En algún momento concreto todos hemos aparcado mal en Melilla. Es algo que conlleva el riesgo de ser multado, pero a veces no hay más remedio porque no hay aparcamiento en las inmediaciones. Si se aparca mal, al menos, hay que tener cuidado con no obstaculizar el tráfico, bloquear un giro o la entrada y salida de un garaje. Aparcar mal es algo que no debe hacerse, pero si no hay otro remedio, debe tenerse cuidado con no alterar el tráfico, no provocar una doble fila o crear un embudo. Aun así debe asumirse el riesgo. Esta es la esquina más arriesgada de toda la ciudad, porque se trata de una esquina con dificultad de giro, porque hay un vado reservado para vehículos policiales, y porque suelen aparcar coches coches oficiales. El vado tiene espacio suficiente, por lo que quienes pueden aparcar ahí, tienen que hacerlo en el extremo superior. Este vehículo no tuvo en cuenta todo eso, y provocó que el camión de la fotografía tuviera que realizar un centenar de milimétricas maniobras, subido a la acera, y con los bolardos como amenaza constante para la integridad de la carrocería. No debe aparcarse ahí, no debe aparcarse así. La maniobra duró tanto que provocó un embudo y llamó la atención de mucha gente.