El edificio del Sol Naciente


El esplendor del Modernismo en el Real

«Uno de los principales valores de la ciudad de Melilla y, desde luego, el que le da mayor carácter de universalidad, es la belleza de su trazado urbano y la monumentalidad de su arquitectura». Antonio Bravo

Esto escribía el historiador y Cronista de Melilla en La Ciudad de Melilla y sus Autores, en 1997. Otros autores como Salvador Gallego, Francisco Saro y el más reciente José Luis Cabrera, han insistido en que el concepto modernista no son solo los edificios, sino también la planificación urbana. Hoy podemos afirmar desde El Alminar que, casi todas las reformas posteriores, tanto del trazado urbano como de sus edificios, no solo no han conservado ese carácter específico, sino que lo han empeorado en todos y cada uno de sus barrios. El concepto de ciudad modernista ha desaparecido, bajo el abigarramiento de una homogeneidad pretendidamente moderna, entendida en como la peor acepción del desarrollo urbano. Se ha alterado y sigue alterando la modernidad de su trazado, pese a ser concebido hace un siglo.

La ciudad proyectada ha resistido medio siglo de urbanización descontrolada, pagándolo con la desfiguración de sus barrios, y el aburrido estilo cúbico de sus edificios, sin nada relevante ni que merezca destacarse, en sus nuevas construcciones. La mediocridad de la nueva construcción es tal, que por eso se ha producido este movimiento de regreso onírico al esplendor desaparecido, como única forma de escapar de una realidad opresiva y que la aproxima cada día más, a la Hongkonización. En muchas capitales europeas se construyen centros modernos, en donde los mejores arquitectos edifican bellas creaciones , que entran de modo directo en los manuales de arquitectura.

En Melilla no ha ocurrido nada de eso, porque solo se han construido edificios que han desfigurado el carácter de cada barrio. El cubismo es un movimiento pictórico creado por Pablo Picasso, pero que no admite el traslado como tendencia de edificación en nuestra ciudad. El barrio del Real, junto con el del Tesorillo, son los más dañados por el cubismo arquitectónico melillense.

El edificio del Sol Naciente

No podemos dejar de señalar que los edificios modernistas son los edificios de la burguesía adinerada melillense, en contraposición a una ciudad ciudad de barracas y de casas de mala calidad, en las que vivía la mayor parte de la población, compuesta por obreros, trabajadores y gentes que atravesaban el mar, para llegar hasta la ciudad de la expansión, y que raramente lograban cumplir sus expectativas. En la ciudad naciente, no existía la clase media. Sin embargo, y pese a todo, surgieron iniciativas para dotar a los nuevos barrios de una réplica modesta, de lo surgía en el centro urbano. De ahí esa gran frase melillense, ya casi en desuso de «bajar a Melilla», para explicitar el traslado desde los barrios o campo exterior, hacia el centro.

Sorprende este edificio, factura de Enrique Nieto, en pleno centro del barrio del Real, surgido tras las Guerra de 1908, en la que se ocuparon los famosos «Altos del Real«, por el ejército acampado del General Villalba. Un barrio de trazado moderno, a punto de colapsar por la alta y desordenada edificación. El conjunto exterior del edificio está aligerado por la altura de la planta baja y los detalles ornamentales que rompen sus líneas rectangulares. Sin embargo, en donde se concentra toda la carga decorativa es en el portal, el lugar de paso, con los rayos del sol naciente, en ambos lados del mismo. Eso unido a los mosaicos laterales y los yesos y relieves del techo.

En una ciudad con predomino del calor sofocante, el modernismo buscaba en la altura de las plantas la manera de refrescar las habitaciones, que son fríos y húmedas en invierno. Para los cánones de comodidad actuales, la vida en estos edificios tiene sus dificultades, y es dura.

Nota: La sugerencia de la visita vino desde Uno de Melilla, amigo de este blog.

Melilla es feminista


Hay otra Melilla que tiene su espacio, menos reconocido que otros y que conquista día a día su alternativa. Eso es lo que hemos visto en la parte final de la Marcha por el 8 de Marzo. Es una Melilla feminista, plural, policultural, moderna, poliglota, mestiza, diversa, alternativa, libre.

Es es la Melilla que hemos visto en la parte final de la Marcha, que se ha extendido por espacio de 3 horas, desde la barriada de Las Palmeras hasta la misma Avenida, en total orden y concierto, porque también lo ha habido en sus últimos instantes, con canciones y representaciones lúdicas.

