Los sindicatos son centros de resistencia útiles contras las usurpaciones del capital. Fracasan en lo concreto debido al uso poco sensato de su poder. Fracasan en lo general al limitarse a sí mismos a una guerra de guerrillas contra los efectos del sistema existente, en lugar de tratar de modificarlo, en lugar de utilizar sus fuerzas organizadas como un instrumento para la emancipación de la clase obrera. Karl Marx
Durante La Transición española, entre los numerosos partidos y sindicatos de izquierdas, se hicieron interminables debates acerca de acordar la ruptura con los herederos del Régimen de Franco, o decidirse por una revolución. Lo segundo era inviable y al final también se renunció a la ruptura. Se acabó aceptando la reforma y al final, a tan solo 35 años de la aprobación de La Constitución, la endeblez del sistema democrático «pactado» es tan notoria, que se encuentra minado desde su misma base. La corrupción es generalizada, el capital sigue concentrado en casi las mismas manos y familias que constituyeron el motor económico del franquismo, y los recursos públicos del Estado se han transferido y se siguen transfiriendo al sector privado. La propiedad de la tierra, los latifundios siguen perteneciendo a quienes ya pertenecían. La banca pública desapareció y todo se dejó en manos de la banca privada, cuya voracidad y afán de lucro ha sido tan extremo, que han tenido que ser rescatados.
Dicho de una manera más clara: El Gobierno de España ha tenido que solicitar una ayuda o rescate público (al Banco Central Europeo), para pagar las deudas del sector bancario español provocadas por el latrocinio. Los ciudadanos españoles y sus recursos públicos, deben hacer frente a las deudas del sector privado bancario español.
La resistencia de los sindicatos
Si queda alguna capacidad de resistencia todavía frente a las políticas económicas neoliberales, no se encuentra en otro lugar que no sea en los sindicatos, y en su capacidad de influencia y transformación. Donde no existen, y son muchas las grandes empresas que exigen la «no afiliación» a sindicatos de clase, las condiciones laborales son esclavistas, y la defensa del trabajador nula.
En estos tiempos y en los que vienen, la gente debería intentar hacer un frente común frente al destrozo del Estado Social y del Bienestar. Los que todavía trabajamos, no podemos calcular en este momento el daño que se ha hecho a nuestras pensiones futuras y ya no tan lejanas. Los que trabajadores que se han quedado sin empleo, han sido sacados del sistema a la fuerza, y los que vuelvan a recuperar el trabajo, lo harán en condiciones laborales y salarios medievales. Los jóvenes, hombres y mujeres, que todavía no han accedido al mercado laboral, deben saber que aunque encuentren trabajo en un futuro próximo, no alcanzarán una vida laboral lo suficientemente larga, como para tener una pensión suficiente y digna, allá por el año 2050.
¿Qué hacer?
Lo pactado en 1978 y años posteriores, Constitución y Pactos de La Moncloa, ha sido dinamitado, volado desde arriba vía Reales Decretos y Decretos Leyes. No habría ya pues ningún freno para seguir manteniendo este sistema político, completamente carcomido por la corrupción, y empezar a buscar alternativas diferentes. Una nueva Constitución, una nueva forma de Estado, o la vuelta de los sectores energéticos y productivos a manos del Estado. Incluso una nueva Banca Pública. La situación política y social de España, demanda visiones completamente diferentes y totales. La salida a esta situación no puede ser solo para unos pocos.
De todo lo obtenido nos quedaban tres cosas: educación, sanidad y servicios públicos, y eso es contra lo que van ahora.
El Alminar de Melilla 
Hay un programa que se diseñó en el Consenso de Wanshinton, que se encuentra en su fase más avanzada. Primero eran las privatizaciones, luego las liberalizaciones de capitales que tantas inestabilidades han causado, luego el trasvase de los centros de poder al ámbito de las finanzas, y todo ello acompañado de un programa dirigido a generar un mundo desprovisto de ética. El objetivo era someter al Estado y con ello reducir su cometido al orden público. Estamos asitiendo al desmantelamiento del Estado Social y democrático, que constituyen las auténticas garntía frete a la avidez
falta de escrupulos
y falta de esdcrupulos de los grandes grupos financieros. Y las instituciones de cualquier sistema democrático son un obstáculo para tal objetivo, y sin duda los sindicatos, que constituyen la última defensa de los trabajadores, son un objetivo a derribar.
¿Por quién? ¿Por el gobierno? No lo creo, sirven muy bien a la política del gobierno, ya que sin ellos la suya no sería creible en Europa. Constituyen un contrapunto no muy molesto y fácilmente soslayable, pues viven de las subvenciones de las arcas. No nos engañemos, los sindicatos, al menos las grandes centrales, son las coristas de esta opereta.
En Estados Unidos, 8 millones de trabajadores reciben un sueldo por debajo del salario mínimo estadounidense, lo que les sitúa por debajo del umbral de la pobreza, pese a tener trabajo. Es a esto a lo que nos estamos enfrentando. Muy buenas aportaciones, Busian.
