Melilla, año 1497


          

     Melilla fue conquistada en 1497, solo 45 años antes se había hundido para siempre el Imperio Bizantino. El que fuera el Imperio romano de Oriente sobrevivió casi mil años a la caída de Roma. Constantinopla, luego llamada Bizancio, la ciudad consagrada a la Virgen María, ejerció de parapeto a la expansión del Islam primero y a la del Imperio Otomano después, en solitario, durante casi 9 siglos. Mucha gente desconoce que la 1ª Cruzada no se convocó contra el mundo musulmán, sino contra los cristianos de bizantinos u orientales. Sin la protección de Bizancio, los ejércitos otomanos llegaron hasta Viena. Si el Imperio bizantino se hubiese derrumbado apenas uno o dos siglos antes, la historia de Europa hubiese sido otra.

                     Las antorchas de Melilla

     Llegando a Melilla por la noche, las luces de la ciudad se proyectan como antorchas sobre el agua. El faro de Melilla ya es solo simbólico, pues las luces de la ciudad orientan mucho más y mejor.   Sin embargo, en 1497 esto no era así, la oscuridad debió ser absoluta. La Crónica oficial de la conquista habla de que la flota de desembarco  se mantuvo en posición hasta la noche, para no ser advertidos. ¿Dónde y por quién?. Troya estaba en la línea visual de Ténedos, la isla a la que se retiraron los griegos. Melilla está en la línea visual de Chafarinas. Probablemente la flota de conquista se mantuvo en aquella posición hasta la noche.  La respuesta al por quién es clarísima, por los bereberes, los amazighes, los mauritanos,  los habitantes de siempre, incluso desde mucho antes de los fenicios.

        La conquista se llevó a cabo para dar cumplimiento al Tratado de Tordesillas de 1494, cuyos términos habían sido previamente fijados en el Tratado de Alcaçobas en 1479, entre España y Portugal. Todo lo que no sea reconocer esto, es seguir falseando la historia de Melilla. Fue una conquista en toda regla, llevada a cabo por la 1ª potencia militar del Mundo, pero no en nombre de España, sino en el de la Casa de Medina Sidonia. Los Reyes Católicos habían renunciado a ocupar la plaza, tras el devastador informe de Martín Galindo: «Melilla está rodeada de moros alárabes por todos lados, y antes será carnicería de cristianos, que población de ellos». Que verdad histórica más grande.

     Carlos I de España, el César Carlos, el monarca más grande que haya tenido nunca este país, visitará Melilla, aunque desde la distancia. La flota del más grande monarca hispano se mantuvo en el Atalayón. La villa de Caçaça se había perdido ya de modo irremisible. Si duras eran las condiciones de vida de Melilla, las de su villa gemela eran sencillamente infernales. La propia guarnición española pactó la entrega de la ciudad con los rifeños. Carlos I dijo que la ciudad de Melilla, aislada no tenía valor estratégico alguno para España. Ordenó su abandono, pero siendo un monarca sensible, dijo que tras los grandes trabajos realizados en su conquista y mantenimiento, se debería hacer de modo gradual, en respeto a las vidas que había costado mantenerla. Una de sus medidas fue ordenar el repliegue de la guarnición española hacia el peón rocoso (Melilla La Vieja), abandonado la zona que hasta ese momento ocupaban ( Plaza de Armas y zona colindante). Esto sucedió entre 1505 y 1525. En 1555 Carlos I abandonó el Poder y se retiró al monasterio de Yuste. Las penalidades sin fin de Melilla se mantendrían hasta el Tratado con Marruecos en 1860. Desde ese momento la historia de Melilla es otra. Sin olvidar nada, se deben buscar nuevas fechas y nuevos horizontes.

 

La represión sobre la comunidad hebrea en Melilla (1936-1939)


             

 

                                         Pagar por la vida                  

        En julio de 1936 los escuadrones negros de Falange se abatieron sobre la ciudad de Melilla. Falange, organización hermanada con las SS de Heinrich Himmler, inició su ajuste de cuentas con la Comunidad Judía de Melilla. En total abatieron a 10 ciudadanos de la comunidad hebrea de Melilla, 9 de ellos en 1936 y solo uno en 1938. Todos eran militantes socialistas y afiliados a la masonería, lo que daba cuerpo a la singular obsesión de los falangistas por “la conspiración judeo-masónica”.

