Un parque forestal de altos vuelos


 

          El Centro de Interpretación de la Naturaleza

   ¿Puede ser interpretada la naturaleza?, ¿podemos conocer sus leyes  o es caprichosa e impredecible?. Aquí parece que hay mucho nombre y poco contenido. La obsesión humana por perdurar, por dejar el nombre a los siglos venideros parece no tener límite. En cualquier caso da igual lo que hagamos, porque nadie  puede obligar a que la historia le recuerde, y ni siquiera podemos decidir el modo en que seremos recordados, caso de que alguien nos recuerde pasado apenas un siglo. Eso son leyes, que al igual que las de la naturaleza, no pueden ser dominadas, ni predichas.

       Muchas veces hemos subido a ver los mapaches, que suelen estar siempre dentro de su casa de madera. Rara vez se dignan a aparecer ante el público, ya sea infantil o adulto. Sin embargo, la otra tarde si hicieron una breve aparición y posaron, apenas unos segundos ante la cámara. Suficiente. Luego proseguí hacia una zona en la que nunca me había fijado o detenido, el denominado Centro de Interpretación de La Naturaleza, que como no podía ser menos, lleva el nombre de un Consejero del Gobierno de Melilla, ya retirado, el ingeniero Ramón Gavilán.

       No había quedado nada en pie. Los vendavales de las últimas semanas no ha dejado nada indemne, en un Centro recién inaugurado. Que el viento se lleve un techo mallado entra dentro de lo previsible, pero que derrumbe el enlosado de las paredes parece algo extraño. En cualquier caso, el nombre estaba a salvo. También me dí cuenta que han vuelto a desecar la laguna del Parque Forestal, en apenas un año. La Consejería contra el Medio Ambiente no ha informado de nada al respecto, pero en El Alminar ya sabemos el motivo y lo contaremos, D.m., en unos días. Hay demasiadas cosas que necesitan ser escritas.

          Nota: http://laotramelilla.blogspot.com.es/2013/02/han-volado-los-pajaros-de-la-nueva.html

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Depósito de agua de la Granja Agrícola


                 Ignoro quién y porqué decidió conservar este depósito de agua, estéticamente atractivo y atrevido desde el punto de vista arquitectónico. Tampoco recuerdo si hubo debate previo sobre tirarlo o conservarlo, en una zona histórica y llena de historia, la Granja Agrícola, en donde se ha tirado absolutamente todo. La explanación fue del 99%, salvo este depósito de agua.

             Indudablemente acertaron conservándolo, porque se ha convertido en un icono del Parque decorado Forestal y a quien corresponda el mérito de haberlo mantenido en su lugar, en medio de la orgía de destrucción que supuso la modificación de  esta histórica zona verde de Melilla, solo cabe el reconocimiento por parte de El Alminar. El autor de este depósito fue el ingeniero Julio de Castro Nuñez, que dejó un variado legado en la ciudad y tuvo una desigual suerte, pues el primitivo techo voladizo del estadio álvarez Claro, hubo de ser derribado por algunos problemas en su estructura.

             Recupero un artículo de otro investigador heterodoxo de Melilla, Ginés Adán, en donde publicó la historia de este depósito y el catálogo de las obras más conocidas de este ingeniero. No se sabe por qué razón, algunos periódicos están blindando sus hemerotecas, o poniéndoles un coto temporal, con lo que dificultan o impiden la labor de investigación, aunque quizá la intención sea esa. Un día trataremos el tema del blindaje de los periódicos y de sus hemerotecas. Los analizaremos uno a uno.

                   

La sequía se anuncia en Melilla


  En el mes de enero toda la tierra debe estar arada y sembrada y en este mes, en el que la luz va remontando, hace falta agua y en abundancia: «Eche agua Dios, que oro es para nos». En Melilla, cuando acudo a los mercados para recopilar datos para las diferentes encuestas del INE (Instituto Nacional de Estadística), me muestran su quejas tanto los pescadores, como los vendedores de productos hortofrutícolas.

