Incendios en Melilla



              El diario Melilla Hoy informaba en su edición del día 6 de diciembre, de los incendios producidos en el último fin de semana en Melilla, tres en total.  Uno se produjo en una vivienda de los pabellones militares de la calle Gral. Manzanera, otro en un solar abandonado del Tesorillo (hay demasiados solares abandonados en Melilla), y el último de la serie se produjo en el barrio de La Cañada de Hidum, calle de la nebulosa de Hércules. Sin embargo, nadie daba cuenta de este incendio producido en un vehículo, en la calle Infantería.

   Quizá se trataba de un incendio anterior. Consultadas las diversas fuentes, solo localizamos la noticia del incendio de un vehículo, que ardió de manera fortuita, tras la jornada electoral del 20N, en la calle Salvador Rueda, junto al Instituto de Formación Profesional. Otros medios de comunicación locales escribían sobre otros vehículos incendiados, en otros lugares No se trata pues del  caso del vehículo de la calle Infantería. Dejamos  la fotografía y la constancia del incendio. Nos queda saber la explicación.

Melilla, monumento al Alzamiento Nacional (I)


 

                         20 de julio de 1941: La inauguración

  Estética y conceptualmente es un monumento indefendible, por mucho que el proyecto lo firmara Enrique Nieto (se derriban casas suyas cada día en Melilla). Sólo tiene valor el grupo escultórico, cuyo autor fue el melillense Vicente Maeso y es lo único que merece ser conservado. El resto del monumento, además de feo, es una ofensa, porque está erigido sobre el lugar que ocupaba el Café La Peña, lugar de reunión de obreros, clases populares y gentes de izquierdas durante La República. El mamotreto monumental pretendió desde el primer momento, sepultar la memoria del emblemático Café, testigo de innumerables acontecimientos históricos de Melilla.

           En un principio, las autoridades franquistas pretendieron refundar el cafetín, aunque con su nuevo concepto ideológico y político. Lo llamaron «Nueva España», pero fracasó rotundamente. La razón del fracaso fue muy sencilla, pues habían matado o encarcelado a toda su clientela. Así pues, el nuevo cafetín, aunque ya cerrado, les seguía recordando el pasado y optaron por demolerlo y sepultar así cualquier vestigio de la memoria.

       Nunca supieron como llamar al mamotreto. He leído varias denominaciones: De La Victoria, Al Ejército, pero ninguna realmente válida. La pervivencia de la placa que señala la fecha «17 de julio de  1936», hace que opte por denominarlo como monumento al Alzamiento Nacional, pues fue inaugurado un 20 de julio de 1941, precisamente en el 5 aniversario de la efeméride.

          Para el evento, la avenida fue cubierta de flores, el monumentazo envuelto como un paquetito sorpresa y contó con la voluntaria y obligada presencia de toda la ciudad y de sus autoridades más ilustres. En un principio quisieron inaugurarlo el 17, y adelantarse nuevamente al discurso de Franco el 18 de julio, pero tras las órdenes oportunas, aceptaron el retraso al día 20. Siempre por detrás de Franco, eso fue Melilla en el franquismo.

         Nota: La fotos, cedidas por un colaborador de El Alminar, son inigualables y el ambientazo, realmente festivo. La foto del grupo de mujeres, entre las que muchos reconoceran  a sus madres, abuelas o tías, es maravillosa. En las fotografías aparecen establecimientos desaparecidos como la farmacia Bernardi o el bar Imperial, en la esquina de lo que hoy es Banesto.

Renovación del área infantil del Parque Hernández


                        La carcoma que nunca existió

         En el pasado mes de junio la alerta ciudadana informaba del deteriorado estado de la zona de juegos infantiles del Parque Hernández. La carcoma amenazaba con abatir columpios y provocar  el derrumbe de castillos y barras de juegos. Desde el blog: «La otra Melilla» se dio la voz de alerta y El Alminar completó la denuncia el día 7 de junio. A los pocos días el diario Melilla Hoy recogía las denuncias publicadas en los blogs. El Gobierno de la Ciudad, recién ganadas las elecciones y aún sin digerir la celebración electoral, arremetió contra: «los vándalos», autores del supuesto desaguisado. No podían comprender que una gestión tan modélica, recién refrendada en las urnas, se viese cuestionada por «una indigna plaga de carcoma». Se negó todo y se acusó a los suevos, vándalos, alanos y visigodos.

     La negación sistémica provocó las iras blogueras, y en los días siguientes fotografiamos cada palmo del parque infantil. La evidencia del paso de la carcoma ya no podía ser negada por nadie, ni siquiera por el gobierno que nunca se equivoca. No se reconoció nada, pero a partir del mes de junio se eliminó el castillo podrido, se cambió el travesaño del columpio, se rehicieron otras atracciones y finalmente se cerró esta parte del parque infantil, la del puente de madera.