Hay otra ciudad más normativa, más reglamentada, más visibilizada, pero ésta también debe existir, porque es tan real como la otra y porque pertenece a la misma sociedad. El tiempo actúa de criba, tanto en el espacio de años, como en espacios más cortos, el de una misma tarde. Hay mucho que ya no se ve, porque estuvo por aquí solo de paso. El movimiento del 8 de Marzo se ha depurado mucho, pero lo importante es que siga vigente, porque la llama hay que mantenerla encendida, y de eso es algo de lo que sabemos mucho en El Alminar.

Extenderse por un largo lapso de tiempo y permanecer, no es nada fácil. Sobre todo después de dos años de pandemia interminable, y de una nueva guerra europea, que ha puesto una carga más, en la «desmoralización» social. Se necesitaba descanso y no hemos tenido opción.

Hay que buscar espacios nuevos y mantenerlos. No todo es casta y nomenclaturas. No todo puede ser rendimiento político. El movimiento del 8M resiste, en una ciudad muy difícil y con márgenes muy estrechos para mantenerse y perseverar.

Libertad, Igualdad, Fraternidad. Aunque muchos no lo quieran pensar, los valores de la Revolución Francesa son universales. Están por encima de las religiones y de las distintas culturas. Son de todos/as y nos pertenecen. Hay que seguir luchando por ellos y por conservarlos, en su versión más amplia posible.

El trabajo de las mujeres


¿Medalla de Oro a los/as Trabajadores/as de la Limpieza Pública?

Nos gustan las heroicidades, los éxitos deportivos, pero si esta ciudad presenta una imagen medianamente decente, es gracias a las trabajadoras y trabajadores de Limpieza Pública. Trabajan en las calles, empujando sus carros, a veces en cuestas casi imposibles. Están en sus puntos de recogida de carros a las 7 de la mañana, y antes de que la ciudad despierte, o de aquellos que por su trabajo todavía no se han ido a dormir; ya hay un trabajador o trabajador o trabajadora limpiando nuestras calles.

Salen todos los días a la calle, desde la mañana hasta la tarde. No importa que haga frío, viento, calor, lluvia o que el infierno se caiga sobre nuestras cabezas. No importan tampoco la edad o condición física del trabajador. Salen a limpiar aceras y calles en la ciudad en la que menos colaboración hay, por parte de los ciudadanos, en la limpieza urbana y colectiva.

No descubrimos un secreto a nadie, si decimos que cuanto más desciende el puesto de trabajo en la escala social y laboral, hay más mujeres. Barrenderas urbanas, limpiadoras en hoteles, hospitales, camareras de piso, o limpiadoras de hogar, parecen profesiones destinadas a las mujeres. Existe una Ley de Igualdad laboral efectiva para mujeres y hombres, la Ley 3/2007 de 22 de marzo, que busca promover la equiparación de hombres y mujeres en todos los ámbitos laborales. En Melilla solo hay 1 mujer en el Cuerpo de Bomberos, y acaso poco más de diez en la Policía Local. Es más usual ver mujeres en la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Tropa profesional, pero todavía son minoritarias. La Ley pretendía y pretende, que al menos el 40% de las plantillas de empleados públicos en cualquier ámbito, sean mujeres.

Pero seguimos con la limpieza pública. Cada semana acude a cualquier calle de la ciudad, el camión de baldeo, e inmediatamente, tras su paso, acuden los dueños de mascotas con sus perros, a pasear por el suelo recién refrescado y con olor a limpio. Parece que en la playa o jardines no existe la obligación de recoger los excrementos de los animales. Los dueños de locales de hostelería, deberían dejar relucientes las zonas de terrazas, y no esperar a que sean los trabajadores de la limpieza quienes pongan en orden las calles y las cosas. Y acabamos con la misma pregunta: ¿Por qué no, la Medalla de Oro de la Ciudad a los/as trabajadores de la limpieza de vías urbanas?

El Nuncio Papal en Melilla


La visita del Obispo y Nuncio Federico Tedeschini

Enrique Delgado Jiménez

Federico Tedeschini Es el único Nuncio Papal que ha visitado Melilla en toda su historia. La visita se produjo entre el sábado 29 y el lunes 31 de octubre de 1927, con motivo de la clausura de la semana Franciscana, en honor del patrón de la ciudad. En los primeros 30 años de la Melilla de la expansión, todas las grandes personalidades de la historia española, en algún momento visitaron o vivieron algunos años en nuestra ciudad.

El Nuncio Papal y Arzobispo de Lepanto, llegó a Melilla en las primeras horas del día 29, a bordo del vapor Vicente Puchol. Ya entonces, el horario nocturno de los buques era un logro para la comodidad de los viajeros. En la dársena del Puerto recibió los honores del Batallón de Cazadores de África nº 18, y fue saludado en su llegada por el comandante general González Carrasco y el presidente de la Junta Municipal Cándido Lobera. Durante los 4 días que duró su visita a la ciudad y zona de influencia, se alojó en lo que hoy conocemos como Casa del Gobernador. A la recepción acudió todo el pueblo de Melilla, y todos sus representantes públicos, incluido Mohamed Ben Maimón.