Hablamos de casta o clase política, que lo es y ahí está, mostrando y demostrando que ‘nada menos parecido al pueblo que un representante del pueblo’ (Victor Margueritte). Lo lamentable es que también los mandatarios de las grandes centrales sindicales se han constituido en castas inamovibles que poco tienen que ver con su afiliados, los trabajadores. La lucha de éstos es la misma para todos, se afilien donde se afilien: trabajo, salario y vida dignos; en tanto la de los sindicatos es un rifirrafe interno, o internós, para continuar en sus puestos con sus privilegios. Para mí que se comportan como partidos políticos. No me extrañará verles pedir que la Ley antiescrache también les proteja a ellos.
Se precisa un cambio total del Sistema. Y eso sólo se logra mediante la Revolución. Que puede iniciarse con el desprecio a los poderes públicos -ya demostrado- y la desobediencia civil. Luego, si hay que llegar a las manos, se llega. El mayo del 68, que asustó tanto al poder como a los sindicatos, no fue, como dicen, un fracaso: muchas de las libertades que hoy gozamos, y nos quieren arrebatar, se la debemos a él.
Pues vayamos todos juntos al mayo del 2013. Algo se logrará.
Parodiando la conocida frase que, en el Odeon, gritaban los estudiantes parisinos, añado: «Se realista, exige que no te roben los derechos logrados».
Hasta la fecha he participado y secundado todos los paros y huelgas, convocados contra Felipe González, José Mª Aznar, José Luis Rodriguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Sí. Pero insisto, como coristas. Que, tras justificar sus sueldos, hicieron mutis por el foro. Que yo sepa, nada, que no estuviese convenido de antemano, consiguieron para los trabajadores
Un error en esta anterior respuesta. Hablas de ti, Hospitalario, y yo de las Grandes Centrales Sindicales. Disculpa.
Todo el que está trabajando hoy en día, amparado por el Estatuto de Los Trabajadores, Estatutos de Función Pública y Convenios Colectivos, lo hace bajo el amparo de casi dos siglos de luchas de trabajadores y sindicatos.
Todo esto, es con lo que está acabando la ideología neoliberal y su economía salvaje, representada en España por la derecha. Todavía no pueden con todo, pero no se les puede dejar más campo libre.
No se puede negar que los sindicatos aceptaron lo que aceptaron durante la transicion, como has dicho, pero tampoco podemos negar que se encuentran ahora mismo en una situacion muy comoda que ni se plantean dejar. Comparar los sindicatos de hoy dia con todos aquellos que durante dos siglos si que lucharon para los derechos de los trabajadores es una triste paradoja. Es como decir que el futbol del FC Barcelona durante estos años es el mismo futbol que se jugo cuando hace mas de 100 años se invento este deporte. Si, 11 tios contra 11 por una pelota. A partir de ahi, se acabaron las semejanzas.
>>>Jose Luis Navarro: «Lo lamentable es que también los mandatarios de las grandes centrales sindicales se han constituido en castas inamovibles que poco tienen que ver con su afiliados, los trabajadores.»
AMEN.
Jesús tiene razón. No hay punto de comparación entre aquellos abnegados luchadores que, a costa a veces de su propia integridad física, lograron mejoras para la clase obrera, a la que pertenecían y regresaban, y estos que se aferran a una cómoda y bien retribuida liberación. Algunos llevan decenas de años lejos del curro. Ejemplos tenemos a la vista.
Es fácil atacar a los sindicatos, que de hecho son los herederos de aquellos surgidos en el siglo XIX. Son la presa a abatir y se hace tando desde la derecha como desde la «pseudo izquierda». Sin sindicatos, sin luchas sindicales, no existiría nada.
Es una posición recurrente decir que no hacen nada, o que forman sus propias nomenclaturas, desde personas que no han estado afiliadas en toda su vida, o que se afilian para obtener determinadas cosas, que una vez obtenidas, proceden a darse de baja de modo inmediato.
Son el objetivo del sistema, del neoliberalismo. Los causantes de esta ruina no son los sindicatos. No confundamos el objetivo. Más subvencionados que cualquier sindicato, están casi todas las medianas y grandes empresas españolas.
Disiento: la subvención a los sindicatos es similar a la que recibe la Iglesia, que no es moco de pavo. Otro gallo les cantaría si vivieran eclusivamente, como debe ser, de las aportaciones de sus afiliados. Pero entonces, claro, no vivirían como viven, ni lucharian con los dientes por conservar el puesto liberado.
Hacer esa objeción, es enredarnos en la hojarasca y las ramas. Si los empresarios españoles no recibiesen las subvenciones de las que disfrutan, en forma de exenciones fiscales, de aportaciones directas, y de rebajas impositivas, no crearían ni una tercera parte de los empleos que actualmente mantienen. El problema son los beneficios empresariales, y no el coste de los sindicatos.
Me niego a hablar sobre los evidentes errores sindicales, ya señalados por Karl Marx, cuando la situación actual de ruina económica de España, es culpa del expolio continuado al que ha sido sometida por empresarios, capitalistas y banqueros. No puedo poner las dos cosas en la misma balanza. Uno solo de sus robos, es superior al coste completo de los sindicatos.
¿Por qué, tras la Transición, la CNT fue apartada y las dos mayoritarias centrales sindicales se repartieron su patrimonio? La respuesta no es otra que porque los cenetista se negaron a seguirle el juego aburguesado que desde entonces mantienen.
Partidos, empresarios, capitalistas y banqueros son lo que son. Lo triste es que los sindicalistas actuales no son lo que se espera que sean.
