Reflexiones electorales finales


Estampas afganas melillenses

A estas alturas, a solo dos días de la finalización de la campaña electoral y a cuatro de la jornada electoral, a nadie le importa lo más mínimo los programas de los partidos, ni que Coalición por Melilla, en sus momentos más bajos de credibilidad, no lo haya publicado, ni que dos formaciones ni siquiera concurran a las elecciones o sean fantasmas. Da igual que la lista del Partido Popular sea casi la misma que la del año 2000, que el PSOE esté renovado o no, ni que sus medidas sean en serio, que probablemente lo son. Nadie cree a Créame, ni sabe lo que son los de Somos, ni tampoco importa. Ni las 800 medidas ni ningún otro resumen de 50 medidas principales. Nadie se ha leído nada, entre otras cosas porque ya nada es creíble y porque alguien tiene que gobernar y también, porque es lo mismo que vote el 70% del electorado que el 35%. Alguien sale siempre.

Una sola fotografía en la plaza de Torres Quevedo resume lo que ha sido esta campaña electoral, tras el gobierno del cambiazo, en la que ya no importan ni los candidatos. El electorado va a ir a votar igual que se acude al campo de fútbol, a la cancha del baloncesto o al tendido de los toros: a gritar a su favorito, a pedir orejas y rabo, vuelta al ruedo o a lanzar al albero lo que tenga a mano. Esa instantánea de la céntrica plaza está presidida por una estatua de la Reina Isabel I, bajo cuyo reinado fue conquistada esta ciudad en 1497. Frente a ella y ese desaparecido mundo, se encuentra un cartel electoral del candidato de Vox, los únicos que creen todavía en él. En el lado opuesto está el cartel de CPM y su candidata tutelada, pero que se convertirá en la titular, porque deberá dirigir la obligada travesía hacia la renovación, tras la catarsis a la que se enfrentan por el caso del voto por correo. En plena campaña electoral, el segundo máximo dirigente del partido cepemista, está irreversiblemente afectado por el escándalo del inflado artificial y dopaje del voto por correo. Si otros lo han hecho antes (que sí) y si otros lo han hecho más (que también) es lo de menos. Como en los exámenes solo importa al que pillan, y eso que algunos, justo el de al lado nuestra, en la cara del profesor, estaban los que se copiaban por norma, y siempre salían de rositas. Cierra la foto en la distancia, Juan José Imbroda, el patriarca en su otoño y que como Grover Cleveland en Estados Unidos, sumará dos mandatos distintos. Ganará las elecciones porque será la lista más votada y podrá escoger su final político. Mustafa Aberchán fundador de CPM, el partido llamado a transformar la ciudad, ya no tiene más recorrido político. El PSOE no tiene carteles en esta plaza, no se le ve, pero está detrás de todo.

La cuestión de los votos por correo

En Correos, o en el zulo de los votos todavía no descubierto, vagan más de 8000 votos perdidos. Quien haya diseñado esta estrafalaria estrategia de asalto al sistema electoral de Melilla, mereceria un puesto en el gobierno de Kabul, junto al Mulá Baradar, pues ha desamparado a un porcentaje elevadísimo de ciudadanos melillenses. Nadie entiende porque se prefiere atascar las tuberías del sistema, a ir a cara descubierta y dni en la mano a una de las 80 mesas electoral. El voto por correo es un sistema ideado para los residentes ausentes, unos 6000, o para los electores que no puedan acudir a las urnas por alguna circunstancia imprevista.

Los colegios electorales son suficientes. Están ubicados en el centro de los distritos y secciones electorales para facilitar el acceso a cualquier ciudadano, y también para evitar los desplazamientos motorizados en lo posible. Se ha querido asegurar el resultado a través de un trampa monumental, porque la mayoría de los votos están ya atrapados en un limbo del que es imposible recuperarlos. Queda sólo jugar la carta desesperada del órdago a la grande, o sea la impugnación, que también tiene sus riesgos.

