El estanque de los sargazos


 

           El 16 de septiembre de 1492, la expedición de Cristobal Colón Colón llegó al Mar de los Sargazos, cuya navegación les causó gran temor, por la abundante vegetación. Llegaron a pensar que ese era indicio de la cercanía de la costa, o de la poca profundidad de las aguas. Estaban equivocados en ambas cosas.

           Es evidente, si se consulta El Alminar a lo largo de estos 7 años, que el mantenimiento del parque forestal (forest park), está resultando difícil. En las décadas en las que aquello fue la Granja Agrícola, se mantenía mejor, incluso sin cuidados de ningún tipo. El terreno, aunque sea un decorado, se desplaza y ocasiona desperfectos, sobre todo en los caminos rurales.

                Los ríos artificiales puede ser bonitos, pero precisan de cuidados, porque la vegetación se apodera de todo. En ellos, pese a la escasa cantidad de agua circulante, hay algo de oxigenación y la vida natural se mantiene. Un estanque, como el central, es algo diferente, porque se trata de agua estancada, sin movimiento, y si se deja crecer la vegetación, el musgo o los sargazos colombinos, se produce un déficit de oxígeno que va acabando con cualquier posibilidad de vida o fauna piscícola. Las carpas ya hace mucho que no están.

              En Melilla todo parece bonito, hasta que te acercas demasiado y puedes ver y comprobar su estado real. El estanque forestal ofrece una bella imagen, hasta que te acercas al muro que lo circunda. Desde la lejanía, pueden apreciarse ciertas masas oscuras que se mueven en la zona central del lago, pero siempre cabe la posibilidad de un espejismo.

                A lo largo del septenio alminarense, en el que estamos dando testimonio de lo que acontece en la ciudad, hemos visto desecar dos veces el estanque central**, aparecer y desaparecer las ranas, enturbiarse las aguas, e incluso desatarse allí una tempestad. Ahora todo está lleno de sargazos. De todo esto y mucho más hemos dejado testimonio escrito.

                                       La alameda seca

         El álamo es un árbol que ha generado un sustantivo propio, alameda. Es un árbol caducifolio que puede elevarse hasta el infinito, siempre que tenga humedad bajo el suelo o que esté junto a un río, porque es un árbol de ribera. Estamos en la proximidad de la estación seca y estos se encuentras casi seco, cuando deberían estar florecidos. El rumor de las hojas de los álamos con el viento, es uno de los más relajantes y característicos que existen. Su esbeltez es perfectamente distinguible en el horizonte. En Melilla están como se ve.

 

Notas:https://elalminardemelilla.com/2012/02/19/desecada-la-laguna-del-parque-forestal/ ;https://elalminardemelilla.com/2011/10/13/en-busca-de-nessie/

 

 

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La tina del parque forestal


          En la mañana del día 25 de enero, después del terremoto, se hacía difícil volver a las casas. Las réplicas no cesaban y cada uno hizo lo que creyó más conveniente, dada la ausencia de «instrucciones oficiales». Así pues, cada uno hizo acopio de la información acumulada y actuó como mejor supo o pudo. Uno de los lugares más seguros, en esa soleada mañana (siempre se ha oído decir que los terremotos están asociados al calor), era el parque forestal. Allí todo está despejado, se puede llegar andando y se fue llenado de gente a lo largo de la mañana.

          El problema de pasear, o de regresar a un lugar determinado hace algún tipo, es que se observa la lenta decadencia a la que está sometido todo en Melilla, por la desidia en la gestión. El templete de estilo nazarí está muy deteriorado, y la pequeña tina central, que en algún momento debió ser una pequeña fuente ornamental, se encontraba en un estado algo lamentable.

           Un mirlo buscaba alimento en el suelo, lo que suele ser una buena señal. El que las aves estén tranquilas.