«En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército faccioso, han alcanzado las fuerzas republicanas su últimos objetivos. La guerra ha terminado. Juan Negrín, presidente de la República».
Bonito, verdad. No pudo ser, y yo, recién nacido, tuve que vivir en la oscuridad, el hambre, la censura, el miedo y la inquisición de aquel régimen nazi católico, que me arrebató la infancia y juventud. Que no se vuelva a repetir.
En homenaje a mis padres, republicanos ambos, que, aún así, lograron sacar a su hijos adelante.
>De lo que fue o pudo ser mi vida, y la de mi madre, en los últimos días de la guerra, me permito remitirles a mi novela ‘Último vuelo de Bill Barnes’.
Me permito recuperar estas entradas sobre la proclamación de La República en Melilla, reflejadas en el diario El Popular.
https://elalminardemelilla.com/2013/03/07/la-republica-en-melilla/
https://elalminardemelilla.com/2013/03/06/sobre-el-popular-de-melilla/
El Rey nos lo impuso Franco. Es pues la herencia que el dictador nos dejó. Su presencia en la Jefatura del Estado puede ser legal pero no legítima. Como no lo será si un día la hereda su hijo Felipe. La legitimidad del Estado la decide y refrenda el pueblo, único soberano. Se impone un referendum en el que el pueblo, sin las presiones ni miedos del 78, determine si quiere monarquía hereditaria o República.
Mis respetos y agradecimiento a cuantas opiniones estais dejando en este hilo, más aún, en día tan señalado y añorado. Quiero dar mi opinión en base a mi experiencia y mirando hacia el futuro que creo es de lo que se trata.
En los años 75 y los diez siguientes dediqué, junto a otros magníficos compañeros, la mayor parte de mi tiempo a la implantación de un sindicato de clase. En esos diez años no tuvimos ni un solo liberado sindical, ni una sola ayuda o financiación que no fuese la aportación de los compañeros afiliados.
El crecimiento del sindicato supuso la llegada de algunos afiliados de muy dispar procedencia ideológica, hasta tal punto que incluso llegó a afiliarse un candidato al senado por la formación política Falange Española Auténtica.
Este afiliado supo ganarse la confianza de sus compañeros de sector, o sea, del sindicato de trabajadores públicos y con tal éxito que a los seis meses los responsables de ese sector sindical me «mandataron» para que gestionase su nombramiento como alto cargo en la Delegación de Hacienda. Mi indudable negativa a este respecto no debió ser comprendida.
Meses después dejé la dirección de aquel sindicato porque entendí que había pasado el tiempo suficiente en esas tareas y creí que el sindicato ya se había hecho mayor y emprendí mi incorporación a mi vida normal en otra ciudad.
Mi sorpresa llegó en mi nueva situación al enterarme que aquel sindicato de trabajadores públicos me habían expulsado de la organización. ¡Manda carayo! ¿Cómo me pudieron expulsar de un sindicato del sector al que nunca estuve afiliado (yo era de artes gráficas)? ¿Qué falta cometí: ser fiel a la declaración de principios de mi viejo sindicato?
Total que tras recurso y contra-recursos quedó en suspenso aquella expulsión pero para mí ya nada fue lo mismo.
Sigo teniendo alma y conciencia de trabajador. Sigo teniendo la esperanza de que el sindicalismo de clase se regenere y se convierta en la herramienta de lucha que se necesita más que nunca.
SI rotundo al sindicalismo de clase.
En este día especial os envío mi saludo fraternal: Salud y Libertad. Por una República Federal de Trabajadores.
Mi buen amigo Miguel Ángel: a ti te hicieron senador no por tu valía y firmes creencias, que las tienes y siempre llevaste a gala y en conciencia, sino porque arrastrabas un buen número de fieles y convencidos trabajadores, votos en fin. Como otros honestos, serviste de reclamo para sus fines no siempre nobles. Lamento decir esto, que quizá luego supiste, que de tonto no tienes un pelo, pero así fue. Como fue que en cuanto empezaste a renegar de lo que veías –«no es eso, no es esto», te oí decir más de una vez–, te volviste un incordio que te llevó al extrañamiento.
Como tú a nosotros, te deseo salud y libertad. Lo primero, porque lo precisas; lo segundo, porque siempre has luchado por esa, hoy por hoy, utopía de una República Federal de Trabajadores Libres.
Con mi cariño fraterno, compañero de sueños imposibles.
A mi me expulsaron del PSOE en 1987 y no por ello he dejado de creer en la izquierda, o en el sindicalismo como herramienta transformadora.
En lo que respecta a creencias, habrá que distinguir en izquierda-izquierda y seudo izquierda. Esta última, en cuanto gobierna, se comporta como la derecha, o poco menos. Entre los embustes de Felipe Gonzalez y la inutilidad y ceguera de Zapatero, no me quedo con ninguno. Y lo que viene, si es que llega, tampoco es de fiar.
La izquierda puede ser pseudo, pero la derecha siempre es derecha, y no es poca diferencia. Lo demás es hacerle el juego a la derecha, que ahora, por fin, todos saben lo que hace.
Siempre lo hemos sabido porque en eso no engañan (que engañen con sus promesas también le es propio). Lo triste es ver a la izquierda haciendo mismo; eso sí que irrita… Y se traduce en un voto de castigo, que es lo que han tenido. Pasa que, a la postre, el castigo cayó sobre nosotros y así nos va.