Queda la sensación de bochorno y de humillación a la imagen de la ciudad, convertida ya en ejemplo mundial de lo que no deben ser unas elecciones. Las imágenes de sedes quemadas, del registro en las sedes estratégicas de un partido, de la custodia policial a los agentes de Correos o del blindaje policial de su se sede, ya han dado la vuelta al mundo, y se estudiará en los próximos cursos de Ciencias Políticas y de Derecho. Surgirá algún Master sobre trampas electorales y se estudiará en Melilla.

Esto es lo conseguido, pero en el pecado llevan la penitencia, porque quien pierda estas elecciones, lo hará sabiendo que existen 8000 votos no contados en alguna parte, esperando el recuento final en el infierno.

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La «enmienda Melilla» a la Ley Electoral


En Estados Unidos, país con el que ya compite Melilla en el porcentaje del voto por correo, existe la costumbre de nominar de modo personal o con algún título significativo, todas aquellas modificaciones a las leyes o incluso a la Constitución, por los nombres de sus autores o por el motivo que provocó esa modificación. El uso y abuso de este sistema en nuestra ciudad en el presente curso electoral, ha provocado la intervención de la Junta Electoral de Zona de Melilla, solicitado un nuevo requisito para recoger la certificación de voto, que provocará una nueva modificación a la LOREG, que debería tomar el nombre de «enmienda Melilla», por haberse originado en nuestro territorio.

Primero fue La Constitución y luego fueron las leyes, que hubo que ir haciendo por primera vez, o adaptar , rehacer y modificar las existentes, porque las existentes no podían ser contrarias al texto constitucional, como por ejemplo el Código Civil, el Código Penal y otras. Muchas leyes previas a la Constitución fueron derogadas de facto. Una de ellas, casi de las primeras, fue la Ley 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (LOREG).

La Junta Electoral Central es un órgano permanente, al que se pueden dirigir propuestas y consultas en cualquier momento. Las Juntas Electorales provinciales y de zona no, pues desaparecen a los 100 días de finalizar las elecciones. Como siempre, los partidos solo se acuerdan de santa Bárbara cuando truena, o lo que es lo mismo, cuando una junta electoral emite un fallo contrario a los intereses de un partido, Coalición por Melilla, en el presente caso, aunque desde El Alminar consideramos como un dictamen que beneficia a la limpieza del proceso electoral. Nadie entiende porqué solo este partido político se considera afectado por el nuevos requisito, y habla de «anular las elecciones», «anular el voto por correo», o de «impugnarlas en su totalidad», si los resultados finales no coinciden con sus expectativas, y esto último es añadido nuestro, pero se supone que nadie impugna unas elecciones si las gana por goleada. Donald Trump solo denunció la elecciones presidenciales de 2020, cuando las perdió y no antes.

El presidente de Coalición por Melilla Mustafa Aberchán, ha dicho hoy públicamente que: «La Junta Electoral ha modificado las reglas en pleno desarrollo de un partido». Esto no es cierto, la JEZ (Junta Electoral de Zona) solo ha pitado falta y mostrado tarjeta amarilla a los contendientes. El acuerdo tomado por la JEZ de Melilla no ha modificado la LOREG, ni la JEC (Junta Electoral Central) tampoco. Solo han añadido una exigencia final de acreditación, a los solicitantes del voto por correo, que solo debían mostrar su documentación personal en el inicio del proceso, esto es, en el acto de reclamar la solicitud del voto. Ahora, tras la decisión de tomada y luego ratificada por el órgano permanente electoral, el solicitante de voto por correo deberá identificarse en el principio y final del proceso. Nada más. ¿Esto es modificar las reglas del juego electoral? ¿Cuál es la dificultad en mostrar el documento de identidad y llevarte la documentación a casa? ¿Esto impide el derecho individual de voto o solo lo garantiza? Y obsérvese que solo hablamos de derecho individual de voto y no colectivo.