          Los pescadores y vendedores de pescado cuentan que el otoño ha sido muy seco, que los ríos no han llevado agua al mar y en los estuarios no hay comida para los peces. Los cauces de los ríos y de las torrenteras aportan al mar todo tipo de limos y de nutrientes para los bancos de peces, que se acercan a alimentarse  hasta los estuarios. Se quejan de que los peces grandes no crecen tanto como debieran, y de que el pescado está seco, sin firmeza. Esto se aprecia muy claramente en los peces grandes como las corvinas, los peces espada y toda la familia de los escualos y que comemos bajo los nombres de emperador o cazón.

       En los productos de la tierra sucede otro tanto, Por estas fechas la tierra debe estar ya bien labrada y sembrada y por este motivo, los labradores se pasan todo el mes mirando al cielo, observando las nubes y los vientos. Los refranes del tiempo son muy curiosos y e instructivos, aunque en estos tiempos del cambio climático, muchos empiezan ya a no coincidir. Algunos no perecerán como el de: «Agua no falte, que sol sobrará».

        En Melilla hay varios indicadores. El principal de todos estos signos es el monte Gurugú y como dice un compañero de trabajo, antiguo residente del Barrio del Real ( el barrio de huertas y de labradores por antonomasia de Melilla), el Gurugú habla y en este mes, no barrunta agua. Las nubes se posan en su cima, pero pasan de largo y no descargan.

      Los otros dos indicadores son las praderas de la Granja Agrícola, que aparecen secas y amarillentas y la lagunilla de Mari Guari, que debería tener agua remansada desde hace dos meses y que sigue apareciendo bastante seca. De esta última lagunilla ya he comentado algo en una entrada anterior.

  Nota: En enero el día se incrementa en 46 minutos. Se  nota que los crespúsculos vespertinos se van retrasando.

El pasado de la Granja Agrícola


          El sendero de los algarrobos

    La granja Agrícola no solo era un edificio. Eran cultivos, plantaciones y estudios científicos del terreno. el conjunto era una obra del Protectorado español en Marruecos. El terreno era de verdad, el propio y no un decorado artificial como ahora. Estaba dispuesto en terrazas, lo que facilitaba la separación de cultivos y además protegía la tierra en caso de lluvias torrenciales. Ahora es un calvero, lleno de grava y de tierra artificial. No conservaron ni uno sólo de los edificios que existían. Lo allanaron todo y aparte llevan la gastados los 5,5 millones de euros de la 1ª Fase, no se sabe cuantos de la 2ª y una cantidad desorbitada  en mantenimiento. 

     Lo curioso, es que cuando Guelaya inició la campaña para proteger el suelo original y las dependencias de la Granja Agrícola, el hoy presidente de Melilla Juan José Imbroda  estampó su firma en las hojas de peticiones, claro que entonces el presidente era Ignacio Velázquez. Años de derroche en Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, en Diputaciones, en El Estado en su conjunto nos han llevado a la situación actual y lejos de poner coto y freno, legal si hace falta, a todo ese disparate, solo se piensa en seguir realizando una obra tras de otra y cuanto más onerosa mejor.

      Total, para que 7 u ocho millones de euros después, todavía no se haya igualado en belleza, al terreno original de La Granja Agrícola y a su maravilloso paseo de algarrobos, plantados de modo científico. Las praderas tampoco tienen nada que ver con las actuales, en donde predomina el marrón del falso terreno. Poco más hay que decir, tras colocar estas fotos propias, que El Alminar de Melilla tiene el placer de compartir con todos.

