Non European Union


Melilla y Ceuta excluidas del mundo moderno

Cuando los ciudadanos melillenses salimos de nuestro eterno confinamiento, de nuestra zona de exclusión, ya sea en avión o barco, se nos lleva a una zona limítrofe, algo así como un limbo fronterizo. Todo esto, el carácter de «territorio franco», se ha mantenido por el único interés del comercio transfronterizo, según el eufemismo local, pero conocido desde siempre como contrabando, que ha sido la principal actividad económica, incluso en el Protectorado, y al que Melilla y Ceuta no pertenecieron nunca. Es más, Melilla mantuvo siempre su propia aduana, hasta el 2018.

Hemos soportado y seguimos soportando unas clarísimas diferencias de trato con respecto a los españoles peninsulares, solo por mantener un tipo de comercio que beneficia a poco más 100 empresarios de manera extraordinaria, y sobre todo a las arcas municipales, con las que se han pagado todo tipo de excesos. A nade que conozca le piden el carnet de identidad cuando transita entre Ávila y Segovia, o entre Almería y Granada. En la península no existen los controles interprovinciales.

No estamos en ningún lado, ni en la Unión Europea, ni en la OTAN, ni en ningún otro, y eso empieza ya a resultar una pesada carga para el ciudadano de a pie, sobre todo, cuando quiere recibir por correo un libro, un objeto de tecnología digital, o cualquier otra mercadería. Son centenares las empresas de comercio electrónico que excluyen a ambas ciudades norteafricanas, de su mapa de envíos.

La nueva modificación del IVA y gestión aduanera

La modificación de la normativa del IVA con fecha 01/07/2021, y la centralización en Madrid de cualquier tipo de mercancía de comercio electrónico con destino a Ceuta, Melilla y Canarias, han convertido en casi imposible la llegada de cualquier tipo de productos entre particulares. Pero se fleta un barco cargado de contenedores marítimos, y los vende en las antiguas naves comerciales cercanas a la frontera de Beni-Enzar, es casi seguro que tendrá menos problemas, de los que hemos tenido para recibir «tres libros usados. Casi dos meses, y tres devoluciones a origen, han sido necesarios, para que estos libros lleguen a su destino, Melilla.

El futuro económico y social de la ciudad

El contrabando y su abundante maná, cegó la puerta al estudio de cualquier alternativa económica para el sostenimiento de la ciudad. Hasta el día anterior al cierre fronterizo y con la pandemia ya declarada, los pasos de Hardú, Farhana y Beni-Enzar, estaban rebosantes de transporte transfronterizo. Cuando nos acercamos a los dos años de cierre comercial, todavía no ha habido una renuncia clara a este tipo de actividad económica. Son también muchas las pequeñas empresas que cierran por no tener una agilidad en la recepción de mercancías, o que tienen que dedicar una parte significativa de sus ingresos, a la solución de estos problemas mediante asesorías.

Hay dos tipos de futuro para la ciudad, el que imaginamos es el bueno. Una ciudad integrada en la Unión Europea, con un tránsito comercial legal, con trabajadores transfronterizos que puedan entrar y salir en Melilla en condiciones respetuosas con la dignidad de las personas. Un futuro en el que los funcionarios de la Policía y Guardia Civil desempeñen sus funciones en condiciones similares a la frontera con Portugal o Francia, y no en el infierno africano. Un futuro en el que los marroquíes de las provincias limítrofes entren y salgan con la mejor agilidad posible, y en el que los melillenses y ceutíes podamos ir a las localidades de Marruecos con las misma facilidad. Un futuro en el que nuestra ciudad pueda vivir de sus recursos financieros y en el que no se conviertan en una «Little Gibraltar«, que es el camino que llevaba hasta el momento.

Pensamos también en un diálogo abierto, fluido y permanente con Marruecos.