   Fecha de ejecución        Nombre                              Lugar de la muerte

1-      20/07/1936…………… Fortunato Mafoda Serfaty………….Vía pública

2-      20/07/1936…………… David Bittan……………………………..Rostrogordo

3-      21/07/1936…………….Moisés Chocrón Benaim…………….Rostrogordo

4-      28/07/1936…………….Sadia Cohen Cohen……………………Rostrogordo

5-      28/07/1936…………….Simón Ruas Serfaty……………………Rostrogordo

6-      28/07/1936…………….sin identificar…………………………….Rostrogordo

7-      14/08/1936…………….Jacobo Chocrón Morely……………..Rostrogordo

8-      15/08/1936…………….Abraham Benarroch Benarroch…..Rostrogordo

9-      28/08/1936…………….Alberto Benaim Benaim……………..Rostrogordo

10-  04/07/1938…………….Moisés Botebal Benaim……………..Rostrogordo 

   Esto es todo lo que publiqué el domingo 16 de mayo de 1999 en las páginas centrales de El Telegrama del Rif. Si todo lo sucedido en Melilla durante la represión franquista sigue sin ser reconocido por las autoridades de La Democracia, la represión específica sobre la comunidad hebrea de Melilla, sigue guardado bajo siete llaves.   

    Resulta extraño, porque incluso un escritos comprometido con la historia de esta comunidad en Melilla, como es Severiano Gil, no ha podido o no ha sido autorizado a desvelar qué ocurrió y qué alcance tuvo esta represión, mas allá de los nombres de los asesinados y eso que el nombre de Fortunato Mafoda, muestra  toda la carga de salvajismo y criminalidad psicópata  a la que llegaron   los escuadrones de “de la muerte negra” de Falange. El relato, fijado por el último Delegado de Gobierno republicano, en un libro escrito con pseudónimo ( Juan de Lanuza) resulta pavoroso:  El muchacho vivía solo con su madre, que era viuda. Tras entrar en su casa violentamente lo llevaron a un lugar indeterminado y le dispararon a quemarropa. Unas mujeres lo recogieron moribundo y lo llevaron a su casa. Enterados los miembros de Falange, y con la complicidad de un enfermero, acudieron a la casa con una ambulancia de Cruz Roja y lo sacaron con la promesa de hacerles “unas curas”.  La cura consistió en darle un tiro en la sien dentro de la misma ambulancia y arrojarlo a un acantilado.

     El Colegio Hebreo fue incautado y convertido en sede de Falange. Ahí dentro realizaban los interrogatorios y lo utilizaban como cuartel. Desde allí, iniciaban sus “paseíllos de la muerte”. Los presos que iban a ser ejecutados ese día, iniciaban un siniestro recorrido hacia la avenida de La Democracia, Plaza de España, Avenida y subía hacia Rostrogordo por la carretera del Rastro y de Tiro Nacional. Todo esto sucedió durante el infame mes de julio y parte del de agosto, bajo el mandato de Luis Soláns Lavedán en la Comandancia de Melilla, que ocupó el puesto de mando de modo ilegal, puesto que no era General, y cuyo retrato debería estar fuera de la galería de Comandantes Generales de Melilla.

  Nota: El mal llamado monumento a los Héroes de España, situado en la plaza homónima, en el lugar en el que estaba el Café La Peña, es en realidad un monumento a La Falange, organización hermana de las SS.  Es un monumento que debería ser demolido, sin miramientos de ningún tipo, salvando el conjunto escultórico del artista melillense Vicente Maeso. Heinrich Himmler visitó España en 1937, mi padre pudo verlo en Toledo, cuando suspendieron las clases para que los niños de colegio acudieran a ver a tan ilustre presonaje . Las águilas del monumento reproducen la Sigma hitleriana. 

       Falange y el Ejército abrieron una infame taquilla denominada: «Donación voluntaria y Patriótica en favor del Ejército». Cientos de melillenses tuvieron que dejar allí sus ahorros, porque la lista se publicaba diáriamente en El Telegrama. La comunidad hebrea de Melilla pagó cantidades absolutamente escandalosas. También se recogió oro y joyas y algunos hicieron fortunas personales de aquella infamia.