Lo que estaba ocurriendo, presuntamente, es que algunos votos se entregaban en grupos o en tacos, y que los sobres individuales de votaciones no eran rellenados por el solicitante, sino en algún otro lugar en donde el secreto de voto y la libre elección quedaba comprometida, con el propio consentimiento del afectado, ayudado por la contraprestación de entre 100 y 150 euros por elector, y forzado por circunstancias personales de «presunta pobreza» o «condiciones económicas precarias». Esto es lo que ha salido a la luz pública estos días.

Las expresiones y propuestas de dirigentes de algunos partidos políticos «como suprimir el voto por correo en su totalidad«, o «de que se está impidiendo el secreto y la libertad de voto por exigir mostrar el DNI», suponen un desconocimiento absoluto sobre el desarrollo de las elecciones, sobre los derechos electorales, o sobre el propio proceso electoral y los organismos e instituciones que lo regulan. Que el ciudadano común no conozca todo el entramado que supone un proceso electoral es admisible, pero si el desconocimiento parte de algunos de los integrantes del gobierno de la ciudad, entonces provocan pasmo ( admiración y asombro extremados, que dejan como en suspenso la razón y el discurso), en definición de la Real Academia de la Lengua. Solicitar la intervención de la ONU y de observadores electorales internacionales, es disparar contra la Luna y los astros.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) y el voto por correo

El artículo 29 de la LOREG, en texto consolidado de 2022 dice:

1. La Oficina del Censo Electoral, encuadrada en el Instituto Nacional de Estadística, es el órgano encargado de la formación del censo electoral y ejerce sus competencias bajo la dirección y la supervisión de la Junta Electoral Central.

2. La Oficina del Censo Electoral tiene Delegaciones Provinciales.

3. Los Ayuntamientos y Consulados actúan como colaboradores de la Oficina del Censo Electoral en las tareas censales.

El INE es el organismo que elabora y custodia el Censo Electoral. El censo está en permanente modificación y actualización, en colaboración con los ayuntamientos de todo el territorio nacional. De lo que nadie habla estos días, es de quién recibe y elabora cada una de esas peticiones, y envía a su solicitante, en colaboración con otro ente público como es Correos. Desde el inicio del proceso electoral en el pasado mes de abril, la Oficina del Censo Electoral de Melilla ha remitido 6000 cartas con toda la documentación necesaria a todos los melillenses residentes en el extranjero y otras 6000 adicionales con las papeletas de candidaturas. Además, se ha inscrito con numeración independiente y única, a todos y cada uno de los 11.000 demandantes de voto por correo. O sea, 23.000 cartas, con dos sobres adicionales, el certificado de inscripción en el Censo, hoja de instrucciones y la lista de las 8 candidaturas que concurren finalmente a las elecciones del 28 de mayo. También se ha atendido y atiende a todas y cada una de las reclamaciones de los ciudadanos, bien de modo presencial o telefónico.

El secreto de voto y la preservación individual del derecho al mismo está perfectamente preservado, hasta que toda la documentación necesaria es remitida al solicitante de voto, a taves de Correos. Lo único que tiene que hacer el ciudadano, es identificarse ir a su casa, a una cafetería o a donde crea conveniente, escoger la papeleta que desee, volver a Correos y entregar perfectamente cerrados los sobres, para su remisión a la Junta Electoral de Zona, que lo remitirá a cada mesa electoral el 28 de mayo. El sobre con toda la documentación se entrega de modo individual y certificado. El ciudadano solo debe acreditarse mediante documento de identidad. En Correos de Melilla esperan 11.000 cartas nominales dirigidas a cada elector que hay solicitado el voto. No hay más.

Nota: La única modificación es la exigencia adicional de la acreditación con DNI, a la hora de entregar el voto ya emitido por el elector y dirigido a la Junta Electoral, y no sólo a la recogida de la documentación.

Reflexión suprema


El macroproceso del voto por correo

Hemos seguido muy atentamente las elecciones estadounidenses, en donde el voto por correo es una posibilidad ampliamente utilizada y fomentada por los partidos en liza. Existe la modalidad de voto por correo o voto ausente, y la de voto anticipado. En ambos casos, las papeletas de votación son custodiadas por la administración, en urnas que quedan completamente selladas. Las normas varían en cada Estado: Algunos requerirán que los votantes soliciten una boleta por correo, citando una razón por la cual no pueden presentarse en persona. Y otros requieren un testigo para observar al votante que marca la boleta. En el medio están los estados «sin excusa» que enviarán una boleta por correo a un votante que la solicite por cualquier motivo.