         El castillo del puente de madera permaneció cuatro meses cerrado, recibiendo constantes visitas de técnicos de La Consejería (en general, porque nunca se especificó cuál se hacía cargo de las reparaciones). Tras sesudos análisis y múltiples informes, se derrumbó completamente lo que quedaba de este castillo y se allanó toda la zona. El blog de La otra Melilla dio puntual noticia del suceso. http://laotramelilla.blogspot.com/2011/10/seis-meses-para-derribarlo-cuantos-para.html

                ¿ Qué es lo que pasó, qué encontraron?. Nada se ha dicho. No lo podemos asegurar. Sin embargo, este fin de semana se estaba reconstruyendo a marchas forzadas una nueva zona  de atracciones, procediéndose incluso al cambio de las losas de goma. 

 Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/06/07/la-carcoma-devora-un-parque-infantil/

https://elalminardemelilla.com/2011/06/08/una-zona-infantil-en-colapso-absoluto/

La mezquita blanca de Melilla


              Casi todos han oído hablar de ella, muchos la conocen, pero muy pocos la han visto. El requisito indispensable para entrar en esta mezquita es ser musulmán, pero no todos los musulmanes pueden entrar dentro de ella. Hay que llevar barba, hay que ser una persona respetada en el barrio y de reconocidas y buenas prácticas religiosas. No entra cualquiera, por supuesto ningún cristiano, pero no todos los musulmanes pueden hacerlo. Practican un Islam muy rigorista.

     Los hombres se ciñen a la única descripción contenida en El Corán acerca del posible aspecto del profeta Mahoma, para adecuar la vestimenta y la barba. Tienen profesiones humildes (obreros, albañiles, transporte de mercancías), ninguna puede estar relacionada con el pecado o con los vicios. Las mujeres deben ir cubiertas en el modo descrito por el libro sagrado y por la tradición. Lo escrito en El Corán es el centro y la guía de la vida. Toda explicación, toda duda, o está resuelta por la tradición o no está permitida.

     Mi experiencia en esta mezquita no fue mala, se me echó de la misma porque no podía estar allí. Uno de los encargados de la mezquita me invitó a salir y me lo dijo claro: » No puedes estar aquí, no es por racismo ni por ninguna otra causa, es que no puedes estar aquí». No hubo malos modos ni voces alzadas. Fue una confusión, creí que podía estar allí dentro, del mismo modo en que había entrado en otras mezquitas de Melilla. Luego comprobé que a la mayor parte de los musulmanes del barrio tampoco les dejan entrar en esa mezquita. Para evitar otras posibles intromisiones, tras aquel encuentro, se ha instalado un distribuidor de entrada, que impide equivocaciones y situaciones incómodas. Ya no es posible volver a fotografiar el interior de esta mezquita. Las únicas que hay son estas.

      Siguen una interpretación muy rigurosa del Islam, la iniciada por el clérigo reformador Muhammad Ibn Abd-al Wahab en el siglo XVIII, que estableció sus vínculos con la dinastía Saud de Arabia Saudí, país en el que todo el Islam es wahabita, o seguidores de Abd-al Wahab. El movimiento salafi o salafistas, de los que habla Jose Mª Irujo en El País (13-11-2011), es otra cosa.

         Especificamente en Melilla, hay dos tendencias salafistas, una más cordial y abierta al contacto con el cristiano y otra más rigorista y cerrada, la representada por los usuarios de «la mezquita blanca». Aun así, conozco a un amigo, converso al Islam, que reza en esta mezquita y en otras. El requisito es llevar barba y tener una profesión honrada, que no esté en contacto con formas pecaminosas de vida. Si hubiese que compararlos con algo, lo haría con los franciscanos de los primeros siglos y la reforma de San Francisco y Santa Clara y su amor extremo a la pobreza. Los franciscanos se distinguían por su hábito, del mismo modo en que lo hacen los salafistas.

                 La mezquita blanca

     Fue erigida en el año 2005. Se caracteriza porque carece de toda decoración u ornamento. No hay nada en ella que distraiga de la oración.  Carece hasta del nicho del minrab y como único elemento está el pequeño mueble en el que el almuédano recita el sermón de los viernes o jutba. Todo es de color blanco. Como todas las mezquitas, tiene separadas las zonas de rezo de hombre y de mujeres, solo que en ésta. no hay comunicación visual entre ambos sexos. La mujeres están en la 1ª planta y están separadas por un tabique de la planta baja o zona de los hombres.