Alminar versus campanario


      Enrique Delgado  

      Las iglesias cristianas primitivas  no tenían campanarios. Las más antiguas construidas en España, las visigodas, no tenían un elemento ni siquiera parecido. En realidad no se sabe cuando aparece el campanario. Antes de la aparición de este elemento arquitectónico, solo existían las espadañas o las torres, que en principio no estaban pensadas para alojar las campanas. Se cree que la torre de la iglesia era un elemento defensivo.

       La recién fundada religión islámica inició la construcción de mezquitas en el siglo VII y tampoco tenían alminares. Eran espacios rectangulares o cuadrados, con la qibla como elemento principal e indispensable. La llamada a la oración ritual se hacía desde «la azotea», pero tampoco existía ese elemento arquitectónico.

       Según algunos tratados de arte, se cree que tomaron ese elemento de un templo romano existente en Damasco, tras el inicio de la expansión islámica. Yo me atrevería a decir, que el alminar es un elemento evolucionado de las antiguas «torres del silencio persas». Lo persas utilizaban estas torres como elemento funerario (depositaban a sus muertos en el extremo final)  y también como delimitación de territorios y  como monumento conmemorativo. Lo que parece claro, aunque no conozco estudios específicos al respecto, es que no hubo campanarios antes que los alminares. El campanario surge tras el contacto del mundo islámico con el cristiano, hecho que se produjo tanto en la zona oriental (mundo bizantino), como en la zona occidental ( España).

    Las iglesias cristianas adelgazaron sus torres hasta adquirir la forma arquitectónica de los campanarios y en la mayor parte de España, del Tajo hacia arriba, ni siquiera eso. El campanario estilizado solo existe en abundancia desde el Tajo hacia abajo (verdadero frontera entre la España cristiana y la musulmana). Muchos son los antiguos alminares  readaptados al culto cristiano, ya que las nuevas iglesias se edificaron sobre las antiguas mezquitas. En cualquier caso, y en mi opinión, el campanario es una clarísima influencia de la arquitectura musulmana, probablemente la más clara. Nadie encontrará un campanario en ninguna iglesia cristiana de Europa, que sea más antiguo que ningún alminar de mezquita musulmana.

     Me cautivaron los alminares cuando viaje a Estambul en 2001. Nunca los había visto tan estilizados, ni arquitectónicamente tan exquisitos. Fue todo un descubrimiento. En la convivencia entre cristianos y musulmanes se han creado siempre espacios comunes, para mí, el alminar/campanario es el más claro de todos. El Alminar de Melilla busca un espacio común de convivencia y diálogo en nuestra ciudad, por eso escogí este nombre para mi blog.

           Alminar es un nombre sonoro, elevado  y a la vez ligero. Además, alminar es una palabra española. La francesa es minarete, que no me gusta. También he de decir, que Alminar fue mi último nick, en un infausto foro que aunque moribundo, sigue existiendo en Melilla. Me quedé con ese nombre porque no quería que se perdiese o alguien se apropiase de él. Creo, modestamente, que he acertado escogiendo ese nombre para mi blog. Un nombre, lo es casi todo y dice mucho tanto de una persona, como de cualquier otra cosa. Con un nombre nos enfrentamos al mundo. Es la proa de la nave con la que nos abrimos paso. Creo que es una explicación suficiente.

Stalingrado, la batalla que cambió la Historia


           El 2 de febrero de 1943 y pese a la negativa del jerarca nazi Adolf Hitler, el mariscal alemán Von Paulus ordenó la rendición del VI ejército en la ciudad de Stalingrado. Llevaban cercados en todo el área del Volga y de Stalingrado  desde el 1 de noviembre de 1942, cuando el Ejército Soviético desencadenó la «Operación Urano». Desde esa fecha, nadie pudo entrar o salir de allí, en una zona que era conocida por los alemanes como el «kessell», la caldera y que los rusos conocían como «la picadora de carne». La esperanza de vida de un soldado soviético en Stalingrado no superaba un día.