Resulta muy interesante esta frase: «citando una razón por la cual no pueden presentarse en persona«. El verdadero caso del voto por correo en Melilla está en el 75% que ejerce el voto desde provincias y municipios de todo el Estado, sin residir en la ciudad. Ese voto está «estimulado» y sigue imparable.

Causas de nulidad

Las elecciones de 2008 se celebraron con el ruido mediático habitual sobre los votantes por correo, solo que unos llevan la fama y otros cardan la lana. La elecciones se celebraron sin que la Junta Electoral detectara anomalías, y proclamó los resultados sin reclamación, sospecha o sombra de ilegalidad. Da igual el modo en que se fomentara el voto o la intención de votar. Lo importante es que el elector meta su papeleta en el sobre, y que luego esa cadena de custodia no se rompa ni altere. Estados Unidos permite el voto hasta con un testigo que verifica que el votante marca la opción que desea: otros requieren un testigo para observar al votante que marca la boleta.

El proceso fue instruido a instancia de parte, el Partido Popular, en medio de una instrucción que no decayó nunca, y con la fiscalía entregada con celo a la causa. Si los delitos resultantes fueron realmente cometidos, como afirmaba la Sentencia N. 29/18, entonces lo lógico hubiera sido declarar fraudulentas las elecciones, y repetirlas. Esto hubiera sido imposible dada la distancia entre los hechos sucedidos y luego sentenciados. Hubiésemos deseado ese mismo celo instructor, y la misma vocación del Ministerio Público, en las presuntas tramas de corrupción denominadas como Ópera y Tosca, investigadas por la UDYCO (Unidad Contra el Crimen Organizado) de la Policía Judicial.

El caso es que la sentencia final, que ahora debe resolverse en el Tribunal Supremo, absolvió a 18 de los 30 acusados iniciales, aunque quizá esto vaya en favor de los todavía acusados. Ya extrañó que los encausados por los mismos hechos, fueran absueltos unos y condenados otros, con el mismo material probado. El abanico de delitos era también demasiado extenso. Era como tirar de una red de arrastre, en la que algo siempre cae.

Al iniciarse el juicio del Procés*, un magistrado afirmó: Los delitos se cometen o no, lo que no es admisible es ver qué comportamientos encajan o no con cada delito. Esto quiere decir que a veces hay más cocina previa al encausamiento, que delito en sí, y esta es la sensación con respecto al caso melillense. En nuestra opinión, El Tribunal Supremo debe decidirse entre la nulidad del proceso del voto por correo; motivos hay, como la más que dudosa intención de los testigos de cargo (Ikram Aanam y Nordim Abdel-Lah), como algunos excesos verbales de la Fiscalía en Sala y que fueron recogidos por la prensa (como la intimidación a testigos) o terminar por absolver a los 12 acusados restantes, de los 30 iniciales.

El Tercer Poder del Estado, La Magistratura, está cansada y da indicios de ello, de los manejos y enredos de los políticos en el ejercicio, uso y abuso, del Poder, y también del recurso a la Justicia para dirimir fricciones políticas, y como método para acabar con los rivales. Los delitos, se comenten o no. No solo cuando interesa.

La Justicia no suele rectificarse a sí misma, al igual que el poder Ejecutivo no suele reconocer errores. Una nulidad o una absolución completa supondría una rectificación de lo instruido y sentenciado en Melilla. Los políticos solo le temen a una cosa, a la inhabilitación para el ejercicio del cargo público. Probablemente la lista de delitos todavía pendientes de revisión desaparecerá por completo, así como la mayoría de los todavía acusados, que pasarán a la categoría de absueltos. Queda solo pendiente la cuestión de la inhabilitación. El Partido Popular ha conseguido inhabilitar a los tres últimos Alcaldes-Presidentes de la Ciudad de Melilla. En todo lo demás no tenemos dudas.