La dura realidad de Melilla


          El primer aguacero inunda la ciudad y revienta colectores

     La realidad de Melilla y el sueño coincidieron en una misma tarde. Una pequeña tromba de agua, apenas media hora antes del inicio de la actuación de Raphael, provocó más de 50 salidas de los bomberos, el atasco de los desagües, que reventaran los colectores y que el olor de las aguas negras se esparciera por la ciudad. Justo a la entrada del Kursaal, se podía apreciar en que situación dejaba una «pequeña tromba de agua», a nuestras infraestructuras millonarias.  

   Más kilómetros de tuberías que toda el perímetro de La Gran Muralla de China, una renovación del alcantarillado y de las conducciones de agua  que podría dar la vuelta a La Tierra, pero tan sólo 30 litros de agua por metro cuadrado, en poco más de media hora, ponían a nuestras infraestructuras en el lugar de la realidad, y no en el de la propaganda. Hablamos de lo ocurrido en un breve lapso de tiempo,  en el centro de la ciudad y en el Paseo Marítimo, dos de los lugares escaparate de un modelo de gestión, que hace aguas con la primera tormenta.

        Esta mañana, el Paseo Marítimo era un lugar asqueroso y fétido. La zona de juegos infantiles estaba maloliente y era una zona insalubre. Todo lo que hemos visto , lo que vemos, es una ficción inflada por la propaganda. Melilla se enfrentará  a un horizonte durísimo, el día que haya una verdadera emergencia climática.

 Nota: El Barrio del Insdustrial en las imágenes de La Otra Melilla. http://laotramelilla.blogspot.com/2011/10/el-barrio-industrial-despues-de-la.html

 

La verja del Auditorium Carvajal


              

              La gestión aparente, la verja rota

    En Melilla existen varias empresas de forjados de hierro todavía activas (Morata,Belmonte), por lo que no se entiende la situación de la verja que da acceso al Auditorium Carvajal. Es lamentable e incomprensible su estado, que revela una gestión descuidada y muy poco preocupada por el mantenimiento, pese a que hay numerosos y bien retribuidos cargos públicos que deberían ocuparse de subsanar estas deficiencias.

             Que el principal auditorium al aire libre de Melilla presente este aspecto en su puerta de entrada, la parte más visible, dice mucho de como se están haciendo las cosas en nuestra ciudad, o si se quiere, de como se están manteniendo.

              En las dependencias del Auditorium Carvajal se guardan todo tipo de enseres, ropajes y material de atrezzo teatral que luego utilizan las distintas agrupaciones teatrales de Melilla, o en los desfiles de carnavales, del Mercado Medieval, etc. Luego cuando se producen robos, deterioro de materiales o lo que sea, se hecha la culpa de todo a la «creciente inseguridad ciudadana».

Pintan bastos en Melilla


                            Un cableado eléctrico del siglo XIX

          Basta con fijarse una sola vez en algo en Melilla, inadecuada colocación de los postes de tendido eléctrico, para inmediatamente darse cuenta de las múltiples y similares deficiencias que existen a lo largo y ancho de toda la ciudad. GASELEC es la compañía distribuidora de energía eléctrica en Melilla, por una concesión que arranca en la época del Protectorado. Es una compañía muy exigente en cuanto a la normativa para la instalación del suministro eléctrico. Exige siempre la máxima superficie posible para sus subestaciones. Exigió a ENDESA el «sistema de teledisparo», para disminuir lo que eran constantes cortes, y casi una norma, en el suministro de electricidad. Un año, GASELEC llegó a pagar publicidad contando los cortes en ele suministro de energía que se produjeron en Melilla.

            Hace dos días, un camión de gran volumen se enganchó con uno de los antediluvianos e inadmisibles postes de tendido eléctrico en la avenida de La Marina española, en pleno centro de Melilla. Hubiese sido algo anecdótico que sucediera en los barrios exteriores, pero en el centro de Melilla no pueden existir postes de este tipo. GASELEC debería reinvertir parte de sus sustanciosos y eléctricos beneficios, en adecuar la instalación de los cables de distribución de electricidad. El accidente con el camión provocó un atasco infernal en una de las principales arterias de Melilla. GASELEC exige a todo el mundo, pero nadie le exige la modernidad a GASELEC.

                     La situación en el Barrio de Concepción Arenal

        En días pasados tuve que atravesar por allí con el coche y el tendido del cableado y la instalación de los postes es más que peligrosa, aparte es una instalación del Tercer Mundo. Las dificultades que crea una inadecuada instalación de postes son múltiples:«Peligro de golpes contra los postes, imposibilidad de acceso a vehículos de emergencias como los de los bomberos, gran dificultad para la realización de maniobras».

 Nota: Ya es la 4ª entrada de postes eléctricos

PD: Los otros tres de postes:           https://elalminardemelilla.com/2011/10/04/el-tercero-de-postes-de-gaselec/