A los 10.000 de Annual


Con un desfile homenaje en Melilla (16/10/2021), concluyen los actos del centenario de Annual, con pocas autoridades de Defensa y del Estado, salvo la presencia del JEME (Jefe del Estado Mayor del Ejército) Amador Enseñat y Berea (1960), acompañado por el Comandante General José Miguel de los Santos (1961), y del Presidente de Melilla, Eduardo de Castro. Tampoco hubo representación de la Casa Real.

La casi totalidad de los regimientos militares que intervinieron en la defensa de Melilla en 1921, han desaparecido, salvo La Legión, Regulares y el Rgtº de Caballería de Alcántara, hoy mecanizado. El desfile y homenaje, llevado a cabo en la Plaza de España, quiso ser un viaje a ese pasado que es imposible de olvidar, entre otras cosas porque alteró por completo el desarrollo político de España, y cambió de modo indudable su historia, influyendo en ella de un modo decisivo. Annual dio al traste con 10.000 vidas de soldados y militares españoles, y también con la monarquía de Alfonso XIII.

Todo estuvo realizado con la solemnidad necesaria. Llegada de las tropas de desfile, presencia de los guiones de los regimientos, jefes militares, mandos superiores de las fuerzas desplegadas, ofrenda a los caídos al pie del monumento a los Héroes de las Campañas, bajo el soldado desconocido y junto al friso de la Madre Patria, y las salvas de artillería rituales. El alumbrado público se encendió tarde. En la media hora previa al desfile conmemorativo, era difícil ver en todo el círculo de la plaza de España.

En honor y recuerdo de los 10.000 caídos en Annual

A estas alturas, y cumplidos ya 100 años de la hecatombe de Annual, se ha echado en falta la publicación de la cifra oficial de víctimas. Solo tenemos el recuento del parlamentario socialista Indalecio Prieto, que hace oscilar las cifras entre 8668 y 11.140, si se incluyen las bajas de los rifeños que murieron al lado de los españoles. Son muchos, para que pasado un siglo, no sepamos la cifra exacta ni la relación nominal de víctimas (que publicaríamos gustosamente en este blog). ¡Qué menos que al menos queden los nombres de los muertos!

Todo lo leído y escrito

Se ha reeditado todo lo ya conocido y que todavía sigue conservando su valor, pero hubiese sido la ocasión de las publicaciones oficiales y la apertura de archivos del Ministerio de Defensa y de material fotográfico inédito. El único libro que ha buscado una visión nueva, la que incluye a ambos contendientes bajo la misma perspectiva, ha sido la de El vuelo de los buitres, de Jorge Mª Reverte, que ha sido refrendado con el éxito de ventas, aunque desgraciadamente ha resultado ser el libro póstumo de este historiador, periodista y escritor.

Ya no es hora de reprochar nada a nadie, ni de ajustar cuentas con un pasado ya consumando, pero sí le pediríamos al Ministerio de Defensa, que promueva la creación de un archivo digitalizado sobre Annual, en donde se puedan consultar toda la documentación oficial sobre este trágico hecho histórico, tan decisivo en la historia de España. Se podrían incorporar todas las fotografías disponibles, nos consta que los militares hicieron muchas , y se también se podrían incorporar todos los libros escritos sobre el tema, y que ya no tengan vigentes los derechos de autor.

Como colofón a tanto escrito sobre Annual en este blog, decir que si en algún lugar los muertos están en paz, cuidados, venerados y honrados por los ciudadanos, la mayor parte de ellos de manera anónima, es en Melilla. Otro asunto importante queda hoy cerrado, aunque la última palabra siempre esté por escribirse.

Anuncio publicitario

Campaña para salvar un monumento


Monumento a los Héroes y Mártires de las Campañas de Marruecos

A las de la tarde del domingo 6 de septiembre de 1931, fue inaugurado el monumento erigido a los Héroes y Mártires de las Campañas, en conmemoración de todos los soldados y militares profesionales muertos en las Guerras de Marruecos. Las tropas estaban formadas frente al Casino Militar. El monumento partía de una idea anterior que fracasó, porque primaba demasiado el carácter religioso. El bramido de la guerra colonial había afortunadamente cesado cinco años atrás. No se concibió ni como un monumento bélico, ni tampoco funerario. Está concebido también como un monumento a la Paz, que debía seguir reinando entre dos países que se consideraban hermanos. “Melilla debe considerarse orgullosa de haber cumplido con el sacrosanto deber de honrar y enaltecer la memoria de los que murieron para que ella viva, prospere y se engrandezca, anhelosa también de que jamás hable la pólvora”, escribía El Telegrama del Rif en su editorial, con este curioso inicio: Evocad la historia de Melilla y veréis es la de su ejército desde el 17 de septiembre de 1496. No se trataba de una errata.

El autor del Monumento es Juan López Merino (firma como Juan en la peana del soldado), melillense, nacido el 1 de septiembre de 1909 en la calle de Medina Sidonia. La Victoria alada que corona el obelisco pesa 4000 kilos, y la figura del soldado, realizada en bronce 800, El monumento se abre hacia los lados, en donde se sitúan el friso de la Madre Patria sosteniendo a un soldado muerto, y en el otro lado la figura del maestro que representa a la Cultura y el progreso.

Se escogió el centro de la Plaza de España, centro neurálgico de la nueva Melilla, como el lugar más significativo para su instalación, para recordar a las generaciones futuras e horror que significa la guerra. Están eran las nobles intenciones, porque en apenas 5 años, se iniciaría en España una guerra de características jamás imaginadas. La guerra total en el suelo patrio.

La llegada del Agua

El monumento estaba concebido para ser parte de la ciudad, para acceder hasta él y sentarse en sus escalinatas, para contemplar con detalle su fábrica y su significado. De hecho, muchos melillenses y parejas de recién casados, inmortalizaban allí instantes importantes de sus vidas. Sin embargo, en 1971, Francisco Mir Berlanga, alcalde franquista, decidió impedir el acceso al monumento y apartar de él a la ciudanía. Reformó el acceso, quitó los jardines y las escalinatas, y lo rodeó todo con una fuente y chorros de agua. Han pasado 50 años desde esa nefasta reforma, y el monumento ha acelerado su deterioro. La partes del monumento que están en contacto con el agua sufre una fuerte erosión y desgaste por la cal, con zonas ennegrecidas por el moho. La figura del soldado presenta claras muestras de oxidación del bronce, con descamación en el rostro. El conjunto también ha sufrido desplazamiento en algunos de sus bloques, como consecuencia del gran terremoto de 2016, y el enjambre sísmico posterior.

La presente campaña pretende divulgar el estado del monumento, su conservación y restauración (está próximo a cumplir su centenario), y sobre todo a retirar las fuentes del agua del mismo, que es el agente principal de su deterioro. Así como su reposición a un estado más próximo al original. Quizá sea el único monumento erigido durante la II República, que no fue destruido ni alterado por el Régimen franquista.

Nota: Enlace para la recogida de firmas (http://chng.it/2ZLMn76yFy)