Nota: Melilla revienta el voto por correo | El Alminar de Melilla.* Intento de la Generalitat de Cataluña de proclamar la soberanía e independencia de la Comunidad Autónoma, a pesar de las advertencia de ilegalidad de los letrados del Parlament, del Tribunal Superior de Cataluña y del Tribunal Constitucional.

Nota: Cómo funciona el voto por correo en cada uno de los 50 estados – CNET en Español

El lazarillo, las uvas y el voto por correo


           La temperatura del voto por correo se eleva en Melilla, del mismo modo que la potencia del reactor 4 de Chernóbil, hasta el estallido. En las elecciones a Cortes Generales de marzo de 2008, se superó el límite máximo de votos irradiados, un 11, 42% del censo y 5444 solicitudes tramitadas por el INE (Instituto Nacional de Estadística). Las alarmas saltaron, el Partido Popular estuvo a punto de perder las elecciones y llevó el caso a los Tribunales de Justicia, como «acusación popular».

            La instrumentalización política de la Justicia, un peligro ya señalado en 2018 por el juez Baltasar Garzón: «No se debe utilizar las instituciones y mucho menos la Justicia, como armas para tomar parte respecto de determinados grupos o personas«. Recientemente acaba de decir que: «el derecho está siendo usado para la persecución política». El caso es que la votación por correo de 2008 fue investigada y llevada a juicio,  y la de 2007, que afectaba de lleno al PP, fue archivada y sobreseída.

                               Votos, recuentos,  mesas e interventores

            Los presidentes y vocales de mesas designados por la Junta Electoral para presidir la jornada de votaciones son «mirlos» en medio de una legión de interventores, altamente cualificados para desentrañar, contar y escrutar cada nombre de su copia del censo electoral, que se corresponde con su mesa, sección y distrito. Conformando una media de 1000 electores, de los que se saben cada nombre y cada historia. El censo electoral es un arma política , cargada siempre de futuro. Nosotros solo miramos nuestro nombre, o el de nuestra familia como máximo, pero los interventores de cada partido, no dejan pasar detalle alguno.

             Los interventores realizan marcas que luego los partidos acumulan en su memoria logística. Se sabe quien vota siempre, quien es un abstencionista contumaz, quién ha solicitado el voto por correo, o quién vota en mesa, y si alguien que se conoce se retrasa para votar, se le llama. Se conoce tanto a los fieles como a los rivales. De la interpretación correcta del censo, depende una victoria electoral o una mayoría, en una determinada circunscripción. Los interventores, algunos con más elecciones acumuladas que la propia Democracia, lo son todo en una elecciones.

                     Hay un sencillo truco en el que no suelen caer el presidente de mesa y los vocales oficiales. Los votos por correo se introducen uno a uno al final de la votación, por lo que esa pequeña o gran masa de sobres queda en la parte alta de la urna. Los interventores analizan en milímetros el volumen que ocupan esos votos. Si el presidente de mesa no tiene la precaución de remover la urna, entonces los votos por correo quedan debajo y los efectuados en mesa queda arriba. Con este sencillo dato de observación, Coalición por Melilla supo que había ganado las elecciones del pasado mes de abril, pero que el resultado se invirtió al recontar los de la parte baja, supuestamente el de los sobres de los votantes por correo. En abril de 2019, se tramitaron 3883 votos por correo en Melilla, cifra que superó el 7% del censo. Luego estan los sobres con coloraciones y diferencias de tono casi indistinguibles para un profano, pero «pecata minuta» para un interventor profesional.

