Bahama Mama y nos chupan el Hypatia
Hay que tener mucho cuidado con los nombres y con el distinto significado de las palabras en los diversos países hispano hablantes. Coger es una palabra impronunciable en México, «Concha» no es el apodo cariñoso de Concepción en Argentina. Ponerse unas bombachas, polleras y ojotas) nos deja como una heladera, salvo que sepamos que significan (bragas, faldas y sandalias). Llamar a alguien «pelotudo» en Argentina tiene un sentido mucho más ofensivo que el de «huevón». Por eso, y aunque sea por cuestión de la acentuación, no vamos a decir nada del nuevo barco de Baleria, salvo que nos han puesto muy fácil el artículo. La mitad se ha escrito solo, como el soneto de Lope, que le mandó hacer Violante.
Se trata de que Balearia ganó el concurso del Estrecho, el de 2021 o el del contrato pandémico, presentando al más moderno de sus buques, el Hypatia, fletado en 2019. Un buque híbrido, de motor dual, que usa el gas como combustible. Toda una joya tecnológica que nos ha durado lo mismo que una bandeja de dulces, en un patio de colegio. Nada.
Balearia ganó un concurso de prestaciones muy extraño, en donde Trasmediterránea que optó solo a la línea de Málaga y a Armas, que se equivocó en los nombres de los trayectos, por lo que la única naviera adjudicataria, de todas las líneas, resultó ser la de la familia mallorquín Matutes. Todas nuestras autoridades fueron invitadas a bordo del barco en marzo del presente año, cuando reestrenábamos las comunicaciones con el mundo exterior. Balearia es muy dada al cambio de barcos y de horarios, pero dada la situación no existía otra posibilidad. Mientras que Armas desapareció en el horizonte
Un capitán de marina mercante, que nos asesora en los temas de navieras, nos advirtió que se puede hacer muy poco con estas compañías, salvo «atar bien los cabos en los contratos«, o sea, establecer desde la Administración unas exigencias mínimas, como las frecuencias de los trayectos, la antigüedad de los barcos, y los horarios, que deben ser los que más convengan a los melillenses. El Bahama Mama es un buque del año 2010, mayor de 10 años, algo que no se permitía en los contratos anteriores, donde 10 era la antigüedad máxima, remotorizado para que pueda funcionar con gas, el año pasado. En de menor tamaño que el Hypatia, considerablemente más antiguo, y con la mitad de capacidad para vehículos.
Lo que no informa la página oficial de la naviera, es el número de tripulantes, porque su relación con la cantidad de pasajeros (880 en el caso del Hypatia y 1000 en el caso del Bahama Mama), es lo que marca la calidad del viaje. Los tripulantes tienen casi las mismas condiciones laborales de los viajes medievales. Ya no hay servicio de limpieza y desinfección externos, y son los mismo tripulantes, contratados para todo, los que deben hacerse cargo de esas funciones en los camarotes.
El barco infectado por Covid
Si hacemos hincapié en esto, es porque la propia naviera, en marzo de 2021, al presentar su buque estrella, puso mucho énfasis en señalar las medidas anti-covid en el interior de sus buques. Señalaron esto como una de las banderas de confortabilidad de sus buques. Resulta paradójico que la tripulación hay venido contagia desde Baleares, en el cambio inopinado de buques.
No pueden alegar que sea debido a la exclusión de Ceuta y Melilla de la Operación de paso del Estrecho, porque eso ya se daba por hecho. Estas son las propias palabras de Adolfo Utor, presidente de Balearia en su visita a Melilla: «Es por ello que señaló que este será un buque de transición para fidelizar a los melillenses y que, teniendo en cuenta de que el contrato marítimo es de un año, esperan conseguir el siguiente de que probablemente sea de una mayor duración».
Armas ya está desaparecida y hoy, los barcos de Trasmediterránea nos parecen fantásticos cruceros, pese al mal trato secular que nos ofrecieron.
Nota: Hypatia de Alejandría, el buque más ecológico, llega a Melilla (elfarodemelilla.es)
El contagio verdadero es el de las malas costumbres, formas y educación que Trasmediterranea ha propagado entre las otras navieras.
Aramas que se lució en su trayecto con Motril, dando un servicio impecable, serio, comodo y atento, perdió los papeles en cuanto se «juntó » con Trasmediterranea.
Balearia que no funcionaba mal y tenia una atención exquisita, en el principio, así como unos precios muy buenos, poco ha tardado en contagiarse, no sólo del virus, que ya es para nota, si no también de la informalidad y de los precios.
Las navieras se aprovechan de la debilidad y falta de vigilancia de la Administración para campar a sus anchas y hacer de su capa un sayo.
Hemos efectuado algunas mínimas correcciones en el texto, como que Trasmediterránea solo optó a la línea con Málaga, mientras que Armas desapareció en los mares del sur, de Canarias.
Me parece vergonzoso que Balearia siga mandando las ofertas en las travesías con Melilla del buque Hypatia, esto es publicidad engañosa cuando el barco que esta es el Bahama Mama . Aviso a los que tengan billetes sacado con el Hypatia que acudan a ventanilla y los cambien pues cuando vas a embarcar, no se hacen responsables por no coincidir el barco ni la acomodación.
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