Tribulaciones sobre el Año Nuevo


Enfrentarse a las barras vacías de las estadísticas de los 12 meses del nuevo año, produce siempre una sensación de inquietud en El Alminar. Hay 365 días por delante de los que no sabemos nada.

Casi todos/as los que estamos hoy aquí hemos visto cerrarse un siglo y un milenio. Hemos entrado en el año 2022, el de extraña escritura, inmersos en la gran pandemia mundial, la nueva peste de la que harán referencia todos los libros que se escriban en el futuro. La peste empezaba a remitir en el tercer año, y dejaba de asfixiar a las ciudades con su abrazo mortal. Aun así y pese al cansancio, seguiremos insistiendo en ls necesidad de estar alerta y de no caer en el exceso de confianza, porque es una enfermedad que no da segundas oportunidades.

A lo largo del año pasado hemos cerrado muchas cuentas pendientes en el blog, con temas sobre los que no habíamos escrito y que le debíamos a la memoria de la ciudad, porque este es un blog sobre Melilla, antes que cualquier otra cosa. El haber cerrado todos esos asuntos pendientes, dentro de la ya finalizada década inicial del Alminar, nos permitirá movernos con más libertad. Ya no estaremos tan condicionados por el quehacer diario.

Hemos recuperado el ritmo y nos volvemos a situar en la línea de las 150.000 visitas anuales. Haber sobrepasado una década larga de escritura constante, tiempo en el que desaparecen 8 de cada 10 blogs, tendrá la recompensa de que permaneceremos en la. memoria física de los buscadores y en los datos del algoritmo. Ha sido un esfuerzo enorme y algo que nunca imaginamos.

Propósitos para el Año 2022

Recuperar un buen hábito perdido, desechar alguno pernicioso, iniciar una labor nueva, acabar una pendiente, pero no dar nada por concluido, porque la realidad siempre puede cambiar todo en cualquier momento. Habíamos dado por cerrado el año con la felicitación navideña. 124 artículos, casi 100.000 palabras escritas y 400 imágenes dan una idea del esfuerzo que cuesta mantener el blog en un solo año. Sin embargo, apareció el falso escándalo de las ofensas a la Panagia, y tuvimos que regresar desde el otro lado, pero solo para poner a salvo su nombre de los «supuestos defensores«, porque ofensores no ha habido. Sin embargo, esto da una pista sobre el camino que va a tomar esta ciudad, para nuestra desgracia, lo que nos obligara a permanecer «in vigilando».

Para toda la Comunidad Alminarense, para todas y todos los que nos siguen y acompañan, tanto desde hace una década con desde el tiempo más reciente, les deseamos los mejores propósitos e intenciones para el nuevo año que hemos iniciado, y que nos acompañen y sigamos juntos hasta su final. Nos gusta estar en compañía de la gente, ver ambiente y animación en todos los lugares. En ninguna parte hemos visto un centro tan desolado como el de Melilla. Es algo en lo que hay que empezar a pensar, si se quiere ese vacío.

En cuanto a la desolación del barco de la línea de Almería- Melilla, y la calidad de nuestros transportes, mucho habrá que escribir a lo largo de este año, porque en estas condiciones, las posibilidades turísticas son < 0.

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En el décimo aniversario del Alminar


El 3 de mayo de 2011 inscribimos el blog en la plataforma de WordPress, entre otras opciones posibles. Nos pareció la más versátil y además ofrecía una gran abundancia de temas de portada gratuitos, y muchas herramientas interiores con posibilidad de desarrollo. Iniciábamos una aventura en un entorno hostil, dominado por la censura y la vigilancia de la prensa local. Se podía escribir en las redes sociales, pero había una hostilidad máxima hacia cualquier crítica. Amparados en el anonimato y blindados con falsos pseudónimos, arrojaban insultos feroces sobre cualquiera que se atreviera a disentir. Lo normal era que todo acabara en el bloqueo o en la expulsión. Como curiosidad, diremos que esos servidores de lo oscuro, conocían al detalle las vidas de todos/as, y no dudaban en recurrir a descalificaciones personales de gran calado. En esas condiciones decidimos abandonar todo ese entorno fangoso, y crear este blog, surgido al amparo de la luz y como servidores de ella.

En todo ese primer mes de mayo, recibimos un total de 500 visitas, lo que siempre consideramos como algo extraordinario. No tardamos en ser detectados, y hasta aquí llegaron con sus críticas feroces, que al principio admitíamos, siempre que no incluyesen insultos, pero que al final nos obligó a realizar duras acciones de poda, tanto de comentarios como de comentaristas. Hay algo que no hemos contado, y es que llegaron a crear un blog de similar nombre, que no escribiremos, pero que pretendía ser una ridiculización de este.

