Mujeres bajo el velo


Las mujeres sobreviven bajo condiciones de desigualdad en todos los países de planeta, en situaciones que rara vez se aprecian, porque no están a la vista. En los países democráticos y desarrollados, se cobra menos en el mismo trabajo por ser mujer, porque se las contrata en categorías inferiores. Si una mujer comete un delito, se le imponen penas más duras que a los varones. En general, la justicia es más dura con las mujeres. Podría extender los casos hasta el infinito. La mujer de los países desarrollados y democráticos, está sometida a la dictadura de la estética, y se usa su cuerpo como reclamo publicitario, y todo parece normal y sano, cuando realmente es un síntoma de una enfermedad difícil de erradicar.
Por ello, resulta llamativa la acción agresiva de una mujer contra otra ( una mujer profesora quitó por la fuerza el velo a una mujer alumna), por el simple hecho de llevar un pañuelo/jimar, y que por extensión conocemos como hiyab. Hay mucho de estética en el hiyab, pero esto ya lo idearon las mujeres iraníes, que volvieron locos a los ayatolás islámicos, usando pañuelos de mil colores, hasta que los medievales clérigos de la República islámica de Irán impusieron el negro, como único color admitido para el hiyab. A veces, equivocamos el lugar de la batalla, que no está en el pañuelo en sí, si no en el color.
Hay mucha libertad y riqueza humana bajo el velo y hay mucha opresión bajo la utlización del cuerpo de la mujer como reclamo publicitario y como objeto de negocio estético. Pero que nadie piense que las mujeres que usan hiyab o chador no son víctimas de esa misma situación. No se está mas protegida por ir tapada, ni menos por bañarse en bikini. En el Afganistán del burka la prostitución o las agresiones sexuales existen igualmente. Lo que existe en todos lados es fundamentalmente hipocrecía social, política y religiosa.
La cuestión es que ambas cosas se hagan en libertad (utilización del hiyab o de la vestimenta occidental, o la mezcla de ambas), pero la libertad, en grado absoluto no existe para casi nadie. La verdadera batalla no está en la cuestión del pañuelo, tiene mucho más fondo, mucho más calado y no es visible.
El Alminar es feminista, en la medida de lo posible, y está del lado de las mujeres, porque está del lado de los oprimidos, que en su gran mayoría coincide también con las mujeres.
              El velo islámico en Melilla
El hiyab es una moda que proviene de Oriente, es también un signo visible de normalización religiosa. Ocurre que las mujeres, el ser humano, se adapta y busca acomodar «la recomendación religiosa de su uso», con el ejercicio de la libertad individual. En Melilla se ven grupos de mujeres en los que unas llevan pañuelo y otras no, en donde los llevan todas o en donde no los lleva ninguna. El uso completamente voluntario en Melilla, pero con incidentes así, podría empezar a dejar de serlo.
Hacen mal quienes minimizan el incidente y lo reducen a la nada, es una agresión evidente, pero también hacen mal quienes le ponen una lupa y lo califican de «crimen». Es voluntario el paso de utilizar el pañuelo, pero es más difícil recorrer el camino inverso. El mayor de los incendios, suele iniciarse únicamente con una chispa.
Hay mucha ideología detrás del pañuelo, como también detrás de la dictadura estética y de todas las discriminaciones y desigualdades que soportan las mujeres. Todo esto tiene un nombre común para todas las religiones, culturas y sociedades. Es el nombre de la dominación y control de las mujeres por la sociedad patriarcal, y por su bastardo vástago, el machismo.
Lo único que salva es la actitud individual, y la suma de ellas en movimientos colectivos.
Nota: Todas las fotografías de mujeres están hechas de espaldas para preservar la intimidad de las mismas.

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