Ya sabes, amigo José Luis, ¡ el que escupe hacia arriba, en la cara le cae !. Eso es lo que hizo la gente en este país, en noviembre de 2011, por mucho que el PSOE se mereciera el castigo. Aun así, no creo que se comporten igual. Es una idea generalizada, pero falsa. Las pruebas las estamos viendo ahora.
De acuerdo, escupimos hacia arriba. Pero es que había que escupir y en todo el chiringuito no había otra escupidera. Desde luego, mejor hubiera sido haberlo hecho en el suelo, como yo hago desde el referendum de la OTAN, otro salivazo. Pero tampoco en esto estáis de acuerdo.
Para eso es un Foro de debate. Para estar de acuerdo o en desacuerdo. Eso es debatir y contrastar puntos de vista, ideas. Yo sigo opinado que la gente se dejó llevar, en noviembre de 2011, al mayor error de la historia democrática de España. Y eso lo estamos pagando, tanto los que jamás hemos votado a la derecha, como los que la votaron de modo inconsciente.
De los que votaron con conciencia, prefiero no opinar y guardarme lo que pienso.
La gente se equivocó, de acuerdo aunque creo que más bien se mintió descaradamente a los votantes y no habia otra alternativa.¿Piensas acaso que el P.S.O.E, volverá a gobernar?Los que votaron y los que no, estamos artos de unos y de otros.Y volveremos a pagar lo mismo que ahora, si de nuevo volviera el P.S.O.E, a la palestra.Necesitamos alternativas, gente que no esté influenciada ni por unops ni por otros.
En total acuerdo con usted, Laura. El problema son esas alternativas de las que habla. ¿Dónde están, qué representan y qué ofrecen? Si miro el panorama no veo ninguna confiable. La opción de abstenerse o votar en blanco, que hasta ahora yo he sostenido, tampoco se ve muy mi viable pues solo supone el cabreo y desprecio del pueblo a la clase política; cosa que a ésta más bien se la suda, a sabiendas de que con cinco o diez mil votos ya se hace una legislatura.
Es el Sistema lo que hay que cambiar; aunque sea a gritos.
Sólo unas pocas bitácoras, comentaristas y agencias de prensa con pequeñas audiencias, muestran el conocimiento y la prohibición de ocultarlo. La comunidad del Alminar es extensa y no se inclina ante nadie. El Alminar de Melilla representa un golpe mortal al Imperio, en unos momentos donde los derechos ciudadanos están siendo vulnerados. Desde el Alminar, derribaremos el sistema capitalista económico que da lugar a los poderes hegemónicos destructivos.
¡ Estamos convocados !
De ilusión también se vive amig@ Rifito.
¿Quién sabe amigo José Luis?. La semilla de la revolución solo precisa ser sembrada, y aunque El Alminar sea solo una modesta, aunque alta atalaya, te puedo asegurar que su capacidad de influencia es muy elevada. Quizá quien nos lea esté recogiendo ideas y pensamientos, que muevan y convoquen a otras fuerzas, que inicien la chispa revolucionaria.
La senda y el camino es esta, la de atreverse a caminar en libertad y a expresarse sin temor a nada.
¡Ninguna ilusión estimado José Luis! Los ciudadanos, mujeres y hombres, lo hace actualmente a través de sus luchas y huelgas, por limitadas que éstas sean, contra las políticas caníbales de todo tipo. Los medios de comunicación ejercen en este plano una auténtica censura, y cuando no puede tapar la realidad de esos combates legítimos, la tergiversan. El hundimiento del capitalismo es irremediable, habrá demasiadas fuerzas de producción, pero al mismo tiempo millones de seres humanos se encuentran en la miseria.
No soy partidario de ninguna revolución histórica, es quizá a lo que se refiere mi compañero, hermano y amigo hospitalario. Hablo de la necesidad de una revolución en la conciencia. Amigo José Luis, no podemos permitirnos faltar a la cita. De ello depende el destino de la humanidad. Un abrazo y gracias por escribir.
La ‘revolución en la conciencia’ nos puede hacer místicos e incluso santos, pero no hundirá el capitalismo. Se precisa algo más tangible y devastador para echar a pique ese crucero bien blindado. Lamento decirlo, pero es la humanidad quien lo botó y mantiene a flote. Cuatro gatos amotinados bajo cubierta poco pueden hacer.
Pues estamos removiendo cosas, y se están moviendo cosas. La gente se está articulando. Gracias por tu optimismo, Rifito.
No sé qué deciros. El gobierno sigue lanzando proclamas y decretos que favorecen a los suyos y sume en desesperanza y temor al pueblo. El caso de los engañados/estafados de las preferentes y la miserable fórmula de arbitraje que se ha sacado de la manga es un ejemplo más de lo poco que le importamos y hasta donde llega su desprecio por los de a pie.