En esa 1ª jornada bendijo y ofició una misa, acompañado de su séquito, en la iglesia arciprestal del Sagrado Corazón, a cuyo frente se encontraba el Vicario Antonio Casasola. Tras el oficio religioso, Visitó la Escuela General y Técnica, la Residencia de Estudiantes Indígenas y la Exposición de los Centros Hispano Marroquíes. Tras el almuerzo, se trasladaron a la localidad de Segangan.

Misa de Pontifical y 1ª piedra de la Divina Infantina

Con toda la solemnidad litúrgica posible, el domingo 30 de octubre celebró una misa de Pontifical en el templo patronal de la Purísima Concepción. El resto del día lo empleó en visitas a la Cámara de Comercio, y en recepciones a diversas comitivas ciudadanas. El lunes 31 de octubre celebró otra misa de Medio Pontifical en la iglesia de Nador, y seguidamente colocó la 1ª piedra de lo que hoy es la Casa Convento de La Divina Infantita. Por la tarde visitó las localidades de Monte Arruit, en donde ofició un responso sobre el cementerio de la Cruz de esa localidad, y la alcazaba de Zeluán, en donde fue agasajado con Té a «la usanza mora». En las últimas horas de la tarde y a bordo del vapor Atlante, regresó a la ciudad de Málaga, desde la que se encaminó nuevamente hacia Madrid.

La aparición de un antiguo libro, de edición primorosa, y de solo 150 ejemplares de tirada, ha reverdecido el recuerdo de esta visita, de la que en apenas 5 años se cumplirá el centenario. Su Eminencia Federico Tedeschini, arzobispo titular de Lepanto, fue nombrado como Nuncio Apostólico de su Santidad Benedicto XV en España, el 31 de marzo de 1921, manteniéndose en el cargo hasta 1936. Fue nombrado como cardenal in pectore, en Consistorio secreto, el 13 de marzo de 1933. por Pío XI. Esto quiere decir que su nombramiento no fue hecho público, por el temor de Roma a que su nombramiento pudiese provocar algún tipo de violencia o rechazo hacia su persona.

La memoria de su actuación en España, fue recopilada y escrita por monseñor Juan José Calabuig Revert, capellán del Real Templo Basilical de San Francisco el Grande de la ciudad de Valencia.

La tumba del zar Putin


Vladimir Putin llegó al poder en las elecciones de 2000, las primeras celebradas en toda la historia de Rusia. Ocupaba el cargo de modo interino, tras la dimisión de Boris Yeltsin en 1999. A los meses del inicio de su mandato, se produjo el hundimiento de la joya de la marina soviética, el submarino Kurks. La Constitución rusa no permite renovar un tercer mandato, por lo que en 2008 procedió a su reforma y transfirió los poderes al jefe del gobierno, durante un periodo de 4 años, en los que su lugarteniente Dmitri Medvédev (2008-2012) se convirtió en Presidente de la Federación Rusa. En 2012, tras ganar de nuevo las elecciones, ya sin posibles rivales, gobernó hasta 2020. Una nueva reforma constitucional en ese mismo año, le permite mantenerse en el cargo de modo indefinido. Era un signo de alarma democrática, pero como hemos visto a otras repúblicas convertirse en cuasi monarquías de reelecciones perpetuas y entre familiares (Siria, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Cuba, Argentina, Polonia), no fue tenido en cuenta por la Comunidad Internacional como un posible semáforo rojo.

Historia de Kiev y Moscú

La historia de Rusia y de Ucrania o de Kiev y Moscú, fue una historia común desde el siglo IX ( tan indistinguible en algunos momentos como lo pudiera ser la de Cataluña y Castilla o la de Serbia y Kosovo) hasta la invasión de los Mongoles. La frontera natural entre el mundo eslavo y el europeo fue el río Dnieper. Hasta el siglo XIX, las tierras el oeste del río pertenecieron al Imperio Austro-Húngaro e incluso a Polonia.

La historia no importa ahora, pero sitúa a los países y explica algunas causas. Rusia surge en Kiev, del mismo modo en que España se inicia en Asturias. Moscú y Kiev aguantaron juntas todas las invasiones posibles y Moscú sustituyó a Kiev en el liderazgo, del mismo modo en que Castilla sustituyó al Reino de Asturias.

