El mundo de la Patrona de Melilla


               El mundo que rodea a todo lo religioso en Melilla es un entorno menguante, pese al innegable esfuerzo de todas aquellas personas que se dedican desde hace décadas, a que eso no sea así. Este año será importante para intentar discernir cual será el futuro de todas estas tradiciones. Por primera vez desde hace varios años la procesión de la imagen de la Virgen de La Victoria coincidirá con la semana de la Feria de Melilla, abandonado ya el ensueño de transformar la Feria en una semana dedicada al mar. También hay una nueva Junta de Gobierno en la más representativa de las cofradías melillenses, al de La Victoria. Este año es uan mujer la que se encuentra al frente de la misma, Mª Piedad Castellanos.

             Son muchas las cosas que se han hecho evidentes en los carteles y la propaganda de en torno a la Feria de Melilla. La 1ª es que este año sí pone la leyenda de: «Fiestas en honor de la Virgen de La Victoria». La 2ª es una mayor presencia mediática de la Cofradía, cuyas actividades han llegado a todos lados. Otra 3ª cuestión e importante, es que este año no se han oído los lamentos públicos por la posíble falta de porteadores, cosa que daba una imágen pésima y que afortunadamente ha desaparecido. La acertada decisión de los nuevos responsables de la Cofradía, al incorporar un trono procesional más pequeño y con una necesidad menor de porteadores, ha provocado este cambio de actitud.

         Los preparativos del Templo Patronal para la misa de conmemorativa de mañana a las 12h 00, han concentrado una gran cantidad de voluntarios. La procesión se iniciará mañana a las 18 h 30 con el traslado de la imagen desde su Templo hasta la Puerta de la Marina para iniciar el desfile solemne y de autoridades, por la calles del centro de la ciudad, entrando en el recorrido oficial a partir de las 19h 30.

      Todo parece correcto, lleno de ánimo y buena disposición. Ya solo falta que el público acuda a la procesión y tanto esfuerzo se vea recompensado. La dedicación del día 7 a la ofrenda floral, abierta al pueblo de Melilla, parece evitar las trifulcas posteriores sobre a quién le han dejado poner flores y a quién no, otro de los cásicos de la solemnidad de la Virgen de La  Victoria, lo que ha constituido  otra decisión acertada.

                               Día 8 de septiembre

       12h 00: Misa solemne en el Templo Patronal de La Purísima Concepción.

       18h 30: Inicio de la procesión de Gloria desde las puertas del Templo

     

 

 

El hombre de La Victoria


Carlos Castañeda y el pregón de Semana Santa de 1997

      » A Enrique, amigo, buscador indómito de variopintas historias que van desde lo sacro hasta el averno».

             Cuando hace cinco años D. Carlos Castañeda me regaló una copia dedicada de su pregón de Semana Santa de 1997, y escribió esa dedicatoria, no sé si llegaba a imaginarse lo cerca que he llegado a estar del mismo averno en mis búsquedas, o lo alejado que estoy todavía de lo sacro. Digamos que como máximo he llegado hasta el mundo religioso. Lo sacro, lo sagrado, está más cerca de él, que de cualquier otra persona que yo conozca, exceptuando a Monseñor Buxarrais.

             Si hay una persona en Melilla que ha dedicado su vida a La Virgen de La Victoria, es D. Carlos Castañeda, si hay alguien que ha dedicado su tiempo a la Iglesia de modo desinteresado  es él, pero sin beaterías. Que nadie piense que D. Carlos Castañeda se espanta por «un taco» o se ruboriza por la visión de «un pecado». Él, que ha estado dentro y vive dentro de La Iglesia, ha visto cosas muy lejanas de la piedad y de lo recomendable, durante la época de Franco, en personas que de cara al público eran gente de Fe.