Rajoy se entana; el ministro Montoro persiste en tomarnos por tontos cuando dice que la crisis está en vía de solución, que ’27 % de paro no es nada, qué feliz la mirada…’; Cospedal sigue llamando nazis a los que gritan; Gallardón nos devuelve a los tiempos del nacionalcatolicismo; a Vert le importa un carajo ver que la Educación en España está ya a la altura de la de Nigeria; el Ejército no tiene gasolina ni para defender el islote del Perejil; la Sanidad pública está tan mal que lo mejor que puede hacer un enfermo es morir en casa; se estudia recortar las pensiones para cubrir la codicia de los bancos; la juventud emigra y los emigrantes son expulsados; la transparencia de la Casa Real es una neblina; la….
Así que no veo a qué viene ese optimismo. A no ser que hagamos como la hiena, que se arrastra, come carroña, copula una vez al año y encima se ríe. ¿De qué?, se preguntaba Jaimito y nos preguntamos algunos.
Lamento que, en esta ocasión, nuestros puntos de vista difieran José Luis. La humanidad no votó el capitalismo. Somos lo que hace de nosotros el sistema educativo y cuando la sociedad se tuerce por culpa de la intoxicación y la manipulación, se requiere un poco de reflexión y autocrítica para que la gente poco a poco se quite la venda de los ojos. Estamos en la sociedad de la información y las multitudinarias manifestaciones ciudadanas solo son la punta de un iceberg. Hay algo mucho más importante y fuerte que está creciendo debajo de todo eso. La percepción ciudadana de los partidos mayoritarios está cambiando y podría seguir cambiando en los años venideros. Refundar la democracia con arreglo a una nueva realidad social será un reto que no podrá lograrse en unos pocos años.
Puede incluso que antes de mejorar tenga empeorar aún más y que los jóvenes de hoy en día sufran las consecuencias de una profunda crisis. Yo no creo que los modelos actuales sean sostenibles, así que una de dos. Pueden cambiar o pueden derrumbarse. Ya veremos en qué acaba esta locura. Por eso hablo de la necesidad de una revolución de la conciencia. El misticismo o la santidad es un fenómeno completamente distinto. Buda se puede iluminar, pero eso no significa que todo el mundo se ilumine. El cambio del que hablo tiene que ver con la conciencia del ser humano. No es un cambio mas dentro del sistema sino que se trata de cambiar una dinámica de muchos siglos, acabar con las lacras seculares de la humanidad. El cambio que ahora se requiere es espiritual, y esa revolución de las almas hará posible la concretación de un nuevo paradigma. Cuanta mas gente consciente haya, más cambiará el mundo en el que vivimos.
Sé que Dios lo ha previsto como lo prevee todo. En el Alminar de Melilla, somos testigos activos de un cambio trascendental. Confiemos en Dios. Un abrazo.
Insistes, revolución de la conciencia? Hay libros sobre eso. Parece coaching o es algo más profundo a lo que te refieres.
Como síntomas de algo grande y necesario, Cruz de Malta. Esa revolución de las conciencias hará posible la concreción de un nuevo modelo. Todo el mundo está llamado a esa gran revolución. Contribuye con todo lo que puedas, Cruz de Malta. Aunque no sepamos nada de las cimas de la conciencia, hay personas que pueden despertar conciencias para que cada uno encuentre lo que en sí mismo tiene. Quizá la única forma de hacerlo es ser lo más consciente posible durante las 24 horas del día. No es necesario «idiotizar» a la gente con el coaching (pero cuidado no estoy en contra de ningún maestro ni nada por el estilo), pero no hará que cambie nada, salvo momentos circunstanciales. ¿Qué criterio debemos seguir? no tengo la respuesta. Pero algo se mueve, y basta una pequeña brisa. Es apabullante, pero parece ser que caerá por su peso, de la mano de algunas almas esclarecidas que ven todas estas propuestas y protestas como eso, como síntomas de algo necesario. Un abrazo.
Leí no hace mucho acerca de la Conciencia Dormida, aquella que está latente en nosotros, que incluso trabaja durante el sueño, y que en la vigilia se presenta como auto conciencia. Cuanto más conscientes somos de ella, más difícil manipularla. Interesante tema.
Prefiero la reflexión personal al coach. Permite conocernos mejor.
Perdone, ¿está hablando de mesías o salvapatrias? Ya tuvimos de eso y, la verdad, no es como para…
Por cierto, dije botó no votó. Y hablaba de ‘la humanidad’ y no de este trozo destrozado de mundo llamado España. Lo cierto es que no creo que haya un lugar o pueblo en el planeta que el capitalismo codicioso no domine o espere dominar con sus afiladas garras.
Lo que dice es muy bonito, pero más allá de lo retórico, ‘las almas esclarecidas’, si es que las hay, poco van a resolver. Estos son tiempos de ruido y de furia.
Estimado José Luis, más allá de tus palabras, intuyo bastante pesimismo respecto de la posibilidad individual o colectiva de transformar las situaciones o circunstancias que nos rodean en una dirección que coincida con nuestras mejores aspiraciones individuales o también colectivas.
Nos guste o no, nuestros estados de ánimo condicionan mucho nuestros puntos de vista y nuestras ideas, así como el tono de nuestras acciones o conductas hacia el mundo y los demás seres humanos. Es por eso que siempre trato de sentir lo más positivamente que me sea posible y si no, al menos, mantener un estado emotivo neutro. Te diré que los del Alminar de Melilla, en general, somos optimistas y tenemos mucha fe en nuestras posibilidades individuales y como conjunto: creemos en nosotros y en los demás, no obstante, no somos ingenuos y conocemos las dificultades que entraña transformar la dirección de nuestra vida y bastante más dificultosa sabemos que es conseguir la transformación de un sistema cuyas riendas no están en nuestras manos.