Los configuración actual de los países europeos no es la histórica. Todo fue alterado por los nacionalismos europeos expansivos, como el imperio Austro-Húngaro o el de Francia. Los europeos invadieron Rusia tras la Revolución de 1917. Los zares conquistaron el antiguo imperio mongol, pero ningún soldado rusa ha puesto su bota en Europa con intenciones invasivas. La geografía actual de Ucrania es la que trazó la Unión Soviética. Crimea perteneció a Moscú, hasta que fue regalada por Khushchev a Ucrania. Alaska fue vendida a Estados Unidos por los zares.

Vladimir Putin y Anna Politkovskaya

Hay comparaciones recurrentes pero falaces, entre Putin con Stalin o Hitler, pero no superan una vigencia de más de un día. La primera que intuyó el verdadero rostro de Putin, invisible para Occidente, fue la periodista rusa, cuyo artículo «Porqué no me gusta Putin», publicado en 2004, resulta premonitorio. Así lo debió considerar el propio autócrata y en 2006, Anna Polikovskaya fue asesinada en su domicilio. Para la periodista, la clave del desorden moral y humano de Putin hay que buscarlo en la segunda guerra de Chechenia y en lo que ella calificó como «la deshonra rusa». Esa guerra rompió todas las barreras morales del nuevo estado ruso, y de su único dirigente.

Ucrania: La derrota de Rusia

Rusia es un país tan grande, que nunca ha necesitado del colonialismo, como el resto de países europeos. Los rusos no salían de Rusia. El. desmantelamiento de la URSS en 1991 fue modélico, en el mismo año en que Yugoslavia iniciaba el camino hacia la división violenta. Vladimir Putin ha destruido una herencia y una tradición secular. Los rusos han soportado a los peores tiranos de la historia, pero siempre dentro de sus propias fronteras.

Hace un mes escribíamos que Ucrania había sido la tumba de cualquiera que hubiese intentando invadirla. Putin ha llevado a rusos a combatir contra rusos. Ucrania ha resistido una semana al ejército más poderoso del planeta. Ya han vencido, ocurra lo que ocurra. La guerra de Chechenia fue una percepción interna, como reflejó Politkovskaya, aunque durase 4 años. La de Ucrania ha sido ante todo el mundo. El neozarista Vladimir Putin ha deshonrado la historia y la tradición de Rusia, la del pueblo más sufriente de Europa. Lo que tampoco se entiende es la pervivencia de la OTAN, un instrumento de la Guerra Fría, cuando Rusia disolvió todas sus estructuras bélicas y abandonó toda sus presencia militar en Europa en 1991. Hoy por hoy, sigue siendo un elemento desestabilizador. Es un anacronismo, al igual que la ONU. Es cierto, Ucrania está sola, y Rusia ahora, más que nunca.

Desidia


¿Cuándo llegó la desidia? La primera vez que documentamos su existencia fue en 2013. Hablamos y escribimos acerca de aquello que podemos documentar, de nuestro tiempo propio, el del Alminar.

La desidia, la indolencia, la acedia, aparecen por muy diversas causas. Las causas pueden ser muy diversas. Una es la autocomplacencia, como la que existía en aquel tiempo sin alternativas y de mayorías omnímodas. La otra se apodera de la acción y del ánimo cuando se percibe que no puede cambiarse el curso del destino. El tiempo corre inexorable y no se detiene ante nada. Las oportunidades perdidas no vuelven. También puede ocurrir que nada sea como uno pretende o que los resultados no sean los esperados. A cada momento le corresponden unas circunstancias y no vale lamentarse por ellas, porque entonces se cae en el fatalismo.

Es cierto que los que se presentan como buenos, no lo fueron nunca, pero también pasa que los que son buenos o lo pretenden no consigan demostrarlo o hacerlo ver de modo nítido. La cizaña crece junto al trigo, y no se puede separar hasta la hora de la cosecha. Hay cosas que se ven de modo claro, pero la memoria no da para tanto y es el menos fiable de todos los recursos humanos. Nada suele ser como se recuerda. Todo hay que demostrarlo constantemente. Si no se hace es porque hay desidia y acedia.

Tal vez el error primero fuera plantar estos árboles, que son de selva o de bosque, como los eucaliptos. Sus potentes raíces deforman todo el terreno en su entorno, ya sea cemento, asfalto o el pavimento de losas. Si el árbol está enfermo o muerto. Si se ha decidido talar o ya solo queda el tocón o una parte considerable del tronco, lo mejor es erradicarlo por completo. Cualquier acción es mejor que dejarlos en este lamentable estado y aspecto. Ya no son nada.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2013/09/30/la-desidia-se-aduena-de-melilla/