede ser una crónica deportiva, en una ciudad en la que los periodista deportivos son legión y de gran calidad. Es una crónica social de un acontecimiento deportivo. En la última década las veces que el Melilla ha jugado la Copa del Rey se cuentan con los dedos de una mano y con la otra, las veces en las que resultó eliminado en primera ronda. Llegar a dieciseisavos de y que te toque el Real Madrid es una suerte inigualable. Uno de esos días que ya quedan marcados en el calendario.
El Real Madrid atravesó el Mediterráneo
Como si se tratara de su particular Rubicón, el Real Madrid atravesó el Mediterráneo cargado de seriedad y respeto por el rival, los melillenses de la UD. Melilla. La presencia del capitán Sergio Ramos, de Benzemá, de Lucas Vázquez, de Marco Asensio y Keylor Navas desde el pitido inicial, era un indicador de la seriedad con lo que se habían tomado este partido. Los fantasmas del «alcorconazo» volvían a agitarse con la proximidad de la fiesta de Todos los Santos. En esta ocasión el Real Madrid no vistió el blanco habitual y prefirió el naranja de Halloween. A la postre le ha dado mejor suerte.
Las brasas de lo sucedido en el Camp Nou tardarán décadas en apagarse. Por ello, el Madrid se pegó al terreno, resbaladizo por la lluvia y salió concentrado desde el principio, sin permitirse la más leve sensación de superioridad. Hay que agradecer y mucho, que el equipo melillense jugara y dejara jugar. Cualquier otro club en su situación, se hubiese dedicado a destruir juego, y a buscar un resultado más asequible y esperanzador para el partido de vuelta. Con el 0-4 no queda incertidumbre ninguna en la visita al Santiago Bernabéu.
La primera presencia del Real Madrid en Melilla, en un partido de competición oficial se ha saldado con una victoria inapelable. El resultado final de 0-4 con goles de Benzemá, Marco Asensio, Odriozola y el tanto final de Cristo González en la prolongación. Vinicius fue el jugador más destacado del partido, disputando su primer encuentro completo con el equipo titular, aunque no marcara ningún gol. En el equipo melillense destacó su portero Dani Barrio, que evitó una derrota mucho más abultada, que hubiese sobrepasado el límite del temible 5.