El primer artículo o entrada se publicó el 5 de mayo, y el formato del título no ha variado. A pesar de que el nombre del autor figura visible junto al Ángel de Canjayar, constantemente especulaban sobre si utilizábamos tal o cual nick en las redes sociales. La respuesta era invariable: Si existe un blog con el nombre del autor, visible para el mundo entero, no tendría sentido que nos amparásemos en el guano de las cuevas de los murciélagos, como sí hacían ellos. Esa ha sido y es nuestra principal defensa en aquel periodo oscuro, y entorno hostil.

Siempre recordamos que jamás imaginamos seguir escribiendo 10 años después, y que el blog se haya convertido en una referencia para la ciudad de Melilla, en el sentido que cada uno quiera darle. No podemos calificar cuál es nuestro propio valor. Lo que sí fue un eje en cualquiera de las 2400 entradas publicadas hasta el día de hoy, es acompañar el texto con las fotografías, para que cada cual formule su propio juicio opinión. Para mostrar la verdad de un hecho, hay que mostrarlo del modo más preciso posible, con la mayor objetividad de la que se sea capaz. A estas alturas, casi todos los países del mundo han accedido al Alminar, aunque solo sea una vez, como Mongolia. Es curioso ver como los seguimientos desde cada país cambian cada año, siendo siempre el primero España, luego EEUU, y entre los puestos 3º y 5º siempre México, Marruecos y Francia, aunque en el presente año, Israel ha entrado de lleno en el selecto G5 de la Comunidad Alminarense.

No podemos asegurar en qué posición de nuestra travesía nos encontramos, si en un lugar intermedio, o camino del final. Lo que sí estamos ya, es muy lejos del principio. Y lo que también seguro, es que lo que tiene origen, debe tener también un final. Alfa y Omega siempre presentes en toda obra humana. Ahora, en este décimo aniversario, recogemos una buena idea de un amigo y colaborador: hacer una selección de artículos, y editar un libro que conmemore este aniversario. Pensaremos en ello y lo editaremos con medios propios.

Como última reflexión, agradecer siempre a todos y todas nuestros/as comentaristas, que hicieron y siguen haciendo de este lugar un espacio diferente. También a todos nuestros lectores y lectoras que nos siguen de modo constante y silencioso. Reproducimos en este 10º Aniversario, el artículo sobre la feroz represión que los sublevados ejercieron sobre la Comunidad Israelita de Melilla. Fuimos los primeros en dar a conocer ese luctuoso hecho, y el brutal asesinato de Fortunato Mafoda.

Nota:La represión sobre la comunidad hebrea en Melilla (1936-1939) | El Alminar de Melilla

2021: El año nuevo


Las crónicas bajo la Peste

Empezamos con la peste y acabaremos con ella, y ese acabar tiene un doble sentido. Hemos repasado frases anticipatorias, entre los artículos de diciembre de 2019 y enero de 2020, cuando nadie sospechaba nada, pero algo flotaba en el ambiente. En esas situaciones, el subconsciente libera frases ambiguas, que conectan con hechos que se producirán después. Las profecías aparecen primero y la historia tras ella.

En septiembre de 2019 la procesión de la Patrona de Melilla se quedó en las puertas de su templo por segundo año consecutivo. Era un hecho anómalo que solo pudimos intuir: No parece existir en los anales y crónicas religiosas de la ciudad, un precedente de esta magnitud y alcance, al que no nos atrevemos a otorgarle un significado trascendente, al menos de modo público, pero lo tiene. Quien repase las profecías de los oráculos griego podrá darse cuenta de inmediato de lo ambiguo de sus mensajes, incluso de sus doble lecturas e interpretaciones.

En ese mismo mes de septiembre, el día, el sorteo de la Rifa de la Caridad premió al número 100, un número extraordinariamente bajo, en el sorteo inmediato al día de la Patrona, y que en la terminología local se conoce como «la muerte». El año 2019 fue un año político. Nos enfrentamos a dos elecciones generales y eso ocultó absolutamente todo, pero seguían ocurriendo cosas que no habían sucedido antes, como el golpe de viento que arrancó la roseta de madera de la capilla del Centro Asistencial, y a la que llamamos «el viento del diablo». Esto ocurrió el 26 de noviembre. Apenas dos días antes, y en una exposición sobre Biblias luteranas, realizada por la organización evangélica Amiel, otro golpe de viento tiró al suelo las piedras de cartón que representaban el sepulcro de Cristo. Acabábamos de fotografiarlas en el instante anterior y tenemos las dos fotografías.