Desde luego, no lucho contra quien botó a la humanidad, desde la eminencia del Alminar, luchamos por comprender la esencia de este sistema violento e inhumano para hacer el intento de transformarlo y para ello creemos que es necesario no solo cambiar lo que nos rodea, sino también a nosotros mismos. Desde luego que la comunidad del Alminar, y sus propuestas es una prueba de ese intento que estamos haciendo. Para mí la revolución ha de ser simultánea: adentro y afuera, personal y social y para ello hemos de mantener una actitud de permanente reflexión sobre nuestra acción, sea individual o colectiva. Los cambios sociales son solo posibles mediante la acción de grandes conjuntos luchando en una misma dirección, pero simultáneamente deben darse cambios en la conciencia individual de cada uno de los miembros de ese conjunto y aspirar por otros valores diferentes a los del sistema y tratar de vivir conforme a esos valores.
Al menos de los que creamos que otro mundo más justo y humano es posible, que somos muchas más cada día. Un abrazo.
¿Cómo quiere que sea optimista ante la incierta, por no decir utópica, posibilidad de transformar lo que nos rodea? Si es individual, nada resuelve; de ser colectiva, ¿quiénes y cuántos la conforman para lograr el empuje preciso? Incluso de ser legión, ¿podemos fiarnos de lo voluble de la masa, tan fácil de engatusar, de esa ‘insoportable levedad del ser’ que nos sella como un código de barras?
Quitando a los pocos que lo hacen en conciencia o por interés, el resto vota por impulso, en castigo o porque se traga las gominolas (V. link) que un par de meses antes de los comicios, tal vez menos, los partidos le arrojan de las tribunas. Cierto es que a nadie le ponen una pistola en la sien para que vote esto o aquello; la cosa es más sutil: le soplan engañabobos, caramelos o humo de colores. El pueblo, esa abstracción que nunca se equivoca, lo hace una tras otra. En esta ocasión, no tan distinta a otras, votó para castigar una política ciega, inútil y arrogante, sin pensar que lo que podía venirle era aún más nefasto, como así ha sucedido. Vagamente recuerdo que un partido de fútbol, contra Dinamarca, creo, cambió de un día para otro la intención de voto.
No, amigo Rifito, esa revolución de conciencias no hará posible la concreción de un nuevo modelo, por la simple y triste razón de que las conciencias están muertas, como lo estamos todos, y encima la revolución nos da miedo. No digo esto por pesimismo, sino porque los años, que no son pocos y han visto mucho, me llevan a pensar que así es y será. Nunca habrá justos suficientes para contrarrestar una mentira bien tramada. Que hoy algo se mueva, esa brisa que dice, no supone nada, un descontento coyuntural que una buena ración de pan y circo (pongamos la Roja) hará olvidar.
Disculpa Hospitalario si me he extendido en mi comentario, pero sólo encuentro una palabra que resuma las mías: ¡Mierda! Y ésa, claro, no debo decirla aquí.
http://www.digitalmelilla.es/index.php/opinion/firmas-de-colaboradores/2407-gominolas-y-humo
Me estoy haciendo un adicto, un yonki, a esta entrada. Ruego a los contertulios me disculpen, pero hay otras, desde luego interesantes, de las que apenas entiendo o no me seducen, como puede ser la nueva sobre los ¿catecúmenos? de la iglesia del Real; o cualquier otra doméstica. Dios y yo no estamos, lo que se dice, a partir un piñón; menos aún, los asuntos eclesiales. Lo que no quita que guarde un profundo respeto a los que sí les va, que, por lo que leo, no son pocos.
Volviendo con lo anterior y sin querer pecar de listillo o arrogarme planos que no me corresponden, una sugerencia al moderador: ¿Qué tal si alguna vez el Alminar habla de derechas e izquierdas, política y de conciencia? Hay cierta confusión en eso que convendría constrastar; definir, más allá de Wikipedia y tesis doctorales, qué es y supone una y otra; así como esos híbridos llamados centro. No creo que todos, y yo el primero, tengamos claro, que son y representan.
Repito, es una mera sugerencia… Pasa que se aprende tanto de los sabios comentarios que se leen en este muro, bitácora o blog.
Con la reflexión personal no se adelanta nada. A los políticos, embusteros y sinvergüenzas, que no a todos, hay que darles caña con el coach, hasta que se den cuenta de que no somos idiotas. Y si es a los locales, tanto a los colorados, azules, y a los de la media luna, debieran bajarse los sueldos, y de sus poltronas y patearan las calles, y que presentaran las declaraciones de Hacienda del año en que entraron por primera vez por la puerta del Ayuntamiento, y también la de este año que corre. Pero también las de sus familiares más directos, por supuesto.