                Podemos considerar que hay un índice de «contaminación» por voto por correo, cuando la cifra de solicitudes supera el 10% del censo. Al menos esto es lo que dejó caer la sentencia del caso juzgado del voto por correo de 2008. ¿Qué ocurría si en las presentes elecciones se llegase cerca de ese porcentaje, o se superase el ya muy elevado del las elecciones del pasado mes de abril? ¿Qué está ocurriendo en Melilla?. En el pasado mes de abril, exceptuando al senador Imbroda y su colchón de 2000 votos de diferencia, el escaño de diputado y el 2º senador, se decidió por un estrecho margen de 400 votos

                           La parábola del Lazarillo, las uvas y el voto por correo

              En Melilla hay un racimo de uvas (un diputado y dos senadores), y solo tres  formaciones con posibilidad de hacerse con ellas, las uvas. Este año no había ningún lío ni noticia alguna con respecto al voto por correo y era sospechoso. Y así, tras una semana de votación en marcha, la senadora Acedo levantó la liebre y nos hizo mirar en una dirección no pensada. Según ella, había lío en una sede de Correos totalmente vacía hasta ese momento, y que pudimos comprobar porque acompañamos a un solicitante de voto, que efectivamente no va a estar en la ciudad en la fecha indicada. El trámite, exento de colas, no alcanzó los 10 minutos.

                   Esto me recordó un episodio de La vida del Lazarillo de Tormes, cuando estaba al servicio del ciego: Vuestra Merced sepa que, desde que Dios creó el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio era un águila. Tras muchas penurias y hambres, y hartos de engañarse, deciden llegar a un acuerdo para comerse un racimo de uvas, lo harán de una en una, primero uno y luego otro. Vayamos al relato original.

                  «Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo: —Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres. —No comí —dije yo—; mas ¿por qué sospecháis eso? Respondió el sagacísimo ciego: —¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas».

                     Es tiempo de uva tardía, de vendimia y de cosechas.

 

 

 

 

Reflexión final de campaña


           A lo largo de dos meses hemos pasado de «la campaña final» en el mes de abril, al final de campaña en el mes de mayo. Han sido dos meses largos e intensos en el que han cambiado muchas cosas y se ha abierto por fin, una puerta a la renovación y la esperanza en nuestra ciudad. Melilla no podría soportar otra legislatura más con el mismo tipo de gestión.

            Ha sido cosa de las circunstancias, pero dos campañas electorales consecutivas, extendidas a lo largo de dos meses han resultado demasiado abrumadoras y omnipresentes. Cualquier conversación retorna al mismo punto. Aún así ha resultado positivo que el mapa político se haya definido, que el Partido Popular haya pagado electoralmente la década de corrupción y escándalos, y que la neo formación ultraderechista de Vox haya encontrado sus límites electorales.

                                   Cuestiones de la campaña melillense 

              La campañas electorales en nuestra ciudad son siempre distintas, y siempre ocurre algo que nos convierte en foco de atención en todo el Estado. La primera de ellas  fue la pretensión de dejar fuera de las elecciones a Coalición por Melilla, formación surgida en 1996, en una cuestionada decisión de la Junta Electoral de Zona, que fue rápidamente  anulada en el Tribunal de lo Contencioso.

                  El segundo hecho relevante es el uso masivo y desproporcionado del voto por correo, en progresión aritmética desde el año 2007, en todas las elecciones municipales, pasando de los 1662 votos del año 2007, a los 4200 votos de las presentes elecciones de 2019. En los comicios locales de 2011 y 2015 los votos por correo tramitados fueron: 1989 y 2789. En una ciudad abstencionista como ha sido tradicionalmente Melilla, este tipo de voto tiene un alto impacto y ha asegurado mayorías absolutas en casi todo los casos, y en el presente proceso electoral supone un colchón para no caer demasiado. La pregunta que surge es clara. Si toda esta estimulación y engorde del voto por correo es legal, entonces:  ¿Porqué se enjuició y condenó a la mitad de mitad de los dirigentes socialistas y de Coalición por Melilla por el voto por correo de 2008?, ¿lo que es legal para algunas formaciones es delito e ilegal para otras?.   No resulta demasiado arriesgado afirmar que todo ese proceso será invalidado en el Tribunal Supremo y que la sentencia N.29/18 será anulada.

                                           ¿Adelante Melilla?

