Mantener el caudal


       En tiempo de abundancia de lluvias, nadie se preocupa del caudal, salvo que desborde. Cuando la lluvia no amenaza y las nubes están alejadas, cuando el río discurre con apenas un hilo de agua, cuando está seco, no nos preocupamos de mantener o de limpiar el cauce. Es el eterno dilema. Todos quieren un caudal abundante, que cubra las necesidades en cada momento. Todos quieren escribir y ser leídos, pero el trabajo es arduo, muy pesado e ingrato. No es solo escribir o hacerlo bien, es también tener algo que decir, que transmitir. Provocar sensaciones, remover las conciencias. Crear la urdimbre, no dejar a nada ni nadie en el desamparo, en la sensación de soledad.

         Los temas  gruesos, afilados, con calado, tienen centenares de visitas y pocos comentarios. Los aparentes más sencillos y simples provocan decenas de comentarios y mueven a comentar infinidad de cosas, aunque nada tengan que ver con el tema propuesto.

           ¿Cuál es la conclusión?. Pues que realmente lo que interesa a las personas es el día a día, lo inmediato, que es lo que ven y con lo se enfrentan a diario, y de los que todos tenemos una opinión, un juicio o una experiencia. Los grandes temas pillan lejanos y rara vez se nos presentan encima. Eso también lo saben y por eso se comportan como si nada fuera con ellos. Es difícil romper esa barrera, entre otras cosas porque los medios de propaganda y de alienamiento, son infinitamente superiores a los de cualquier ciudadano común, que pretenda luchar contra esta inmensa mentira.

19 comentarios en “Mantener el caudal

  1. Lo cotidiano y su movimiento permanente, como el de la noria en el río, provoca un desgaste constante y la sensación continua de falta de descanso. Lo entiendo.

  2. Acabo de enterarme que desde que empezaron los recortes, en España ha bajado la obesidad y la diabetes en los niños. Natural, muchos de ellos apenas comen. En cambio ha subido de forma alarmante la depresión entre los mayores. La Constitución dice que el gobierno ha de atender y trabajar por la felicidad de los españoles. Esto que tenemos solo aporta miedo y desesperanza. ¿Realmente no merecemos algo así? ¿Es o no culpa del voto del pueblo? La duda me corroe.

    • Amigo J. Luis Navarro, la diabetes en niños no aparece por el aumento de la ingesta de alimentos. Precisamente debuta con el cuadro contrario. No me parece apropiado llevar el tema político y la situación actual de crisis a la comparación con el debut diabético, algo por otro lado, bastante serio sobre todo si hablamos de niños. Un saludo.

      • Disculpa Cruz de Malta. Lo cuento tal lo he leído en la prensa nacional. Aun así, por lo que veo, hablar aquí de enfermedades es cosa tabú. Hay que andar con pies de plomo para que nadie se sienta aludido, por no decir ofendido. De seguir, acabaremos moderando/podando la gripe.
        Como dice una amiga, poetisa ecuatoriana: las redes sociales se están volviendo ‘zanahoria’ (ramplonas).
        Una pena, porque disfruto leyendo a los seguidores. Qué cruz, Cruz de Malta.

        • No, a mi no me pidas disculpas amigo. Yo rompí una lanza por los 30.000 niños diabéticos que hay en España, que no es poco.
          Yo también disfruto leyendo tus comentarios. Un saludo J. l. Navarro.

  3. El próximo 14 de abril se conmemora la llegada de la II República, que, por lo visto, este año no va a pasar desapercibido pues se preparan marchas y manifestaciones multitudinarias, a las que iré aunque para ello tenga que trasladarme a Madrid. De tener éxito, ¿lo entenderá la Corona?

  4. La nueva cabecera de El Alminar es bonita pero no la entiendo. Desde un metro, que no es nuestro, nada se vislumbra; en cambio, desde un alminar se ve todo y también lo ven todos. ¿No es eso lo que pretendes, Hospitalario?

  5. El Alminar está estacionado. Conviene desconectar de vez en cuando, y salir a pasear. Melilla está pletórica y llenas sus calles con los motoristas y
    con los cientos de participantes en la Iª Carrera Africana de La Legión en Melilla. Hospitalario, disfruta con tu familia de este hermoso día. Seguro que regresarás con más ímpetu.
    Ayer salí a pasear y me reencontré con buenos amigos.

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