        Dijo Ntro. Sr. Jesucristo a Tomás: «Dichoso tú por que has visto y has creído». Yo pienso que  dichosas son las personas que como  D. Carlos Castañeda,  creen a pesar de haber visto, y eso que  D. Carlos no es de los que cuentan ni pecados, ni pecadores. Solo lo insinúa o lo deja caer.

       Nunca pensé que en los pasillos de La Iglesia se produjesen determinadas acciones, como la que le ha descabalgado del puesto honorífico que le ofrecía el congregante, y candidato a Hermano Mayor Guillermo Carmona. No lo pensé pese a tomar como una de mis máximas de referencia una de las increíbles frases de un santo, San José Mª Escrivá: «Yo perdí mi inocencia en los pasillos del Vaticano».

                          Elecciones y Derecho Canónico

       Tal y como dijo días atrás Imparcial, el Derecho Canónico es muy serio, a lo que yo añadiría que también es muy potente. Si cualquiera de nosotros se enfrentara a sus normas, no solo seríamos aplastados como un vulgar sello, sino que también arderíamos en un instante, como una falla. Papas, cardenales y obispos podrían sucumbir ante la tupida red que componen sus cánones o artículos. Invocar al Derecho Canónico para cerrar el paso a alguien, equivale a concitar a la potencia del fuego sagrado, porque si se encuentra un canon para achicharrar a alguien, hay diez más para mandar a la hoguera al que ha encendido el fuego.

                   Elecciones en La Congregación de La Victoria

    Me comentan que no hay nada previsto para la delegación del voto, de personas impedidas, enfermas o mayores y que tampoco se han desarrollado normas para el voto por correo. También me señalan como incogruente que el horario de votaciones del próximo domingo 25 de marzo (de 10 a 14 horas), se verá interrumpido por la celebración de la Santa Misa entre las 12h 00 y las 12h 30.

               Los cofrades (pregón de Carlos Castañeda en 1997)

    «A aquellos que no nos entienden , les digo que: Los cofrades estamos con la Iglesia, porque nosotros también somos iglesia y queremos con nuestro ejemplo ampliar el Reino de Dios… debemos transmitir que somos capaces de tener el mejor manto de virgen, paro también capas de misericordia para el necesitado, que deseamos una parroquia absorbente y no repelente para la fe del cofrade. .. Porque nuestra sensibilidad y experiencia la queremos basar también en ese camino de la Iglesia hacia el Tercer milenio, queremos renovarnos para clarificar y potenciar nuestra identidad cristiana…Esta formación debe adaptarse para que esté al alcance de todos, para así, seguir conformando este pueblo sabio capaz de albergar en sus corazones deseos ecuménicos que entrelacen los espítirus de esas cuatro grandes religiones que coexisten en Melilla».

         

Elecciones en La Cofradía de La Victoria


 

Constitución del Cabildo General de La Victoria

       La Real y Franciscana Congregación de La Virgen de La Victoria constituirá su Cabildo General el próximo día 29 de enero. Este Órgano, es la máxima representación de la Congregación creada en torno a La Virgen de La Victoria, Patrona Coronada de Melilla. Esta cofradía, es por derecho propio, la más representativa  y emblemática (dentro de la Melilla católica y creyente), de todas las que existen en Melilla, creada en torno a la imagen, que desde un primer momento, fue considerada como la protectora de la gota de agua que significó  la conquista de Melilla, dentro de un mar, el Meditarráneo, que por aquel entonces era casi todo sarraceno.  Esa fue la intención  con la que se conquistó Melilla en 1497. La intención era empujar al Islam hacia no se sabe donde, pero no se pasó del Río de Oro en 4 siglos.

            Todavía se vincula el nombre de La Victoria con la advocación surgida tras la victoria naval de Lepanto ( 7/10/1571). Creo que esa adscripción no es correcta, y que el nombre está vinculado a los frailes de La Victoria o Mínimos, que acompañaron al Rey Fernando e Isabel La Católica, en la conquista de Málaga en 1487. De hecho, ambas ciudades celebran el patronazgo de su virgen el día 8 de septiembre, y no el 7 de octubre como correspondería a la advocación lepantina o del Rosario.