         Esa batalla y la voluntad de resistencia que mostraron los rusos, cambió para siempre la historia de Europa y la suerte de la II Guerra Mundial. Muchos han escrito sobre esta batalla trascendental, que obligó al ejército alemán a estancarse en Stalingrado y a destinar una serie de recursos humanos y técnicos, que a la larga le resultarían letales. En Stanlingrado fue derrotado por primera vez el hasta aquel momento, invencible ejército alemán. Allí mordieron el polvo, el hielo y se rindieron por primera vez. En Melilla, siempre al revés de la historia, en un día que no recuerdo, El Telegrama del Rif titulaba: «Prosigue la criminal defensa rusa de Stalingrado».

            Aurel George Sava Popescu, el hombre de Stalingrado

       Hace ya tiempo, e interesado siempre por la «historia de Stalingrado», trabé relación y luego amistad, con un ex oficial del ejército rumano afincado en Melilla, Aurel Sava Popescu. Recuerdo su sorpresa cuando le pregunté por su posible presencia en el área de Stalingrado, como me sacó de la vieja oficina de Correos y como en voz baja, me relató lo que recordaba de su presencia allí. Durante muchos meses, siempre que nos veíamos, hablábamos del tema y me dejó frases inolvidables.

            Don Aurel, como yo le llamaba, estuvo encuadrado con el Ejército Rumano en la parte superior, en la curva del río Don, por eso, cuando se les echaron encima los rusos en la operación Urano, ellos giraron hacia el Oeste, hacia Ucrania y pudieron salvarse. Los rumanos que quedaron envueltos en el «anillo de hierro» de la operación Urano, acabaron muertos o prisioneros ( lo que significaba casi lo mismo).

         Una vez le pregunté por sus recuerdos en el área de Stalingrado y me dijo esta gran frase: » Cuando uno está en un frente de guerra, no piensa en cómo va a recordar la cosas, sino en sobrevivir». Cuando le pedí algo más concreto, me contó: » De aquello, recuerdo dos cosas el frío (-40ºC) y el ruido ensordecedor de los cohetes katiuskas (el organillo de Stalin). Los oíamos salir de las baterías y nos enterrábamos en el suelo esperando el impacto, porque la metralla al rebotar sobre el suelo helado, segaba las vidas como una hoz. Sobreviví a aquello con una inmensa disciplina personal. Me quitaba los calcetines cada dos horas, porque si esperabas más tiempo, podías arrancarte la piel con ellos»Para sobrevivir a «aquel infierno helado», realizaba una serie de ejercicios diarios, obligatorios para mantenerse con vida. Finalmente le pregunté por la historia que circulaba por Melilla de que había estado prisionero en un campo soviético y me dijo que no: «Yo acabé la guerra, semi desnudo, en un campo de prisioneros Americano, en Francia».

                     Conmigo fue siempre extraordinariamente amable, y eso que sabía perfectamente cual era mi afinidad histórica en ese aspecto. Siempre me decía, con ese acento característico de las personas de Europa del Este: «Me gusta Vd, porque siempre que le veo y le pregunto como está, me dice que bien». Su sentido del humor era también muy fino. En una ocasión, le pregunté a donde iba y me dijo que a misa: «A rezar por los míos, los malos».

     Notas: Recordar sólo, que el Tribunal de Nüremberg exoneró de crímenes contra La Humanidad a todos los soldados encuadrados en el Ejército Regular, ya fuese Alemán, Rumano, Italiano o Español. Haber estado con los rumanos es lo mismo que haber pertenecido a la División Azul.

 PD:   Dedico estas líneas al millón de soldados y civiles rusos muertos en la defensa de Stalingrado.

http://nnm.ru/blogs/19vitas72/mamaev-kurgan-i-drugie-pamyatnye-mesta-volgograda-168-sht-jpg/

