Los comerciantes de Melilla han iniciado la rebelión. Cansados de la asfixiante situación de la frontera, que no solo está estrangulando el comercio, sino también las posibilidades de comunicación con Marruecos y sobre todo, cercenando una alternativa de futuro para la ciudad, que no puede sobrevivir sin una relación fluida con el país vecino. No solo es el comercio, es también la comunicación con el entorno, la entrada en la ciudad de los turistas marroquíes, y la salida de los españoles hacia Marruecos.
La frontera actual de Melilla se asemeja más a la situación de Corea del Norte y Corea del Sur, en el paralelo 38. Es un frontera que incomunica, indigna de dos países como España y Marruecos, y que impide también el tránsito normal de mercancías y de personas. Las muertes por aplastamiento en los tornos y las zonas valladas, no son asumibles en el 2018, las condiciones laborales de los funcionarios de los cuerpos policiales tampoco. No es solo el comercio atípico, es que el normal tampoco puede hacerse. Hay colas para salir de Melilla y también para entrar. La única solución posible es la de un Acuerdo Interfronterizo bilateral.
Desde hace una década la situación es insostenible y no se ha llevado acabo ninguna actuación eficaz. El comercio atípico ha crecido de manera desordenada, colapsando el interior de la ciudad y dos tramos de la carretera de circunvalación. Todo tiene su lugar. Debe haber sitio para el comercio ordenado, para el atípico y también para el tránsito ciudadano.
Se han concentrado entre 500 y 1000 personas. Había muchas caras conocidas, de empresarios de toda la vida, políticos y sindicalistas, empleados, y autónomos. No había indicio ninguno de «la conspiración cepemista» a la que aludía el gobierno de la ciudad, que se ha instalado en el aislamiento y la paranoia.
Melilla está rodeada por un cinturón poblacional de un millón de personas. Pretender que la ciudad viva del consumo generado por sus 80.000 habitantes, es condenar todo a una economía de subsistencia, a una agonía lenta. Las lecciones del fin del Sitio de 1775 parecen no haberse aprendido aun.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2018/03/18/el-cinturon-poblacional-de-melilla/