Tardes del Parque Forestal


        Las tardes forestales de lo que fuera La Granja Agrícola, todavía son frías y húmedas. En el momento en el que el Sol se oculta, un aire frío y húmedo, que corta la carne como un cuchillo, recorre todas la superficie del parque. Las personas que estamos allí, abandonamos el lugar en dos turnos. El primero, el más previsor con su salud, se va en cuanto el astro solar desaparece y el aire frio se adueña del entorno. El segundo y más arriesgado, aguanta hasta la penumbra, hasta ese momento en el que todos los gatos se vuelven pardos.  Es un parque sin termino medio, o se lucha contra la mordedura  del frío, o el calor veraniego lo convierte en una planchar ardiente. Pero no es ese el tema de esta entrada sino la de sus aguas, que un día albergaron vida; carpas, ranas, tortugas, etc.

        Buscando entre los inmensos archivos del Alminar, encontré estas fotografías de febrero de 2011, cuando el gran estanque tenía carpas y sus aguas no parecían tan turbias, tenían un apreciable estado de transparencia. Hoy el parque oscila entre diferentes grados de conservación, más cercanos hacia el lento deterioro, que el de un estado óptimo, pero a las ingentes cantidades allí invertidas. La fragmentación de contratos y todos los vicios administrativos señalados por el Tribunal de Cuentas, empezaron aquí.

      Nota: (1) https://elalminardemelilla.com/2011/09/12/la-particion-dle-parque-forestal/

                    (2) https://elalminardemelilla.com/2014/02/18/de-laguna-a-charco/

Las aguas turbias del Parque Forestal


 

            Territorio de mosquitos y de murciélagos

      En otro tiempo hubo vida en los estanques y arroyos artificiales del Parque Forestal y dimos cuenta de ello.  Muchas entradas sobre las carpas, tortugas e incluso las ranas, reflejan lo que un día estuvo lleno de vida.  Hoy la desidia y el mal cuidado preside todo. La laguna ha sido desecada en dos ocasiones *, para acabar con la población de rana autóctona, porque según se decía, su croar molestaba al vecindario próximo. Acabar con una parte del ecosistema, aunque sea artificial, altera su equilibrio.  Al no haber sapos ni ranas que se coman las larvas de los mosquitos, ni incluso a los propios mosquitos, estos proliferan por doquier, y eso que estamos bajo las todavía frías temperaturas de febrero, en la mitad del invierno, aunque no nos demos cuenta.

  Las aguas del gran estanque están completamente turbias, aparte de que están bajo su nivel habitual de agua. Los arroyos artificiales no tienen corriente y sus aguas  parecen estancadas y llenas de suciedad, aunque  esto solo podemos reprochárselo a los usuarios del parque, que arrojan los desperdicios no sobre las papeleras, sino en los mismo arroyos. También tiene mucha materia orgánica que se descompone por la falta de oxigenación y la ausencia de corriente, dando un aspecto verde a las aguas, que resultan muy atractivas para los mosquitos. La salubridad en torno al agua del parque estará más comprometida cuanto más nos aproximemos al calor del mes de mayo, que no está tan lejos como parece en ningún sentido, ni siquiera el electoral. Todo parece estar descompuesto, sin gestión y lo que es peor, con ausencia de ganas. Melilla ya parece el territorio de la desidia. La situación parece empantanada.

       Así pues, en este entorno, ya solo parecen estar a gusto los murciélagos.

                     «Era por mayo era por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor..»

  Nota*: https://elalminardemelilla.com/2013/02/20/desecada-de-nuevo-la-laguna-del-parque/

Cuestiones sobre el Parque Forestal


            El Parque Forestal era algo necesario en Melilla, pero con haber hecho una reforma que conservase las edificaciones y el suelo de terraza de la antigua Granja Agrícola, se hubiesen ahorrado varios millones de euros. El Parque Forestal es una obra carísima, con estampas e imágenes bellas, pero es solo un decorado. Todo en él es artificial. El proyecto se llevó a cabo con una atomización del proyecto, para poder llevarlo a cabo sin incumplir la legislación vigente, dado su elevado coste. En un año han vaciado dos veces la laguna, pero tanto la misma, como los arroyos artificiales, están llenos de espuma y de materia orgánica. Han acabado varias veces con la fauna del parque, como las ranas, tortugas y carpas. El suelo se ondula, la vigilancia se ha reducido (de dos vigilantes a uno) y ahora el deterioro es mayor en la zona de juegos. La tirolina ha desaparecido, probablemente reventada.

