Quizá sea este la última entrada que escriba acerca de la «falsificación monumental» que ha asolado Melilla durante dos años. Tuve la precaución de hacer las fotos antes de iniciarse la epidemia mixtificadora. Gracias a ese trabajo previo, puedo mostrar hoy el antes y el después de la devastación de los picapedreros. Uno de los conceptos básicos en cualquier «restauración» es que ésta sea reversible y sobre todo, que quede claro cual es la parte nueva y cual la antigua. La primera parte de este enunciado no se ha cumplido, la segunda tampoco, pero ya da igual, porque ya no hay marcha atrás. Después de lo que ha sucedido, con el consentimiento de todos los que debieron impedirlo, ya no habrá ningún retorno a la situación anterior. La verdad es que casi nunca lo hay.
Han sido dos años de trabajo, de fotografiar palmo a palmo Melilla La Vieja, de leer decenas de libros, casi todo lo publicado sobre las viejas fortificaciones de Melilla. sobre su historia. He realizado cientos de fotografías, he escrito decenas de artículos y colaboraciones en la prensa local, en sostenido debates bárbaros en un foro infausto, he escrito una docena de entradas diferentes en El Alminar, pero más que cualquier cosa que yo haya dicho o escrito, lo que más valen son las imágenes. Mostrar el antes y el ahora de esa obra, mal llamada rehabilitadora. Que cada uno vea y compare, con sus propios ojos, lo que ha sucedido.
Decía el otro día Fran, uno de los más asiduos opinadores de El Alminar, que: «Melilla La Vieja lucía muy bien». Eso es algo que no puedo negar, luce bien, pero absolutamente falsa. Si todos han callado, quizá yo, ya no escriba más.
He visto maquetas de Exin Castillos absolutamente preciosas, pero es eso, unicamente eso. Un bonito, lucido y nuevo Exin Castillos. En eso ha quedado la ciudad antigua de Melilla. Esperemos solo 10 años para ver. cual es el resultado de esto. http://www.exincastillos.es/foro/