67º aniversario de la liberacion de Auschwitz


         El 27 de enero de 1945, los hoy olvidados soldados del Ejército Soviético, llegaban al campo de prisioneros de Auschwitz. Hacía días que había sido abandonado y demolido por las tropas de las SS. Los pocos prisioneros supervivientes vagaban desorientados por el campo, ya sin vigilancia.
Eva Mozes Kor y su hermana Miriam lo relatan así en «Auschwitz» libro reciente de Laurence Rees en Memoria Crítica: «Corrimos hacia ellos y nos abrazaron y nos dieron galletas y chocolates. No solamente teníamos hambre de alimento sino también de bondad humana, y el ejército soviético nos proporcionó algo de ello».
Violeta Friedman superviviente de Auschwitz señala en sus «Memorias» dos peligros, uno el desconocimiento real sobre todo lo que sucedió durante el nazismo, los campos de extermino y sus políticas criminales y dos el intento constante de minimizar lo ocurrido, bien mediante el adelgazamiento de las cifras o mediante la negación directa, como los casos del escritor filo nazi David Irwing, o el del ex-intelectual Roger Garaudy, que fue condenado en Francia por negar el Holocausto.
Es un error muy común el considerar el Holocausto como algo sólo concerniente a la población judía, cuando la realidad es que de la ira nazi no escapó nadie. Eso sí, los judíos fueron el principal objetivo del exterminio nazi y sólo por el hecho de ser judío. La población judía europea exterminada alcanzó las 6.250.000 personas, y esa cifra representa el 50% de la población exterminada por las Einsatzgruppen (brigadas de sustitución de poblaciones).

          A esta monstruosa cifra hay que añadir 3.000.000 de prisioneros de guerra soviéticos, 3.000.000 millones de católicos polacos, 700.000 serbios, 250.000 gitanos, 80.000 disidentes alemanes, 70.000 disminuidos psíquicos de los programas de eugenesia social, 12.000 homosexuales, 7500 republicanos españoles, 2500 testigos de Jehová.
Lo que hace a Auschwitz II-Birkenau, a Belzec, Chelmo, Majdanek, Sobibor y Treblinka diferentes, no es la voluminosa e insoportable cifra de personas exterminadas, es la mentalidad, la ideología que los hizo posibles y sobre todo, el sistema y el método para llevar a cabo esa atrocidad.
La red de campos de exterminio en masa es el mayor crimen que se haya cometido nunca y supone una un hito, una marca indeleble en la historia de la humanidad. Nada de lo ocurrido hasta la fecha podrá compararse jamás al Holocausto. Como dice Violeta Friedman:
«Desgraciadamente en los últimos años han hecho un denodado esfuerzo por negar la historia. A ello se añade el intento de otros por minimizarla, por equiparar aquella barbaridad con otras cometidas antes y después. Es cierto que todavía en nuestros tiempos se sigue atentando contra la humanidad. Sin embargo aquel hecho es singular en la vida de los hombres».
El revisionismo se centra en minimizar las cifras, en hacer hincapié en la casi nula resistencia opuesta por los propios judíos a su exterminio, «como si hubiese sido posible resistirse». La máquina infernal nazi se tragó países completos armados hasta los dientes, por ello, el hacer recaer la responsabilidad de la resistencia sobre población desarmada es sumamente inmoral. El objetivo del campo de exterminio, de las «marchas de la muerte», el trato infernal y degradante, era la destrucción moral de la persona antes de su eliminación física y cuando esta alcanzaba un estado de muerta viviente, entonces los nazis denominaban a esto «estar en estado musulmán», Jorge Semprún en «Viviré con su nombre, morirá con el mío»
En esa situación de destrucción moral y física «cualquier grupo humano, judío o no, se hubiese dejado asesinar de igual modo», dice Violeta Friedman. Este extremo es innegable porque en los más recientes casos de genocidio como el de Tutsis en Ruanda o el de musulmanes en Bosnia, las poblaciones masacradas apenas pudieron oponer resistencia a su eliminación.

       Otro aspecto más estremecedor aun, si cabe esa posibilidad, es que la eficacia de la industria de la muerte nazi, no llegó al 40 %, esto es, el resto el 60 % de los 13 millones de asesinados (nunca llegaremos a conocer la cifra exacta), fue asesinado de un modo directo, mediante fusilamientos masivos y continuados, disparos arbitrarios, malos tratos brutales, o mediante «marchas de la muerte» en donde centenares de miles de personas caminaban durante días y en condiciones de brutalidad aterradoras y infinito sufrimiento, hasta los puntos en donde serían ejecutadas. La más espantosa de estas matanzas es la de Babi-Yar en Ucrania, en donde fueron asesinadas 33.000 personas.

