



Malas prácticas en los transportes
En junio de 2021 se presentó en nuestra ciudad el «verdadero contrato del siglo» del transporte marítimo, el primero tras la pandemia de la Covid, y tras la extinción de las comunicaciones aéreas y marítimas. La cuestión es que Balearia presentó su buque estrella, el Hypatia, y poco después lo sustituyó por el Bahama-Mama, antes Alhucemas. Hay una costumbre de las navieras que es la de renombrar los buques, y hacerlos pasar por nuevos. Esto ya ha ocurrido muchas veces.
Sin embargo hay otra costumbre, que se percibe menos, y es la de dar el cambiazo a los buques. Balearia ha retirado al Bahama de la línea con Melilla y lo ha derivado a Nador-Benienzar. A cambio nos ha dejado otros dos Barcos, el Sicilia y el Nápoles, que son buques de carga adaptados para pasaje y vehículos. Todo esto se puede rastrear en las páginas de las navieras. La realidad si es que Balearia ha recibido la aportación más sustanciosa de toda la historia marítima de nuestra ciudad, desde la conquista española en 1497. Todas estas alteraciones, cambios de horario, de frecuencias y hasta de buques, sí podrían ser vigiladas por Marina Mercante y el Ministerio de Fomento. Por cierto: ¿Alguien sabe qué pasó en el accidente del buque de la naviera de la familia Matutes contra el carguero?
Hay otras cuestiones que no han sido vigiladas por nadie, como la desaparición de los barcos rápidos, que aliviaban las tensiones de la «operación salida de Melilla», o de la OPE (Paso del Estrecho), porque Balearia está obteniendo el importe íntegro de los pasajes, más el importe de la adjudicación del contrato de transportes, casi monopolio, tras la desaparición de ARMAS, y casi de Trasmediterránea y FRS. La compañía centenaria a quedado reducida a buques fantasma y a una presencia testimonial. Todo esto también está documentado en El Alminar. Hay más cuestiones, como la reducción de personal dentro de los buques. Una vez que salen de puerto, las zonas comunes, tiendas, cafeterías, sala de televisión; o están cerradas o atendidas por un solo encargado. Salir a buscar un almohada, una manta, o que el camarote está helado, provoca la sensación de caminar por las entrañas de la Perla Negra. No hay nadie, solo fantasmas. Esto tampoco es vigilado por nadie. Algún día hablaremos sobre los cambios de banderas de navegación, o de otras cosas.
El espacio aéreo
En la navegación por el espacio aéreo ocurren prácticas y situaciones similares, como la del overbooking, o lo que es lo mismo, vender un 10% más de billetes que de pasajeros a transportar. ¿Qué quieren asegurarse con eso, por qué dicen a pasajeros con billetes en la mano, que a lo mejor no pueden volar, y por qué luego hay asientos vacíos en la aeronave? ¿Quién o quiénes compra billetes que no usan? ¿Hay billetes de avión con tarifas de autobús urbano? Esto también debe ser vigilado, porque no se ha hecho nunca.
Nos hemos vuelto a quedar con una sola compañía aérea, tras la triste desaparición de Air Europa, que con sus 6 vuelos diarios, aliviaba la presión en días y épocas de mayor frecuencia viajera, porque el melillense, puede tener que salir o entrar de la ciudad por razones imprevistas, que pueden ser muchas y variadas a lo largo del año, y casi siempre relacionadas con la salud. ¿Quién acapara los bonos turísticos, por qué se regala dinero y subvenciones a cambio de casi nada? ¿Qué resultados aportó aquella investigación que aireó el ex ministro Ábalos? ¿Por qué todo se oculta en Melilla? ¿Por qué la prioridad no es el melillense que sale o entra? Todo esto también debe ser vigilado, porque no se ha hecho nunca.
La cuestión definitiva es que no hay ningún organismo, ni comisión encargada de vigilar nada. No se exigen horario, ni refuerzos en circunstancias especiales, ni se consigue que llegue otras compañías a Melilla. Y aquí entra también el subarriendo de los vuelos y líneas a compañías de marca blanca. Todos son aviones e igualmente pilotos capacitados, pero esto también debe ser vigilado, porque no se ha hecho nunca.
Lo único que no pueden ser vigiladas, son las circunstancias de la situación geográfica de Melilla, con un volcán extinto de un casi un kilómetro de altura a sus espaldas y las condiciones climatológicas. Todo lo demás es solo gestión, que tampoco se ha hecho nunca.
Nota: https://elalminardemelilla.com/2021/07/03/el-cambiazo-del-hypatia/