     Problemas históricos aparte, toca elegir el nuevo Hermano Mayor de la Cofradía, ya que el socialista Francisco Verdugo debe dejar el cargo, al cumplir el período máximo estipulado para ese cargo, que son 6 años en total. Las elecciones van a se interesantes, porque es un puesto muy representativo, aunque esté relacionado con el mundo eclesiástico. Además y según las informaciones, esta vez, podría postularse por 1ª vez en su historia, una mujer al cargo de Hermana Mayor. Desde la Cofradía de la Victoria se ha medrado y mucho en la etapa franquista, de tal modo, que el cargo de Alcalde de Melilla, estaba asociado al de Hermano Mayor de la Cofradía.

        Este último punto, me lleva directo hacia otro tema que está suscitando ciertos comentarios dentro del mundo cofrade de Melilla, y es el de si deben desvincularse los cargos políticos y los de representación religiosa, como ordena o recomienda el Derecho Canónico. Algunos piensan, que el Presidente de la Agrupación de Cofradías de Melilla y Hermano Mayor de La Soledad, debería desvincularse de algunon de esos cargo, ya que ostenta también el de Consejero de Seguridad Ciudadana.

¿ Qué fue de de los capuchinos en Melilla ?


         De los Padres Capuchinos (orden menor franciscana), se decía que habían llegado a Melilla junto con la expedición de Bartolomé y Pedro de Estopiñán y que eran tan antiguos en la ciudad como la Compañía de Mar, la unidad mas antigua del ejército español. Tras la última averiguaciones que realicé para el artículo sobre «La Patrona de Melilla», es probable que en la expedición del La Conquista también vinieran franciscanos de la Orden Mínima, o quizá sólo ellos. Esto podría explicar la resistencia de los capuchinos a considerar a La Virgen de La Victoria como Patrona de Melilla, pese a que la 1ª ermita fundada en la ciudad llevaba su advocación. Los capuchinos no consentían otro patronazgo que el de La Inmaculada e impusieron ese nombre al nuevo templo de Melilla. Es único en toda España, que el templo Patronal no esté dedicado a la propia virgen patrona y sin embargo lo esté a La Purísima Concepción, con la que estaban obsesionados los franciscanos, en todas sus variantes.

            En 1997 y con motivo del V Centenario de Melilla, los Padres Capuchinos recibieron la Medalla de Oro de Melilla, creo que junto a la Cia de Mar. Años mas tarde recibieron orden de repliegue por parte de los Superiores de su Orden y abandonaron para siempre Melilla, pero no se llevaron la Medalla de Oro, sino que la dejaron prendida en el manto de La Patrona (por alguna razón no se la quisieron llevar a su Casa Central). Pese a todo, cada 17 de septiembre después de su marcha, acudían a la ciudad a presidir la misa conmemorativa de La Conquista. Desde hace ya tres años ni siquiera acuden a Melilla a esa protocolaria visita y ni siquiera se les cursa invitación porque ya no responden. Tampoco la Casa de Medina Sidonia tiene la más mínima relación con lo que fuera su «ciudad ducal» y  a la que se honra en el escudo melillense, dicen que hace muchos años,acudieron allí gentes de Melilla como investigadores y «desaparecieron» documentos  del archivo.

        Desde luego en nuestra ciudad hubo en el pasado, una rara habilidad para hacer desaparecer documentos de los Archivos Oficiales y de hecho, muchos archivos personales, ocultos, tienen más documentación, fotografías, que los propios archivos y muchas de esas cosas, sólo pudieron salir de expolios de Archivos Oficiales, en los años turbios de «La transición».   Todo eso está perdido para la historia de Melilla.     

