- Calle Monumental, escaleras
- Calle Monumental, vista superior
Lugares curiosos de Melilla
Hasta que no la vi hace unas semanas, nunca había reparado en la calle Monumental, aunque los vecinos del Monte de La Libertad (antiguo Calvo Sotelo), la conocen desde siempre. Recorrerla resulta extraño, pues solo parece tener escaleras, sin embargo los vecinos de la zona dicen que el nombre de Monumental corresponde a “dos puertas” de viviendas, que no tienen acceso directo desde la calle. Consultada la edición del callejero de Melilla del año 1997, que redactara la Asociación de Estudios Melillenses, se lee en sus páginas que el nombre surgió como una broma, pues al tener entonces una sola puerta, la gente del barrio la llamaba calle monumental.
Así pues, la especulación sobre el nombre de la calle acaba en este mismo momento. No es que las escaleras sean monumentales, que lo son, ni que haga alusión a un antiguo monumento allí existente, que no lo hubo. Es pura y simplemente porque tenía una sola puerta, dos en la actualidad.
El que quiera un debate sobre el callejero de Melilla, tiene en esta entrada el lugar adecuado. Hay que intentar que los temas propuestos coincidan con los debates y comentarios.
Este barrio acumula la mitad de los nombres franquistas de la ciudad, por lo que sería el lugar adecuado para proponer otros nombres y una revisión a fondo del callejero. No nos van a hacer caso, pero al menos puede volver a intentarse.
He subido y bajado esas escaleras infinidad de veces.
¡Inocente de mí! Creía que habían dedicado la calle en honor del CINE MONUMENTAL.
Referente al CALLEJERO DE LA CIUDAD, sería el momento de hacer cumplir la MEMORIA HISTÓRICA.
La calle Falangista Rettschlag, un melillense con apenas 21 años, ha sido la primera en ser borrada del callejero, para dar paso en su totalidad a CTRA. DE HIDÚM.
Al servicio de Correos le creaba confusíon entre los dos nombres.
Seria ocasión de ampliar y reeditar ese trabajo de la AEM.
Aquí ya nadie se acuerda del Teatro Monumental, la joya del norte de Africa, y mucho menos quienes consintieron su derribo interior, como en el cine Nacional.