                      En Melilla hay costumbre que no varían, como es la aparición de formaciones clonadas o esporas, que más que el propio fin electoral, buscan la erosión y la limitación del voto en aquellas formaciones a las que se asemeja. No se entiende la aparición y extensión de esta formación, cuya campaña está mimetizada con al menos dos formaciones clásicas, CPM y PSOE y más tangencialmente con Unidas Podemos. El lema «Adelante» es casi igual que el socialista y es el que utilizan las formaciones de Podemos en las ciudades en las que concurren con otras formaciones, como Equo.

       Es una campaña muy personalista, al estilo de los países de Europa del Este, en donde el resto de la lista salvo en número 1, actúan solo como la claque. El líder Azmani procede de modo directo del partido socialista y su número nº Jadu Driss, fue diputada cepemista hasta 2007, llegando a ocupar el cargo de Vicepresidenta 2ª de la Asamblea. Pese a contar con una de las campañas con más medios y fondos, la sensación es que no conseguirán obtener representación, pero dañando a las todas a las que se asemeja. Es el único candidato que añade la palabra «presidente» a su cartel electoral, como si cupiese alguna duda.

                            Margarita Robles, Ministra de Defensa,  en los Altos del Real

            Ha sido una campaña sin visitas de alto rango, así que quien decidiese llevar a la Ministra de Defensa, Margarita Robles, a los Altos del Real acertó, aunque no sabemos si era consciente del alto significado simbólico de esta zona. Esta denominación no debió perderse para el nuevo colegio inaugurado en la anterior etapa socialista. En esta zona de la ciudad Pedro de Estopiñán, altamente representado, no significa nada. Los nombres propios del Real son los del arroyo y la cábila de Mezquita, el de los referidos Altos, el de las campañas de 1909, el del muy próximo y siempre visible Barranco del Lobo, el del coronel José Miaja y otros muchos.

               Margarita Robles recorrió toda la calle La Legión, junto a Gloria Rojas, como hace un siglo recorrieran los Ministros de La Guerra de España. Así ha unido su nombre al de otros muy relevantes de nuestra historia, como el general Marina, o el que da nombre al barrio. Fue una sorpresa encontrarla, un 23 de mayo, aniversario de la muerte en atentado del Juez Giovanni Falcone, al que siempre recordamos en El Alminar. Ella es magistrada y una personalidad muy relevante del Estado, de amplia y larga trayectoria política.

                                     Unidas Podemos y Gema Carolina Aguilar

                 Hacer una buena campaña con grandes medios no es difícil, ni algo de valorar de modo especial. En las torrenteras de las aguas políticas melillenses, Gema Aguilar ha conseguido estabilizar la formación de Podemos en la ciudad, y según la última encuesta del CIS se sitúa aun paso del 5% en intención de voto, mínimo necesario para obtener representación en la Asamblea de Melilla, algo que no consigue ninguna formación de izquierdas desde 1979, excepción hecha del PSOE.

                Podemos está presente en Melilla desde 2014 y desde esa fecha, en la que la nueva formación alcanzó 6 diputados en el Parlamento Europeo, ha concurrido a todas las citas electorales con diferentes candidatos. Podemos ha sufrido todo tipo de vicisitudes desde las elecciones locales de 2015, cuando fue víctima de la traición de una parte de la lista, que dimitió en plena campaña electoral.  Desde entonces todos los submarinos que servían a diferentes partidos han abandonado la formación.

                    Ahora todas/os los que componen la candidatura, están unidas bajo el nombre de Gema Aguilar, que lidera la formación y la candidatura municipal. Nosotros/as, en El Alminar, sí sabemos qué vamos a hacer el próximo día 26 de mayo. Votar en libertad para seguir siendo libres. Votar a un formación que amalgama a un amplio sector de la población que hasta ahora no se sentía representando, ni atendido, por ninguna de las formaciones existentes. Son los oyentes del sermón de la montaña.

  Nota:https://elalminardemelilla.com/2016/06/26/melilla-capital-de-la-abstencion/