Los 1000 de La Patrona de Melilla


 

        No mas de 1000 personas, pero no menos, acompañaron el desfile procesional de La Virgen de La Victoria, Patrona de Melilla. Desde hace 5 años me acerco regularmente a ver el desfile procesional, el mismo número de años que tiene mi hija. Cada año veo menos gente, siempre en torno a esas 1000 personas, calculadas este año con generosidad. Pienso que ese es el riesgo que tiene haber dejado a La Patrona fuera de La Feria de Melilla, fuera del calendario, obviamente.

             Hacer el desfile en medio de la celebración de las fiestas patronales, implica que hay mucha gente en el centro de la ciudad, yendo o viniendo, gente que ya está fuera de casa y que se acerca o espera a ver la procesión . En esa tesitura el desfile procesional es una parte mas de La Feria. Hacer el desfile cuando hace cuatro días que todo ha acabado, es condenar la procesión al vacío absoluto, como está sucediendo, de modo inexorable, desde que se decidió, por quien fuese, sacar el 8  de septiembre, de las fiestas patronales del Mar, y eso que  este año la consigna ha sido repetir hasta la saciedad lo de: «En honor de La Virgen de La Victoria». A los cuatro días del fin de La Feria, casi nadie baja al centro de la ciudad, y menos en un día festivo.

          Es una sensación extraña la que se siente al ver ese vacío. Esa casi soledad del desfile por toda la avenida, ese silencio del público casi inexistente. Es una sensación agridulce. Algo se está haciendo mal, pero hace falta mucha grandeza de ánimo para reconocerlo. Ellos ya se han dado la nota de «notable alto» y «éxito», pero a la mitad de Melilla la están dejando al margen de la confección del programa de Ferias y eso se nota. Esa autodenominada Comisión de Festejos, o se abre a todos o va a crear un páramo a su alrededor.         

        Quien ha estado hoy en La Procesión, no puede dejarse engañar por la propaganda, pero es que algunos, ni siquiera viendo son capaces de creer.

Sobre La Patrona de Melilla


        

                     La Virgen de La Victoria en Melilla

         Enrique Delgado

      La batalla de Lepanto se produjo el 7 de octubre de 1571 y tras ella, La Iglesia decidió crear la advocación de La Victoria. Hasta antes de esa fecha resultaba imposible que la imagen y presencia de la Virgen de La Victoria tuviese algo que ver con Melilla. Esto es algo que se ha creído siempre, pero la historia podría ser diferente, de hecho parece serlo.
Durante el primer siglo de existencia de la Melilla española, la guarnición melillense, los presidiarios y el escaso personal civil tuvieron otras advocaciones y otros santos. Hay constancia de las titularidades de San Miguel, Santiago, Santa Bárbara, Santo Tomás de la cantera o San Pedro de la albarrada, pero no de vírgenes protectoras. Esto es algo usual en ciudades y pueblos de España, pero no en Melilla, que incluso en el aspecto religioso está llena de peculiaridades muy interesantes, sobre las que es necesario investigar y arrojar luz.

