Convivencia y política


Comisión Islamica, libertad de expresión y Partido Socialista

Conforme pasa el tiempo, cobra mayor importancia la figura de Hassan Driss Amar, presidente de la CIM entre 2012 y 2016, en las más duras condiciones posibles. Sin subvenciones, con el ostracismo de las Instituciones, y cuestionada legalmente la Comisión, por una asociación creada «ad hoc», que llegó a impugnar el censo de votantes. En todo ese duro tiempo, jamás cuestionó en lo personal a nadie, y mantuvo la independicia de la CIM con fuerte viento en contra.

La supervivencia de la entidad se debe en parte a su labor, que también fue cuestionada desde dentro. Consiguió mantener una asociación que es importante para la convivencia de la ciudad, en la misma medida que otras, de distinta índole religiosa. Atrevesó esa difícil etapa manteniendose fiel a los principios de la Comisión. Salían a la calle, vendían libros, también regalaban algunos, organizaban charlas y se hicieron visibles para el resto de la sociedad, porque en una Democracia no puede hacerse nada lejos de la luz pública.

Ayer 30 de marzo, Hassan Laboudi salía por primera vez a la palestra para aclarar la posición de la CIM sobre el ataque personal, llevado a cabo desde no se sabe qué lugar. El presidente se la CIM debería seguir en esa línea presentqndo a toda su ejecutiva, y ofrecer el modo de comunicarse con su entidad y también dejar claro quiénes son los responsables autorizados para hablar en nombre de la Comisión Islamica, algo que ayudaría a todos y disiparía las dudas de posibles instrumentalizaciones. En cualquier entidad, una acción individual, acaba afectando a todo el colectivo.

Libertad de expresión

En una sociedad democrática, los principios constitucionales están por encima de cualquier otra creencia o ideología, y no pueden ser puestos en cuestion. Pese a ello, crecen los movimientos e incluso partidos políticos, que quieren invertir la situación, o limitar derechos, constitucionales, como el de la Libertad de Expresión.

Hassan Laboudi, se posiciona claramente en contra del cuestionamiento del honor y moralidad de las personas. También reconocen el mérito personal y la integridad de Sabrina Moh, Delegada del Gobierno. Esto está bien, pero nunca se debería haber puesto en cuestión. Reconocen que hay una falta de entendimiento con la Institución gubernativa, y esto es algo que debe solucionarse, pero para ello hay que definir las asociaciones y quiénes son los interlocutores.

Es bueno que se hable, en reuniones oficiales, y a la luz pública. La convivencia es algo que nos concierne a todos. Para ello deben estar definidos los ámbitos de actuación y las propias entidades.

La CIM se posiciona en favor de la libertad de expresión, en relación con la carta de autor. Bien, pero no parecieron entender eso con la escritora Zoubida Boughba, recopiladora de cuentos tradicionales rifeños y activista contra «la imposición del hiyab», cuando llegó a Melilla de la mano de la Consejería de Cultura de Elena Fernández. La CIM de entonces, quiso impedir ese acto cultural, en enero de 2020.

Era lógico el apoyo de Gloria Rojas y del PSOE de Melilla a la Delegada del Gobierno. Resultan muy correctas la puntualizaciones de hoy de Sabrina Moh, desde la sede socialista local. Hay líneas que no deben cruzarse, al menos parece que la CIM lo asume. También están en su derecho de seguir reclamando una mayor atención por parte de la Delegación. La reacción socialista ha obligado a la CIM a aparecer y es algo que deberían hacer con más frecuencia, pero con interlocutores oficiales.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2020/01/13/zoubida-boughaba-cogio-su-avion/

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