Entre los mil misterios de la pandemia que asola el mundo, y que probablemente nunca se aclararán, se encuentra el de su origen temporal. Cuando algo se detecta es porque ya lleva existiendo unos cuantos meses. Hoy parece una evidencia que el virus se estaba ya posicionando en el mundo en el último trimestres de 2019, de ahí su aparición simultánea y veloz en muchos lugares del Planeta. La peste siempre viaja rápido y suele llegar hasta el último rincón. El 1 de febrero de 2020 ya era visible en Alemania y el 9 de febrero en Francia, pero todavía eran solo noticias. No se escribían opiniones ni comentarios en la prensa escrita. Seguía considerándose un problema de China. La desaparición total de la prensa en nuestra ciudad nos ha aislado de muchas opiniones y comentarios.

El día 31 de diciembre de 2019, en la despedida y saludo final del año, escribíamos esto: El mundo se renueva constantemente, aunque a veces sí puede cambiar en un solo día, como por ejemplo el 2 de enero de 1492, fecha de la entrada de los Reyes Católicos en Granada. Los años se encadenan unos a otros, y el primer día del año es igual al anterior, pero efectivamente, «el mundo puede cambiar en un solo día». Para todos, en España, cambió el 14 de marzo de 2020.

Los datos de la Peste de los murciélagos o Covid 19

Quizá nunca llegue a aclararse el origen físico y la causa biológica de la presente pandemia, pero los datos son extraordinarios. Hay 83, 5 millones de infectados y 1, 8 millones de fallecidos. Estados Unidos es el país mas afectados. Su cifra de víctimas (345.844) se aproxima al total de bajas de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense (AEF) en la II Guerra Mundial (404.399). En España, el 9º país en contagios, los fallecidos (50.837) quintuplican la cifra reconocida de víctimas mortales en la catástrofe de Annual, trágica efeméride de la que se cumple ahora su centenario. Rusia (56.798) cuadruplica ya la cifra de muertes registradas en la guerra de Afganistán (13.310).

Si algo queda claro ahora, es que la pandemia ha triturado cualquier país y cualquier tipo de gestión (neoliberal, conservadora, socialdemócrata) con independencia del desarrollo de su sistema sanitario. Los países del llamado G7 han sido barridos por la epidemia, sin importar su orientación económica. Persiste el misterio de la República Popular de China, el origen geográfico de la peste, y el enigma de la contención de la infección en su territorio. El 1 de febrero de 2020, el diario El País confiaba en que China contuviese su problema sanitario, pero en ese día y en ese momento, el virus ya estaba en casi todo el mundo. Tampoco han existido variaciones significativas entre invierno y verano, entre calor y frio, entre hemisferios sur o norte.

Así empezamos el año, el segundo que conviviremos con la pandemia, porque el término peste sigue asustando. Ya contamos con varios tipos de vacuna, que empiezan a distribuirse por todo el mundo. De aquí debería sacarse la idea de que ya no puede dejarse a ningún país fuera de las mejoras y avances sanitarios, o fuera de cualquier avance humano.

Mientras tanto seguimos afirmando que es posible evitar el contagio, pese a que sigamos en manos del azar. Las vacunas llegarán a todos, pero tomará su tiempo, al menos el año completo. Europa no es China. Así pues, desde El Alminar deseamos para toda nuestra comunidad alminarense, en el año que se abre: Salud, trabajo, esperanza y paciencia.

La Navidad y El Alminar


El observador

Nos definimos así casi desde el principio. Esa fue y sigue siendo nuestra principal intención, la de observar, para luego compartir lo observado. Para observar es mejor tener un punto fijo, en el que sentirse cómodo, pues se permanecerá en él mucho tiempo, o incluso tener varios, para percibir la realidad cambiante y luego poder mostrarla y compartirla. Este es nuestro décimo año, en el año que nadie imaginaba. Hemos visto muchos cambiar muchas cosas, y también hemos cambiado aquí dentro, aunque a veces ese cambio se dirija en tono de reproche: «es que ha cambiado, ya no es lo mismo». Claro, porque aquello que no cambian son las rocas y los entes inertes, o el pensamiento fosilizado. Lo que es previsible acaba por aburrir. Siempre se busca algo nuevo, una nueva instantánea, una nueva visión.