La imagen de La Victoria, una nueva hipótesis

      De ser cierta esta hipótesis que presento, no habría que esperar a la batalla de Lepanto para encontrar la imagen de La Victoria en Melilla. Desde 1487 los llamados frailes Mínimos (fundados por San Francisco de Paula) acompañaron a las tropas del Rey Fernando El Católico en la conquista de Málaga. Habían sido enviados desde Francia por el propio fundador de La Orden con la mediación del Conde de Lucena, que acompañaba al ejército castellano.
Al parecer la conquista de la imponente alcazaba musulmana de Málaga y la solidez de sus defensas estaba resultando más difícil de lo previsto y el cambio en la situación, coincidió con la llegada de estos frailes, que desde ese momento fueron conocidos en Málaga como “los frailes de La Victoria”, quienes por boca del santo eremita de Paula, había anunciado que: “Málaga caería en los tres días siguientes a la su llegada”, cosa que de hecho se cumplió.
El propio Rey Católico les permitió fundar una pequeña ermita dedicada a Santa Mª de La Victoria, actual patrona de Málaga, que fue transformada en convento en 1492. La siguiente fundación sería llevada a cabo en Andújar en 1495, sólo dos años antes de la conquista de Melilla.
En el Puerto de Sta. María se establecieron en 1502 y en Écija en 1506. Parece probable suponer que acompañaron a las tropas del Rey Católico hasta la toma de Granada y probablemente en la ocupación Melilla, en el norte de África, en donde se completaba el cierre político y militar a la dominación sarracena de la península ibérica. Sería pues lógico que la irradiación de la advocación de La Victoria llegase desde Málaga o desde la propia Andalucía y no implantada desde el acontecimiento de Lepanto.
Otro dato que diferencia claramente a La Patrona melillense de Sta. María de La Victoria de Lepanto, es que su festividad se celebra el 8 de septiembre y no el primer domingo de octubre, como es el caso de la virgen de Lepanto o del Rosario. Ni incluso la propia imagen es característica de una Virgen del Rosario. Su factura presenta elementos arcaizantes y cierto hieratismo, sobre todo en el niño, que la situarían en torno al siglo XV y no a las más evolucionadas y expresivas imágenes de finales del XVI
Ahora sí hemos roto ya esa barrera cronológica que impedía que La Patrona melillense se hallase presente en nuestra ciudad desde antes del año 1571.

                  ¿Llegó la Virgen de La Victoria en 1497?

            El dato más sorprendente y casi definitivo, en espera de documentación, es que San Francisco de Paula nació en la región italiana de Calabria, muy cerca de Cosenza, concretamente en Paula. A la provincia de (Cosenza) pertenece también la Melilla italiana, que es una pequeña pedanía de Colosimi, por lo que no sería muy aventurado suponer que al volver a su tierra natal, los frailes Mínimos que habían participado en la expedición de conquista de Melilla (la Malila musulmana), quisieran inmortalizar este nombre, por razones que desconocemos, cerca de la tierra natal del fundador de la Orden Mínima, a cuyo nombre se atribuyó el inicio del derrumbe y conquista del último Reino musulmán de España.
Por si esto no pareciera suficiente, en la parte superior del altar de La Divina Pastora, hay una antiquísima y desfigurada talla del santo eremita de Paula-Cosenza, lo que parece señalar claramente la presencia de los frailes Mínimos franciscanos en Melilla, bien durante la conquista o en una época inmediatamente posterior, porque la realidad es que erigieron, no se sabe cómo ni cuando, una ermita a La Virgen de La Victoria que se asentaba en la Plaza de Armas. Allí se emplazó esta ermita en al menos dos localizaciones y una posterior y última en el Mantelete, la conocida como ermita de La Victoria Extramuros.
    

            ¿Quién podría haber erigido una pequeña ermita dedicada a la Virgen de La Victoria?