                         Cambio en la gestión del Quiosco

             Sin embargo, lo que más llamó mi atención el otro día, es el cambio en la gestión del quiosco, que hasta hace una semana estaba a cargo de Pepe, hombre amable, de exquisito trato, y que se llevaba muy bien con los niños. Se ha producido un cambio en solo una semana, y no parece haber explicación alguna. Pepe, al que conocían todos los niños y niñas, llevaba la gestión con una profesionalidad impecable. Todo resulta muy extraño y por ello lo damos a conocer desde El Alminar, por si alguien pudiera tener alguna explicación, que no sea la que imaginamos.

Desecada de nuevo la laguna del parque


                   

                   El mes de febrero del año pasado fue también muy frio. La entrada del Alminar del mismo día del año anterior así lo refleja. La laguna artificial del Parque Forestal estaba en proceso de desecación, exáctamente igual que este año. Todo se repite, auqnue nos sabemos el motivo. La fotos realizadas hace una año muestran que había mucho más lodo. La actuales muestran que ha sido desecar por desecar. No parecía haber motivos. El año pasado había una tubería rota que fue eliminada y ya no ha sido repuesta. Se ha modificado el sistema de propulsión del geiser. El año pasado había superpoblación de carpas. En el presente había algunas tortugas e incluso muchas ranas, como reflehjamos en las correspondientes entradas del mes de noviembre, en el la festividad de Todos los Santos. En el pasado hubo protestas de los vecinos que habitan en los inmuebles colindantes con el parque, porque les molestaba el contínuo croar de las ranas. Mucho nos tememos que esta sea la razón del nuevo desecado, a todas luces innecesario y derrochón.

         Nota: (1) https://elalminardemelilla.com/2012/02/19/desecada-la-laguna-del-parque-forestal/. (2) https://elalminardemelilla.com/2012/11/01/las-ranas-de-todos-los-santos/

Un parque forestal de altos vuelos


 

          El Centro de Interpretación de la Naturaleza

   ¿Puede ser interpretada la naturaleza?, ¿podemos conocer sus leyes  o es caprichosa e impredecible?. Aquí parece que hay mucho nombre y poco contenido. La obsesión humana por perdurar, por dejar el nombre a los siglos venideros parece no tener límite. En cualquier caso da igual lo que hagamos, porque nadie  puede obligar a que la historia le recuerde, y ni siquiera podemos decidir el modo en que seremos recordados, caso de que alguien nos recuerde pasado apenas un siglo. Eso son leyes, que al igual que las de la naturaleza, no pueden ser dominadas, ni predichas.

       Muchas veces hemos subido a ver los mapaches, que suelen estar siempre dentro de su casa de madera. Rara vez se dignan a aparecer ante el público, ya sea infantil o adulto. Sin embargo, la otra tarde si hicieron una breve aparición y posaron, apenas unos segundos ante la cámara. Suficiente. Luego proseguí hacia una zona en la que nunca me había fijado o detenido, el denominado Centro de Interpretación de La Naturaleza, que como no podía ser menos, lleva el nombre de un Consejero del Gobierno de Melilla, ya retirado, el ingeniero Ramón Gavilán.

       No había quedado nada en pie. Los vendavales de las últimas semanas no ha dejado nada indemne, en un Centro recién inaugurado. Que el viento se lleve un techo mallado entra dentro de lo previsible, pero que derrumbe el enlosado de las paredes parece algo extraño. En cualquier caso, el nombre estaba a salvo. También me dí cuenta que han vuelto a desecar la laguna del Parque Forestal, en apenas un año. La Consejería contra el Medio Ambiente no ha informado de nada al respecto, pero en El Alminar ya sabemos el motivo y lo contaremos, D.m., en unos días. Hay demasiadas cosas que necesitan ser escritas.

          Nota: http://laotramelilla.blogspot.com.es/2013/02/han-volado-los-pajaros-de-la-nueva.html