  PD: La plataforma Salvemos La Granja Agrícola se constituyó en 1997. Todos los partidos políticos y asociaciones de la época formaron parte de la misma, entre elllos la UPM. En el documento que adjunto, se puede leer el encabezado del texto reivindicativo y la firma del hoy Presidente Imbroda. Cuando constituímos aquella plataforma no nos referíamos a hacer de la Granja Agrícola el decorado tórrido en el que lo han convertido y mucho menos a gastarse entre 8 y 10 millones de euros.

       Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/09/12/la-particion-dle-parque-forestal/

En busca de «Nessie»


 

                   El monstruo del lago agrícola

        El lago del Parque Forestal ha sido poblado con » carpas koi», peces ornamentales de colores, generalmente naranja, en lo que son variantes domésticas u ornamentales de la «carpa común». Se las utiliza para poblar estanques, lagos artificiales y acuarios porque son peces muy resistentes. La temperatura del agua para su supervivencia puede oscilar entre los 5º y los 25º y su alimentación no presenta gran problema. También pueden sobrevivir en aguas salobres, procedentes de los pozos terciarios y no aptos para el consumo humano, con el que supuestamente se ha llenado el lago del Parque Forestal. Las carpas koi son originarias de Asia y eran muy utilizadas en las cortes imperiales de China y Japón. Algunas carpas pueden alcanzar un gran tamaño.

        Este parece ser el caso de «Nessie» a la que he bautizado de esa manera, rememorando las viejas historias del Lago Ness en Escocia,  y que durante años fascinaron e intrigaron a todos los habitantes del planeta. La leyenda del monstruo del lago Ness, aparentaba  ser la única colonia superviviente de la época de los dinosaurios. El lago Ness es uno de los más profundos Europa y una de las mayores reservas de agua dulce del planeta.

        » Nessie «, la carpa koi (koi significa carpa en japones), vive en el centro del lago y no siempre se deja ver. Estas fotos fueron hechas al declinar la luz solar y no son de gran calidad, pero se aprecia su gran tamaño y su aparente ferocidad. Rara vez acude junto al gran grupo de carpas que puebla el lago, pero cuando lo hace llama la atención de grandes y de pequeños. Además, el agua está algo turbia.

       PD: La cámara con la que pongo imágenes a la historia de Melilla de la que nadie se ocupa, o no todos quieren ver, es muy común. Si alguien hace una foto de calidad de «Nessie», prometo publicársela.

  Nota: Para saber más: www.estanques.net

La partición del Parque Forestal


               Así se acabó con la centenaria Granja Agrícola

                          Cemento, asfalto y Superrotonda

       La Granja Agrícola era una unidad biológica que el Gobierno de Melilla no ha sabido conservar. Era un espacio verde de principio a fin, con un vivero y unas dependencias que podían haberse rehabilitado. Era una zona verde  centenario (inaugurada en 1918), con más de 20 hectáreas de superficie. A cambio y después de 5,2 millones de euros invertidos sólo en la 1ª Fase,  los melillenses recibimos una inmensa explanada, poco practicable y en donde la flora autóctona brilla por su ausencia. Las decenas de estudios agrícolas y de vegetación realizados durante décadas cayeron en el olvido, para da paso a la plantación de macetas ornamentales, que dan colorido pero nada más. No hay ningún centro de interpretación del Parque Forestal. Para quien no sepa que es esto, lo del centro de interpretación, que se de una vuelta por la localidad almeriense de Rodalquilar y compruebe lo que es una parque botánico, de estudio e investigación de flora autóctona.

           Lo que no se esperaba, y es que por la módica cantidad de 900.000€, la unidad geográfica de la extinta Granja Agrícola y del mal llamado Parque Forestal, saltase hecha añicos, por lo mejor que sabe hacer el Gobierno de Melilla: «Meter cemento, asfalto y construir una inmensa superrotonda», entre una fase y otra del desarrollo del Parque Forestal. Además, esta rotonda llevará inexorablemente a otra, porque tendrán que romper el recinto del Parque Forestal, para dar acceso al nuevo vial de comunicación, lo que provocará que en la desembocadura de la Carretera del Aeropuerto, se concentren tres rotondas en un espacio ínfimo de terreno. Es el nuevo juego de la «oca rotonda»: «De oca en oca y otra rotonda porque me toca». Todo un disparatado diseño, del que por supuesto nadie es responsable.