               A mi juicio, solo los frailes Mínimos, porque eran los custodios de esa advocación y también eran franciscanos y eso confirmaría el dato que afirma que con las tropas castellanas habían acompañando a la expedición frailes franciscanos, que no capuchinos. Sin embargo eran frailes franciscanos de Paula y no de Asís. Una precisión imposible para los cronistas de la época.
Otra peculiaridad de la imagen de La Patrona de Melilla es su gran tamaño, cuando el resto de las imágenes titulares de las ciudades española son, por lo general, de muy reducidas dimensiones y esto es así, porque La Victoria de Melilla es una Virgen de tipo “Galeona”, genérico que se aplicaba a las imágenes que iban en las flotas militares y expedicionarias de Las Indias.
En 1497, a Melilla llegó una flota de al menos 30 barcos, con Nao Capitana, con barcos grandes, con al menos uno con “tren de artillería” y seguramente, con una imagen protectora de tipo “Galeona” y esa no podía ser otra que La Virgen de La Victoria, que sería desembarcada tras la conquista y consolidación de Melilla. Tras Lepanto se institucionalizó la tradición existente ya desde casi un siglo antes, de llevar “vírgenes galeonas” en todas las flotas de Indias.
Los frailes capuchinos siempre sintieron celos hacia la imagen de La Victoria y hacia la fe que le profesaba el pueblo, por lo que la ignoraron cuanto pudieron y que pese la animadversión era “la patrona” oficiosa del pueblo llano, de las tropas y de los presidiarios.
En esta singular rivalidad, los capuchinos se apresuraron a nombrar patrón de Melilla a Francisco de Asís, que no al de Paula y a dedicar la Iglesia principal y única de Melilla a La Inmaculada, cuando todavía no habían concluido las obras. Al ser los frailes capuchinos los administradores religiosos de la urbe, está claro que ocultaron cualquier dato de la procedencia de imagen o de la propia estancia en Melilla de los frailes mínimos, sus rivales religiosos. Al existir una solo iglesia en Melilla, esta se debería haber denominado como Santuario de Ntra. Sra. de La Victoria.
Estos celos llevaron a los capuchinos a atribuir milagros o protecciones celestes a vírgenes distintas de la de La Victoria, como la de La Aurora o la de Las Nieves (¡¡ en Melilla!!), pese a que esta imagen se encontraba presente en la ciudad desde su misma conquista. También es muy anómalo el modo en que fue proclamada como Patrona, para lo cual fue necesario “un cuartelazo” en toda regla, llevado a cabo por el Gobernador Antonio de Villalba y Angulo.
El texto histórico texto dice lo siguiente: “El 3 de febrero de 1756, cerradas las puertas de Melilla, levantados los puentes, la guarnición sobre las armas y patrulladas las calles (y con las capuchinos encerrados en la iglesia de La Purísima), se ratificó solemnemente, bajo juramento, como Patrona de La Ciudad a la Virgen de La Victoria”.
La Guarnición y el Pueblo de Melilla, probablemente hartos de casi dos siglos de desplantes hacia la imagen que les había protegido desde 1497, decidieron proclamar por “la fuerza de las armas a la Virgen de La Victoria como Patrona de Melilla. La acción incluía la posibilidad de haber dejado morir a los capuchinos en su iglesia, de no haber aceptado la proclamación.

La mano de la Virgen de la Victoria


            Según cuentan las crónicas, y cuando todavía la ermita de la Virgen de La Victoria (hubo una más, extramuros, de la que nada se sabe),estaba en lo que hoy conocemos por Plaza de Armas, unos cabileños, atraídos por las leyendas de las joyas y tesoros que se depositaban sobre las imágenes cristianas, penetraron en el interior de Melilla para apropiarse de las joyas. Según el relato histórico ni había tanto oro a su alrededor, ni habían calculado el peso de la talla, porque el escaso número de estos «primeros portadores» fue insuficiente para levantar la  imagen y transportarla hasta el campo exterior, por lo que decidieron cortar los dedos de la manos y conformarse con el exiguo botín de unos pocos anillos que portaba entre sus dedos. Dicen también esas misma crónicas que descubierto el intento de «secuestro» y recuperada la talla, los dedos rotos de la mano fueron expuestos de modo permanente en un plato, junto a la imagen de la Virgen de La Victoria, que todavía no era patrona de Melilla.

                 Posteriormente la mano fue recompuesta , pero su definitiva restauración se llevó a cabo en 1983, ya con criterios científicos de restauración. Pocos años después se llevaría a cabo la consolidación y restauración completa del Templo Parroquial, siendo director provincial de Cultura José Luis Fernández de La Torre.

              Como documento y recuerdo, coloco las fotos del expediente original de restauración. Añadir también que durante siglos, el robo de cosas, el secuestro o la captura de prisioneros e incluso de cadáveres de combatientes, fue un lucrativo comercio a un lado y otro de la entonces frontera de Melilla.