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Afloramientos en el Cerro de Santiago


Todo está en Santiago

Que el cerro de Santiago alberga construcciones anteriores a 1497 es un hecho indudable, que los españoles lograron dominar ese cerro hasta el siglo XVI, también, porque la defensa de Melilla exigía edificar fuertes en los cerros colindantes para proteger la ciudad. Sin embargo, a lo largo de los tres siglos siguientes a la conquista, la alcazaba de Santiago fue la gran amenaza para el sostenimiento de la ciudad.

¿Qué existía en el cerro de Santiago?

Una alcazaba de gran tamaño, una mezquita y morabito, una higuera sagrada, dependencias auxiliares, silos de grano, algún aljibe, e incluso un zoco. En definitiva, un gran complejo en donde se reunían las tribus rifeñas que dominaban lo que se conoce como «el campo exterior». Allí establecían sus acuerdos, y los turnos de guardia para la defensa de la costa, muchos siglos antes de la conquista española. Es también un hecho que siempre que se han realizado obras de urbanización, desde 1860, han aparecido en la zona todo tipo de restos.

El enigma del cementerio rifeño

Las tribus rifeñas habitaban los cerros (Hidúm, Santiago, Mª Cristina), con mejores condiciones para resguardarse que la propia Melilla la Vieja, y en donde solían esconderse durante las incursiones de piratas, que siempre asolaron la costa mediterránea. Los indicios históricos sugieren la presencia constante de población mauritana, pero nunca ha aparecido un cementerio, aunque sí han aflorado enterramientos. Si vivía gente, en algún lugar debería enterrarse a los muertos. La llegada de la dominación musulmana, cambió para siempre las costumbres de la zona. Que se sepa, nunca han aparecido restos suficientes, como para calificar algún lugar como «cementerio».

Lo de los camiones de huesos durante las obras del Auditorium Carvajal, en la década de 1960, parece una leyenda melillense, que pudo tener alguna base real, tras el vaciado de las criptas de la Iglesia de la Purísima, y su traslado al nuevo cementerio de La Concepción. El cerro de Santiago reúne todas las condiciones para ser el emplazamiento de ese cementerio histórico.

La intervención de las Autoridades de Cultura

Un afloramiento es la aparición de algo inesperado, agrupaciones de piedras sobre un terreno que se abre en unas obras, y que sugieren la intervención humana, ya sea mediante una construcción, o cualquier otra acción. En el cerro de Santiago hay una diferencia de cota grande entre sus partes norte (superior), y sur (inferior), a la altura de La Salle. La experiencia demuestra que no todo se pierde con el paso de la historia, y que muchos materiales se reutilizan, o simplemente se cubren.

Las máquinas han empezado a explanar y levantar el borde del cerro en su lado oeste (calle hermanos Senén y Mauricio). Al liquidar los árboles e iniciarse el desmonte, han aparecido restos de muros, que no se corresponden con los materiales del antiguo cuartel. Según nuestra interpretación, algunos de esos muros corresponden a las construcciones y límites de la antigua alcazaba y sus edificaciones auxiliares. No hay que esperar pues a que la máquina excavadora comunique que se ha topado con algo extraño. Lo mostrado, ya exigiría que las autoridades de Cultura estuviesen pendientes de lo que puede ir apareciendo.

La zona sur-oeste, y todo lo cercano a esa esquina, es el terreno que más interés arqueológico podría tener. Las zonas menos explanadas y más vírgenes. Justo en donde estuvo la higuera y el morabito.

Cumbre Vieja o el Vesubio español


La Palma, cuando todo estaba escrito

Carmen Romero, Francisco Quirantes y Eduardo Martínez de Pisón, son los autores del tomo I de la Geografía Física de España, dedicado a los volcanes (Alianza Editorial, 1986). El problema no es que todas las islas sean de origen volcánico, es que las Islas Canarias son «un conjunto de edificios volcánicos construidos a lo largo de 30 millones de años», y no solo eso, algunas como el caso de La Palma, con volcanes activos, aunque esta isla es, con más propiedad, un volcán habitado.