Hemos conformado un crisol de opiniones, José Luis. Tienes que ser de esa manera, es tu forma de disfrutar de El Alminar. No hace falta que tengas que pedir disculpas, asúmelo con toda la fuerza, y comenta todo lo que realmente quieres debatir. No escuches a la gente que hable de las creencias religiosas; eso no es para ti. El Alminar ofrece una plataforma de interacción bastante sólida, pero aún más importante, es el proceso que ocurre dentro, a medida que se enfrenta al reto de articular claramente su misión y su mensaje desde la atalaya, y avisar de lo que descubre. A veces sucede que nuestros recursos de tiempo y energía son escasos. A mí, por supuesto, tu sugerencia me parece genial. No obstante, estoy por afirmar que, no quiero parecer muy pretencioso. El Alminar no tiene portavoz.
En este momento tan cruel que vivimos, amigo José Luis, a pesar de las desgracias que tenemos que soportar diariamente en nuestras vidas y en la de las personas que nos rodean, así como a nivel global, advertimos que aquellos valores injustos e inhumanos que han sostenido este sistema capitalista empiezan a no ser defendidos ni creidos por cada vez más personas, y a la vista de lo mal que va todo, cabe esperar la pronta caída del sistema por sus propias incoherencias, por lo que quizás, lo más importante no sea saber si se cae o no este sistema: caerse es seguro que lo va a hacer, sino imaginar y luchar por lo nuevo que lo va a sustituir y que habrá de ser construido por el aporte de todos nosotros, por el aporte de la diversidad humana que quiera un mundo mejor, al menos los que creamos en ello. No podemos exigir resultados instantáneos cuando lo que se trata es de cambiar los pilares de las democracias modernas para dar al pueblo un mayor protagonismo. En El Alminar, se piden muchas cosas unas tendrán sentido y otras son más utópicas que realistas. La gente está votando lo que menos conviene porque eso es lo que ocurre cuando no existe normalidad democrática. El pueblo no solo no es infalible sino que es tremendamente manipulable y la primera cosa que hay que lograr es anular esa manipulación.
Sin ese primer paso todos los demás pasos son inútiles, José Luis. Ese movimiento ha sido muy manipulado desde la izquierda, pero también hemos ido aprendiendo de nuestros propios errores. Hay evolución en el seno de la conciencia. Estamos ante una nueva lucha de clases que no va a estallar. Va a ir provocando evoluciones en los gobiernos y terminarán surgiendo nuevas legislaciones. Insisto. El sistema político y económico actual no es sostenible y cambiará por las buenas o por las malas.
Es cuestión de tiempo.
Muy buen discurso Rifito. Te agradezco tu visión del Alminar. Tiene razón en todo lo que dices. Si no escribo más, ni más cosas, es por pura imposibilidad física.
Acertado, claro y alentador su comentario, Rifito, que incluso tildaría de magistral de no estar basado en la esperanza en el hombre, como aporte capaz de provocar un cambio del Sistema, sea forzando su evolución o con la revolución. Yo, visto lo que se cuece en las cumbres y laderas del cotarro, no lo creo así. Más allá de alguna algarada colorista, seguiremos siendo ingenuos y manipulables, la clac de esta parodia que llamamos democracia. Ojalá me equivoque y llegue a verlo.
Con todo, gracias.
Tienes razón, hipica. En cuanto a la «media luna», debes saber que la inmensa mayoría de los musulmanes, rechazan ese símbolo como propio del Islam. La fe musulmana, históricamente, nunca tuvo ningún símbolo religioso, y se niegan a aceptar lo que es por esencia un icono pagano. Y puestos a sacar los colores a la política, concretamos, que son de color verde. Paradójicamente simboliza la esperanza, aunque pocos la vean. Un abrazo.
Hospitalario: Como todos, valoro el ingente esfuerzo que haces por sostener y sustentar este ‘muro de lamentaciones’, sin el cual muchos nos veríamos huérfanos de palabra. Con mi sugerencia no pretendía erigirme en portavoz –que, como bien dice Rifito, El Alminar, no tiene–, sino acaso colocar un ladrillo más, pues no veo justo, más bien egoista, dejar que toda la obra la lleves tú, asumiendo encima las consecuencias y los tiros de obús que, sin duda, te lanzan.
Si desestimar las otras, entradas como ésta, que ya supera el medio centenar de comentarios y vayámos a saber cuantas lecturas, da señal de que el asunto interesa. Eso era todo.
Estimable hospitalario, en primer lugar, con mucha alegría le Felicito muy sinceramente por el esmero y los buenos resultados que ha obtenido en su Blog. A usted y a toda la comunidad. En segundo lugar, me ha resultado bastante difícil citarte y ponerme a escribirte estas líneas -puesto que te considero una persona honrada. He leído todas y cada una de las entradas -giradas siempre a la Derecha española-, sobre la política del Gobierno local y nacional.
Resumiendo mucho, me permito, a la vista de todos, cuestionar eso de que el Gobierno ya no engaña a nadie. Han engañado, engañan y seguirán engañando pero TODOS. Y si tuvieran que dimitir seguro que no encontraríamos gobierno que nos gobernara. Esos artículos que escribe, de vez en cuando, es el reflejo de la ventajosa y engañosa irrealidad de la izquierda y la derecha española. Se pueden ver dos aparentes tendencias que no solo son iguales sino que cometen las mismas barbaridades enfrentando a las personas haciendo, consintiendo, engañando y manejando las situaciones con el único animo de eliminar al otro pero solo para no perder el poder y el dinero.