                      Por tanto, no sólo era difícil de justificar el hedor nauseabundo de las chimeneas de los campos de exterminio, la llegada constante de trenes cargados de personas y que salían vacíos de los campos, sino que los nazis pasearon las inmensas filas de deportados por las carreteras, por el centro de los pueblos, por las estaciones y se les ejecutaba en bosques cercanos, a la vista y el oído de quién quisiera verlo. Es imposible que nadie viese ni oyese nada.
        La página Memorial de Auschwitz recoge el nombre de cuatro hombres, procedentes de Melilla que murieron en el campo de trabajo de Gusen; José Fajardo García, Rafael García Segura, Manuel Rojas de la Cruz y Mariano Tost Planal.  Nada los recuerda en Melilla. Para algunas cosas, la memoria en Melilla es demasiado floja o amnésica.

Svetlana Alilúieva, la hija de Stalin (Светлана Сталина)


La muerte de la hija de Stalin en Wisconsin, EEUU

          » En Occidente corren demasiadas falsedades sobre la vida privada de mi padre y de los miembros de mi familia» ; Svetlana Stalin.

    Aunque conocida ahora, la muerte de la única hija viva del dictador soviético ocurrió el pasado 22 de noviembre en una residencia de ancianos en Wisconsin, EEUU.  Que gran diferencia entre cualquiera de los vástagos de cualquier dictador fascista:  Franco, Pinochet y tantos otros que una vez expulsados del poder  dejaron las arcas familiares llenas a rebosar y la suerte de esta mujer, la única entre los tres hijos de Stalin.

    En estos días se sigue hablando de ella como de «la hija que renegó de su padre», como la necrológica firmada por David Alandete en El País. Imagino que en medios de la derecha y en círculos tabernarios de moda, se recordará que Stalin asaltó un banco en Tiflis, capital de Georgia, como si eso fuera algo malo, o en palabras del propio León Trostky: «Solo hay una cosa peor que robar un banco, y es fundarlo».

           La hija de Stalin (Светлана Сталина)

 Svetlana Stalin huyó a Occidente en 1960, ante la imposibilidad de vivir en un mundo, el soviético, que había condenado oficialmente el stalinismo. En aquellos años, incluso ella alteró el orden de los apellidos, adoptando el Alelúieva de su madre, para evitar así el «odiado» Dzhugashvili de su padre.       En esos mismos años, y ante la imposibilidad de que Carmen Franco, la hija del tirano español  le diera un heredero varón al dictador, se permitió por una Ley de las Cortes Franquistas, la alteración del apellido Martínez-Bordiú Franco, por el inverso, para hacer pervivir así el insigne apellido del tirano.

        Aún hoy, en Rusia, los nietos y nietas de Stalin, siguen sin poder usar el apellido del dictador soviético, vencedor, mal que les pese a muchos, del nazismo hitleriano, el peor régimen político al que se haya enfrentado jamás la humanidad, enfrentamiento que costó a Rusia más de 30 millones de víctimas directas.  

                      El cariño a su padre y a su madre   

      Svetlana fue utilizada por la CIA y a la larga se convirtió en un juguete roto de Occidente. su muerte en una residencia de ancianos, completamente empobrecida así lo refleja. Quizá por eso escribió en 1963 la obra : Rusia, mi padre y yo; para deshacer mitos sobre el suicidio de su madre Nadia Alelúieva, la muerte de su hermanastro Yacob en un campo de concentración nazi o cualquier otro sobre su propio padre. sus propias palabras ante el lecho de su padre no dejan lugar a dudas: » En aquellos días, en la despedida de su cuerpo en la Sala de Columnas del Kremlin, quise a mi padre con más fuerza y ternura que en toda mi vida. En aquellos días en que se calmó por fin y su faz se volvió hermosa y tranquila».        

     Sobre su madre  Nadia, dice lo siguiente: » Mamá era severa con nosotros, no por aridez de alma, sino por rigurosa exigencia interior hacia nosotros y hacia ella misma. Mamá ha quedado grabada en mi alma como una mujer muy hermosa, elegante, de gráciles movimientos, sin embargo, rara vez nos acariciaba. En cambio mi padre me cogía constantemente en brazos, le gustaba darme besos sonoros y jugosos».     