Las 3/4 partes del libro están dedicadas a las Islas Canarias, y de esa parte, 1/3 de ella está referida a la isla de La Palma, porque se trata de un volcán, con actividad constante. El tiempo geológico o el del interior del Planeta, se mide en cientos de miles o incluso millones de años. Acertadamente decía un vulcanólogo que las erupciones de esta isla, son en realidad «misma erupción», porque 100 años es presente continuo para el manto terrestre, que es el lugar de donde proceden las coladas de lava. El terrible suceso que nos ocupa desde hace dos semanas, es en realidad un proceso natural y simple.

Las Islas Canarias tienen «una larga historia, una gran variedad de materiales de emisión y de formas eruptivas» y sobre todo «una continuidad», como es el caso de La Palma. En el recuento de los autores, hay 18 erupciones en los últimos cinco siglos, siendo la más importante la del volcán de Timanfaya en Lanzarote, que emitió lava entre 1730 y 1736, con 4 cráteres alineados. De esas 18 erupciones, 20 en la actualidad, ya contando la última (2021), casi la mitad corresponde a la Isla de La Palma, o sea, 8. Se trata por tanto de un volcán activo. La zona más peligrosa de la isla, es precisamente en la que se ha producido la erupción actual, la de Cumbre Vieja, de engañoso nombre, porque en realidad es la más reciente en su formación.

Tenerife y Gran Canaria son islas muy grandes, en las que la actividad volcánica es ya lejana en el tiempo, entre 1704 y 1798 en la primera, y sin datos históricos en la segunda de ellas. Solo el Teide conserva lo que se conoce como actividad «fumaroliana». En Tenerife, en 1705, se abrieron 7 bocas eruptivas, que son hoy conocidas como el paraje de «siete fuentes».

En el archipiélago canario, según los autores, se distinguen todas las formas eruptivas posibles, que son las que están ocurriendo en La Palma, con constante apertura de «bocas», emisiones magmáticas diferentes, explosiones, fumarolas, bombas de basalto, cenizas y piroclastos. En realidad, sin en algún lugar saben de volcanes, es en Canarias, porque les va en ello la supervivencia.

La actividad volcánica está asociada con la actividad sísmica y la circulación de magma por debajo de la corteza, porque esa es la composición del manto terrestre, roca fundida por la presión y la temperatura, que circula buscando el modo de escapar. Cuando encuentra una falla, o un tubo volcánico, asciende por él debido a la gran presión existente y sale a la superficie de modo espectacular, desde la llamada zona de fusión, en la astenosfera.

Mala suerte tuvieron los habitantes de Pompeya y Herculano en 79 EC (Era Común), porque los romanos no conocían la existencia de volcanes, cuya gran etapa finalizó hace dos millones de años (Gurugú), y por supuesto, no sabían que el Vesubio era uno de ellos. Los temblores de tierra, las fumarolas, y el gran estallido, les pilló completamente por sorpresa. Las Islas Canarias se conquistaron poco antes del Descubrimiento de América. y el primer registro de actividad volcánica es de 1470, precisamente en La Palma.

Las laderas de Vesubio está hoy densamente habitadas, pese a que es considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo, con la última actividad conocida en 1944, en la que se llevó por delante la aldea de San Sebastiano. Algo similar ocurre con la isla griega de Santorini, y las poblaciones Santorini e Oia, que están situadas sobre el mismo borde de un cráter volcánico, que explotó en 1500 AEC (Antes de la Era Común), o lo que es lo mismo, hace más de 3500 años, pero sin actividad posterior conocida, salvo una pequeña zona de emisión de aguas ferruginosas y calientes.

Algo parecido al Vesubio, pero sin esa magnitud, es la isla de La Palma, el volcán habitado. Afortunadamente no hay que lamentar víctimas humanas, aunque sí cuantiosos e irreparables daños materiales. No hay volcanes activos en España salvo los de las Islas Canarias. Este volcán, activo y constante desde que se tienen noticias de él, es el Vesubio español, o si se quiere, canario. El estallido definitivo, o el derrumbe completo del cono, es algo que no es descartable, y que está previsto en estudios norteamericanos, e incluso españoles.