



Carlota, la hija del capitán Leret
Carlota Leret estaba acostumbrada a vadear todo tipo de tormentas, en una vida que le fue adversa desde muy pequeña, concretamente desde el mes de julio de 1936, en Melilla. Una adversidad la ha perseguido hasta su último país de adopción, Venezuela, y hasta su mismo final.
El rigor del bloqueo y la ruina del Estado venezolano y de la República Bolivariana, a los que se sumó la pandemia del Covid, y que le impidieron recibir en persona la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla en 2020. Algunos problemas de salud que había superado con su tenacidad acostumbrada, como la implantación de un marcapasos en marzo del presente año.
Nos habíamos acostumbrado a que Carlota Leret podía con todo y que siempre volveríamos a verla una vez más. Sin embargo, las complicaciones de un imprevisible accidente doméstico, sucedido en los primeros días del mes, la llevaron al fatal desenlace de su fallecimiento, el día 7 de agosto, cuando todavía tenía mucho que decirnos.
Carlota Leret está presente en mi vida desde el año 2000, y en El Alminar desde el mismo año de su creación en 2011. Carlota apareció en la historia de Mellilla en el verano de 2000 y desde entonces se constituyó en el gran símbolo de la Memoria Histórica de la ciudad. Siempre sumó amigos/as en sus numerosas visitas a nuestra ciudad, y en Madrid, en dónde tenía su residencia de España.
Removió el cielo y todos los archivos para recuperar la memoria de su padre, encontrando grandes apoyos en el Ejército del Aire, pero no logró su otro gran objetivo, el más importante, el de remover la tierra y localizar los restos de «su papá», como le llamaba, aunque para todos nosotros/as sea el capitán Leret. La dimensión personal y humana nunca debe perderse de vista, porque Carlota buscaba a su padre, por encima de cualquier otra cosa. Incomprensiblemente, ningún Ministro de Defensa dio la orden de abrir la fosa en donde yacen sus restos. Sin embargo, para el dos veces golpista, dos veces laureado y dos veces enterrado, José Sanjurjo Sacanell, todo fue posible. Pasaron también los fuegos artificiales del aeropuerto Virgilio Leret. Aunque de esto último la responsabilidad recaiga compartida con la otra parte de su familia, los autodenominados como «los Leret», que prefirieron denegar la autorización para que el aeropuerto de Pamplona llevará su nombre, antes que tener que compartir ese honor con sus hijas legítimas y de sangre. Cuando alguien denomina a su página como «la verdad», es que solo cuenta lo que no lo es.
A la verdad se la reconoce, pero no se anuncia. La verdad de Carlota Leret O’Neill resplandece por sí sola, aunque ella ya no esté. Nunca respondió a los desaires recibidos, como el que la impidió recitar los versos de su madre en el fuerte/museo de Victoria Grande de Melilla. Se dio por satisfecha con la representación entre sus muros, en 2021, de una recreación de Romanza entre Rejas, a cargo de la compañía de Ceres Machado. Descansa ya para siempre, apreciada e inolvidable amiga Carlota, con tus padres, y tu hermana Maria Gabriela.
Cuando me enteré de su muerte pasé un mal día, la verdad. No debería la Historia dejar inconclusa la lucha de alguien noble, que bastante perdemos ya. Estos 4 años, se podrá decir que no había tiempo para todo pero obviamente sí para lo que se ha querido priorizar, podrían haber puesto a Leret donde necesitamos. Y ahí estaba el aliento constante de su hija. Sus restos están sepultados por la caspa de demasiados, pero su memoria se podría haber reivindicado de manera más contundente. Ahora estará todo más diluido.
lo que no cambia es el punto vértice de referencia. Cuando supe la noticia pensé en cómo lo trataría el Alminar. Así son las cosas buenas, que se las espera.
Muchas gracias Icono. Comparto esa sensación agridulce, o levemente amarga. Sé que ya descansa con su padre, pero lo que realmente deseaba no consiguió obtenerlo.
Mi más sentido pésame al Alminar-Por la gran pérdida de una gran mujer coraje e hija de un bravo militar El Capitán Leret. Al que dedicó su vida para poder rendirle homenaje. Un abrazo enorme.
ODA A CARLOTA.
Hospitalario me
dijiste en cierta
ocasión:
Nadorense dices
que eres como
el rio Guadiana.