         Para mí Svetlana fue un ejemplo intelectual de como mantener el amor hacia su padre, sin justificar ni uno solo de sus crímenes. Igual que los de la Fundación Francisco Franco, que hasta reciben dinero del Estado por mentir.

                    ¡ Que descanse en paz Svetlana Stalin!  

Hijas de La Caridad, adiós a Melilla


              Las últimas Hijas de la Caridad de Melilla

              Son las cinco últimas Hijas de la Caridad  de Melilla: Sor Elisa, Sor María José, Sor Mª Dolores, Sor Ceferina y Sor Antonia, y por ese hecho entrarán en la historia de la ciudad por la puerta grande. Le han dado rostro a un hecho histórico que nunca debió producirse, esto es, su marcha del Centro Asistencial de Melilla, porque la historia de ese centro no se entiende sin las hermanas de La Caridad. A lo largo de 87 años, desde su llegada en 1924, han sido el elemento cohesionador de toda la asistencia social de Melilla.

       Éste era su Centro y su hogar y son centenares las hermanas que han pasado por su diferentes edificios, dejando para la posteridad apenas un nombre, sin apellidos, para el recuerdo. Queda y permanecerá siempre la estela de un trabajo inmenso e inigualable. Nada volverá a ser lo mismo sin «las hermanas», porque no solo realizaban el trabajo físico, al igual que el resto de trabajadoras del Centro, sino que además llevaban a cabo la labor de consuelo espiritual, la labor de asistencia religiosa.

      Resulta curioso el nulo celo de las hermanas por distinguirse unas de otras a lo largo de décadas, y contrastar esa actitud con las placas que abundan en el complejo asistencial, recordado que tal edificio fue inaugurado por este alcalde y aquel otro por el anterior aquel. En ese detalle se aprecia claramente la vanidad mundana, el querer ser recordado a toda costa.

            Carpo, carpsi, carpitum (separar arrancando)

       Casi todo el mundo conoce o ha oído la manida frase del Carpe Diem ( goza de este día), que insta a aprovechar cada momento, porque el mañana puede traer instantes nada agradables. Eso es una cosa y otra es acabar adoptando la actitud de la cigarra y no preocuparse en lo más mínimo por lo que el futuro pueda depararnos. Sin embargo, muy pocos saben que el verbo latino «carpo», significa en su primera acepción: Separar o separar arrancando, que es claramente una acción o suceso que provoca un desgarro, tanto físico como interior y no visible.

           Lo que se ha producido en Melilla y concretamente en el Centro Asistencial, se ajusta a este significado del verbo latino. Las Hijas de la Caridad están divididas en nueve provincias canónicas, la de Melilla pertenece a Granada, y a su vez, éstas están integradas dentro de La Congregación Religiosa de San Vicente de Paul.

           Esto ha sido una decisión interna de esta Congregación religiosa, adoptado en el pasado verano, que no sólo ha renunciado al Centro Asistencial, sino también a la parroquia de San Agustín, a la guardería de Damas y Luisas de Marillac y a la capellanía del Hospital Comarcal. La Congregación Paul no ha explicado nada, probablemente no lo hagan, sin embargo, una decisión de este calado, esta trascendencia y de esta repercusión, merecería una explicación y no esconderse tras el recurrente «falta de vocaciones». Melilla, los ancianos del centro asistencial, que son a los que más afecta esta decisión, merecerían que se justificase una acción, que ha supuesto un abrupto e inmerecido final a las Hijas de La Caridad en Melilla.

          La Congregación de San Vicente de Paul, ha dado un duro golpe a su vocación asistencial en Melilla. Ahora, moseñor Buxarrais se queda en soledad religiosa en el Centro Asistencial. Nada de esta decisión puede comprenderse.

Nota: http://hijascaridad.org/granada/index.shtml

PD: Hoy las Hijas de la Caridad estarán solas en El Alminar. Nada ni nadie está a su altura. Nada debe distraer el protagonismo y el reconocimiento que merecen.