Desde el pasado mes de septiembre, hemos vuelto a recuperar de modo constante la cifra de 10.000 visitantes mensuales, enlazando con las cifra similar de una año antes, en septiembre de 2019, fecha en la que por primera vez en muchos años, las cifras de visitas descendieron por debajo de ese límite. Esto muestra que hemos conseguido la necesaria renovación, imprescindible para una blog de estas características. Hay que renovarse, manteniendo a la vez la esencia y la naturaleza de aquello que nos define y que nos hace diferentes. El Alminar se ha hecho más pequeño, pero también ahora es más estable, más sólido. Melilla es nuestro objeto de observación, porque es la ciudad que compartimos.

El Alminar es también muy visual, por eso siempre hemos cuidado las fotografías. Las imágenes de aviones siempre son atractivas y también; La parábola del avión (en el principio de la pandemia) ha sido la entrada más vista del año. El vídeo sobre El Fuego Verde (alguien nos dijo que era cosa de brujería) es la que le sigue en visitas. En este top de las 5 entradas con más visitas, las siguiente son: Tiempo de acacias y de podas, En la muerte de Miguel Ángel Roldán y Luis García Alix y el asesinato de García Lorca, la entrada que provocó el cambio de denominación de esa calle. Este es un somero balance de un año dominado por la pandemia, de la que empezamos a escribir el 26 de febrero, y que nos acompañará durante la mayor parte del año próximo.

Felices Navidades desde El Alminar

Es Navidad, y por primera vez las familias no podremos juntarnos para celebrarla, pero al igual que a generaciones anteriores les tocó vivir la Guerra Civil y posteriormente la II Guerra Mundial, a las generaciones presentes, nos ha correspondido una pandemia o peste, que tanto da, casi un siglo después de la pandemia de «gripe española» , que además quedó unida al año final de la I Guerra Mundial. Siempre existen circunstancias peores y al menos, ahora el sistema sanitario está muy desarrollado en gran parte del mundo. Habrá que estar atentos y exigir que las vacunas para el virus del Covid 19, alcance sin excepción a todos los países del mundo. Este será nuestro deseo para el Mundo.

Para todos los lectores/as de la Comunidad alminarense, para todos los comentarista, los que aún quedan y también para los que fueron en algún momento, les transmitimos nuestros de deseos de Paz y Felicidad para todas las personas de buena voluntad. También queremos que la luz de la Navidad alcance e ilumine, a todos y todas, sin excepción. Si se sale a buscar la Navidad, se acaba encontrando.

Nota: El Observador observado | El Alminar de Melilla

El cierre de año


                          Venturoso año 2020 para la Comunidad Alminarense

           Nada hay escrito y el futuro se teje cada día. Un año sucede a otro con rigor cronológico y cada primero de enero todo nos espera en el mismo estado. Los cambios se producen cada día de modo imperceptible y si somos testigos demasiados tiempo de las cosas, veremos que las novedades suelen equilibrase con lo ya desaparecido, aunque a veces la sensación sea que desaparece más de lo que se crea. El mundo se renueva constantemente, aunque a veces sí puede cambiar en un solo día, como por ejemplo el 2 de enero de 1492, fecha de la entrada de los Reyes Católicos en Granada.

                Si algún lugar simboliza todavía el mundo nuevo y el desaparecido, es la propia ciudad de Granada, y toda La Alpujarra, territorio que comparte con la provincia de Almería. Es una región muy hermosa y de gran atractivo. Queda muy poco de aquel pasado común del que ya nadie puede reclamarse heredero. Son muchas las causas y hechos que llevaron al Reino Nazarí a aquel 2 de enero. Que nadie reivindique la reconquista, porque aquellos tiempos y nombres fueron otros, y otras sus motivaciones. Así como nadie debe reivindicar la época andalusí como un legado a recuperar, porque todo desapareció mucho antes de aquella fecha.

             La tentación de ver el pasado como nunca fue e sun error en el que no se puede caer. Los tiempos que tenemos son estos y no otros. El pasado puede ser evocado y recordado, pero para construir un presente que sea futuro común para todo. El pasado no puede ser utilizado para seguir separando.

                Una imagen del modesto adorno para la celebración de la entrada del Año Nuevo en Gádor (Almería), no sirve como imagen de cierre del año del Alminar, así como otras de la propia Granada y de la Alpujarra.

              Feliz y venturoso Año 2020 para tosa la Comunidad Alminarense, mujeres y hombres. Todo cambia, y desaparecen las postales de Navidad y las cartas, que ya no tienen cabida en el mundo de los instantáneo. Pese a todo, nada podrá igualarse nunca a una felicitación navideña recibida por correo postal. Los WhatsApp, los mensajes de texto o incluso lo Tweets, se reenvían una y otra vez. Ya casi nadie se toma la molestia de hacerlos de modo personalizado. Pese a todo, el futuro nos seguirá esperando.