Atacas -entrecomillo- al Gobierno y animando a que la gente no solo lo eche (no vote) sino que lo odie y lo condene; usted denuncia la irresponsabilidad del gobierno por no primar el interés general. Y yo pregunto ¿ de que Gobierno ?; si mezclas al de Murcia, al de Tarragona y al de Andalucía. Sin olvidarnos el más importante el de la U.E. Es la Justicia, el verdadero «juego» democrático y sobre todo nuestra Constimunión quienes nos pueden sacar y conducir por caminos tranquilos y seguros. Y si bien con «esos elementos» acabados de nombrar sería suficiente; me gustaría recalcar que la religión Cristiana para nada sería desaconsejable. La perdida cada vez mayor de los valores cristianos y la falta de miedo están llevándonos al más absoluto de los descontroles.
DEVOLVER TODO LO QUE HAN ROBADO, es más importante que la dimisión de Rajoy, lo que querría TODO el mundo. Que devuelvan el dinero pero TODOS los partidos políticos, nadie se salva. Vamos a dejarnos de Sectarismos interesados, intentemos no ser tan «miserables» que fomentemos la destrucción y respetémonos todos. Si en Democracia la responsabilidad del Gobierno es la de garantizar el interés general, no cabe NINGUNA DUDA de que ese interés General es el de La Mayoría (votantes). Y si no gusta, pues nada.
Un cordial saludo.
Bienvenido Luis. Tengo mis dudas de si el dueño del blog comparte el mismo agrado. Suscribo todo lo que dices. Pero aquí votan socialismo, no hay crítica que valga.
Los sindicatos, una vez, dejando claro a favor de quien juegan y quitandose la careta.
http://economia.elpais.com/economia/2013/06/10/actualidad/1370884824_134766.html
Gran titular hospitalario. Pero los de izquierda ya no pueden jugar con la ventaja de que, en cualquier país, la clase trabajadora es mayoritaria en número. Acabo de leer que los obreros franceses giran hacia la derecha extrema. En españa y en europa podría pasar lo mismo y se cumpliría su profecía de ruptura o revolución.
http://www.abc.es/internacional/20131013/abci-crisis-socialismo-francia-201310111650.html
Por primera vez no voy a poner objeciones, Manuel. El giro hacia la estrema derecha de la clase trabajadora es real. En Melilla, y en otras muchas ciudades los sindicatos están colonizados por votantes del PP. Es una contradicción, pero también es porque ofrecen una falsa sensacidón de seguridad y estabilidad
Tiene su explicación, se puede debatir, pero ya no prometo hacerlo, porque carezco de tiempo físico. Te agradezco tu atención, Manuel.
A mi todo esto que está pasando en España me da miedo hospitalario, y lo explico, tu que estas muy documentado en nuestra historia, que el sistema político de nuestro país ha tenido que ir soltando libertades poco a poco para poder gobernar porque de lo contrario, los ciudadanos en el momento que se sentía presionada, se alzaba en armas. Me doy cuenta que ultimamente hay mucha tensión, pero no en la calle, sino en los medios de información. Te has planteado que la culpa de una posible Segunda Guerra Civil la tendrán los medios por culpa del protagonismo que le dan a los movimientos sociales las 24 horas del día. Recordemos que todas las guerras que han habido en la historia de la humanidad han empezado por las conocidas como «Revolución o revueltas sociales» o descontento de la población y si nos fijamos, es algo cíclico.
Amigo, si después de la muerte del dictador llegamos a un consenso y hemos vivido durante 40 años en son de paz por qué ahora comienza el descontento social? Eso es lo que no entiendo hospitalario por muchas vueltas que le doy.
Un cordial saludo.
a leer lo que escribes Ametista, tengo miedo también para España, espero que España con la experiencia que vivió sabrá no hacer los mismos errores…si los españoles piensan como Ametista, eso llegará nunca…..la memoria está allí para recordar, y evitar otra guerra civil… lo pienso…
El consenso constitucional se ha roto, porque el pueblo se ha acabado dando cuenta del engaño, de la burla en la que han convertido a La Democracia restaurada. La gente, las personas buscan nuevas salidas a esta farsa. Esto es solo una barraca de marionetas.
El guerracivilismo solo es un fantasma agitado por la derecha. En ese sentido, Amatista, no hay un peligro real de reproducir acontecimientos del pasado. Sin embargo, funciona como «espantapájaros».
Para José Luis Navarro
«El Rey nos lo impuso Franco….» De verdad, Franco, en 1491 (Santa Fe), nos impuso el Rey (Monarquía) al grito de: «¡por yo quiero!». Podría decirnos, favor, desde cuándo España es un Reino ? Tela. Felipe VI no carece de una votación legítima que le reprochas a su padre, Juan Carlos I de España. El pueblo no votaron en referéndum, pero sí sus representantes legítimos en el Congreso, guste o no nos guste, y fue afirmativa, JL.
Es que para los que piensan de esta manera, vale sólo a veces, normalmente cuando el viento sopla a su favor. Es decir, a veces SÍ representan al pueblo y otras veces es la ciudadanía la que tiene que votar de manera directa para que algo sea legítimo, según tú.
Salud compañeros.
Josema te equivocas de entrada, creo que JL no haya dicho nada semejante. Además en España no hay conciencia de «pueblo». Y no creo que sea necesario refrendar banalidades, hay asuntos más serios y mucho más urgentes que tratar.