              La foto aérea no engaña, en ella se puede ver la disposición del nuevo vial, la situación de la nueva rotonda, las futuras y qué se hizo realmente con el centenario espacio verde de La Granja Agrícola. Toda una explanación.  Todo por un módico precio que ahora reproduzco. Es la historia olvidada  del Parque Forestal, disponible gracias al periodista en libertad: Miguel Gómez Bernardi.

             Los costes del Parque Forestal. ¡ Que hablen las cifras !

1)       Ejecución de caminos, sendas, bancales, puentes y edificios de servicios. 2.854.470€

2)      Ejecución de vallado y accesos del parque forestal…………      433. 631€

3)     Sistemas hidrogeográficos (arroyos, lagos, bombeos)…..      398.544€

4)     Redes de abastecimiento y saneamiento del parque…. ……       69.374€

5)     Alumbrado y red eléctrica………………………………………..           414.057€

6)     Seguridad y salud…………………………………………    ……………       97.921€

7)      Jardinería y riegos………………………………………………….            953.855€

8)       TOTAL…………………………………………   ………          5.221.855€

 PD: Para saber mas: http://www.melillense.net/paginas/reportajes/paginas/20050322grj.html

Partiendo La Granja Agrícola


                    La Granja Agrícola dividida en dos

     La Granja Agrícola, redenominada Parque Forestal falsamente, porque no hay masa forestal por ningún lado, era un espacio único y digo único, no porque fuera excepcional, que lo era, sino porque conformaba una unidad y como tal debería haberse conservado y acondicionado. Si embargo, el Gobierno de Melilla, que presume de respeto al Medio Ambiente, ha decidido dividir el antiguo y único espacio de La Granja Agrícola en dos mitades, que serán atravesadas por una carretera de asfalto, pagada a precio de oro, como siempre, pues los escasos 200 mts. que separa la calle Mustafa Arruf de la carretera del Aeropuerto, costarán a las arcas públicas casi el millón de euros.

     Lo lastimoso es que sólo hayan sido capaces de hacer un decorado, bonito pero decorado al fin y al cabo, de la antigua Granja Agrícola, con escasísimas zonas de sombra y con un suelo artificial, en el que las especies autóctonas brillan por su ausencia. Hay demasiada flor de maceta o centros de mesa, pero la vegetación es escasa y la masa forestal casi nula. Los problemas de mantenimiento son numerosos y lo van a ser más, pero ya dedicaré atención a ese aspecto en su momento.

    Lo que interesa ahora es que han roto la unidad física del Parque Forestal Juan Carlos I y han decidido atravesarla por una carretera, que desembocará inevitablemente en otra rotonda, que se acumulará junto a la ya existente en la parte alta de la calle Jiménez e Iglesias y la carretera de Hardú. Tendrán que rediseñar todo el tráfico de la zona, con lo que auguro nuevas y torturantes obras, futuros e irresolubles embotellamientos, en una zona con tanta densidad de tráfico como la de la mega rotonda de Alfonso XIII. En esta zona confluye el tráfico del Aeropuerto, el del Barrio Chino, la salida del Colegio de Los Altos del Real, y la entrada al barrio del Real, desde la carretera de Alfonso XIII y de los Colegios Enrique Soler y Juan Antonio Fernández. Todo un nudo de tráfico para añadir un vial mas y una nueva rotonda.

         Todo esto, siendo malo, y fuente de futuros problemas y de gastos, no es lo peor. Lo pero y con mucho es que han seccionado La Granja Agrícola en dos mitades irreversibles, para hacer un nuevo e impracticable secarral. Aquí están las fotos, los hechos y el coste.