Porque apareces
y desapareces
aunque siempre
estás cuando te
necesitamos en
EL ALMINAR.
Yo soy y yo y mis
circunstancias
frase de nuestro
compatriota y
filósofo José.
Ortega y Gasset.
En una noche
calurosa-húmeda
en la gran urbe
que es Barcelona.
Entro en mi
siempre admirado
ALMINAR se me
rompe el corazón
en dos al leer
la aciaga noticia.
Nuestra querida
y añorada amiga
Carlota Leret O’Neill
nos ha dejado.
Una dama vestida
de negro riguroso
se la ha llevado
para un viaje sin
billete de vuelta.
Carlota como
expresar en verso
tu amor hacia
tus queridos
padres: Carlota
y Virgilio Leret.
Ella buena madre
excelente esposa
poeta y escritora
comprometida
que acabó entre
rejas siendo inocente
como una paloma.
Nací en Villa-Nador.
muy cerca de la
Base del Atalayón
donde tu amado.
padre Virgilio Leret.
Fue militar-aviador
Capitán en Jefe
respetado y querido
por sus oficiales
suboficiales-soldados.
El Capitán Leret era
una persona creativa
e inteligente inventó
el primer motor
a reacción aunque
poco les importó.
A los golpistas que
lo fusilaron sin juicio
formaron un pelotón
con sus soldados.
Según testigos las
lagrimas cubrían
sus rostros por el
gran crimen que
iban a cometer.
Ordenado por
mercenarios de
uniforme a sueldo
ávidos de medallas
y de los ascensos.
Tu querida madre
Carlota entre rejas
tu amado padre
Virgilio fusilado.
Tú hermana y tú
más solas que
la una los infames
se cebaron con
dos buena niñas.
Carlota tu vida
ha sido una lucha
diaria para rendir
homenaje.
A tu amado padre
y compañeros
que yacen en
una fosa común
en El Cementerio
de Melilla.
Carlota has sido
madre buena
hermana ejemplar
e hija solidaria.
Tú lucha ha sido
sin recompensa
no has podido
dar cristiana
sepultura a tú
querido padre.
Pero los has
intentado una y
mil veces a lo largo
de muchos años.
Carlota duerme en
en el sueño de los
justos desde estos
versos te mando
un abrazo enorme.
UN NADORENSE.
·
Gracias Nadorense por regresar siempre, y por tus poemas.
Gracias siempre a ti compañero Hospitalario, Y buen amigo solidario, Un abrazo enorme.
HASTA SIEMPRE.
Querida amiga
Carlota Leret
O’Neill mujer
rebelde y coraje
sin miedo a nadie.
Tu vida ha sido
desde niña una
odisea por hacer
frente a mil y una
adversidades
desde aquel aquel
aciago 18 de julio
de 1936 en la
Base del Atalayón.
Donde unos
viles traidores
a la República
la vendieron
como hiciera
Judas Iscariote
con el Nazareno.
El bravo militar
Capitán Leret
fusilado sin
juicio por unos
golpistas ávidos
de ascensos
y de medallas.
Este macabro y
canalla suceso
marcaría tu vida
para siempre.
Tu gran amigo
y defensor
Enrique Delgado.
se sorprendió
al saber la triste
noticia de tu
partida para
un viaje sin
billete de vuelta.
Porque con más
de noventa años
tenías la vitalidad
de una joven.
Residías lejos
en Caracas aunque
para ti no había
distancias cuando
viajabas a Melilla.
Para defender
a tu querido padre
Virgilio Leret Ruiz.
y compañeros
fusilados como él
y sepultados en
una fosa común.
Has luchado
como una leona
africana y desde
El Cielo de los
Hombres-Mujeres
nobles y leales.
Tú amado papá
te habrá recibido
con los brazos
abiertos y besado
como hace un
padre con una
hija altiva-valiente.
Trabajar en este
poema me pone
triste y emociona
todavía recuerdo
Carlota cuando
alababas a nuestro
gran HOSPITALARIO
y EL ALMINAR.
Y me recomendabas
que entrara en el
Blog que era y es
un oasis de libertad
derechos humanos
y de tolerancia.
Un abrazo inmenso
siempre estarás en
la memoria y gran
corazón de este
humilde nadorense.
Un gran abrazo
también para ti
Enrique y tod@s
los compañer@s
del ALMINAR.
Nadorense.