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Acciona y Armas
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Muelles de carga
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Melilla, Estación Marítima
Entre Acciona y Armas
Decían mis profesores de matemáticas, que las incógnitas hay que despejarlas siempre desde el principio, para así poder entender el problema. En estos días estamos escuchando a los miembros del Gobierno de Melilla decir cosas en relación con el nuevo contrato marítimo, sin que nadie se entere de nada, entre otras cosas porque no quieren que nos enteremos de lo que realmente se traen entre manos. El Presidente de Melilla, Juan José Imbroda, dijo: «Este es el contrato que se merecen los melillenses». Dicho así, y con esa manera tan desabrida que tiene de decir las cosas, más sonaba a amenaza o a un : «ahora os vais a enterar de lo que vale un peine. Vais a viajar todos en butaca y de día».
¿Con quién se ha reunido el Presidente de Melilla para hacer una afirmación tan categórica y de carácter absoluto?. Por lo que se está viendo, transportistas, comerciantes, agencias de viaje, agentes sociales, partidos políticos, ciudadanos particulares; que han expresado su opinión contraria a la supresión de los horarios nocturnos, no se ha reunido con nadie. Por lo tanto, no puede realizar una afirmación de esa categoría, y pretender hacerla pasar por cierta. No se han reunido con nadie, porque nunca se reúnen con nadie. Hacen lo que a «ellos» les interesa y que luego deciden que es el bien común.
Algunas cosas que hay que decir
Lo primero que hay que decir, es que cuando se hace un pliego de condiciones muy exigente, y con unos horarios determinados, que casi coinciden con los que actualmente oferta la naviera Armas, es porque se pretende, que salvo sorpresas, determinada compañía y no otra, tenga las mayores probabilidades de quedarse con el sustancioso contrato marítimo entre Melilla y la península. Además hay un regalo adicional de 1.600.000€, que nunca hasta la fecha se había pagado, y del que todavía no han conseguido explicar claramente, cuál es el supuesto beneficio de desembolsar una cantidad así. Si se dan estas circunstancias, es lícito pensar que existe algún interés no declarado en hacer un cambio tan radical de horarios, de barcos e incluso de compañía naviera.
Viajar de día
El viaje de día es más barato, pero para la compañía naviera. Los costes de explotación son menores y los beneficios son mayores. Es así de sencillo. Las compañías obtienen en nuestra ciudad la mayor parte de sus ingresos con la carga, no con los pasajeros. Los pasajeros somos la parte más pequeña y menos rentable, de la tarta de las comunicaciones marítimas. Ni unos, ni otros, piensan en nosotros. Cualquiera que viaje en barco con asiduidad o esporádicamente, lo sabe.
Los melillenses cogemos el barco por obligación y por necesidad, casi nunca por ocio, salvo en el periodo vacacional. Una de las boutades más grandes que se han dicho estos días, por un miembro del Gobierno de Melilla, ha sido la de: «Con estos horarios, los melillenses podrán salir de la ciudad por la mañana y e irse a un buen restaurante en Málaga».
El barco nocturno diario es algo a lo que no se puede renunciar. El último vuelo de Melilla sale a las 8 de la tarde y si el último barco tiene su horario de salida a las tres de la tarde, eso quiere decir que el ciudadano de Melilla estará incomunicado en la ciudad durante doce horas, las que median entre las 8 de la tarde y las ocho de la mañana del día siguiente. Cualquier urgencia que luego precise un viaje posterior entre Málaga y otra capital española, quedaría eliminada de la agenda de los melillenses.
Nota: La reducción del tiempo de viaje llevará aparejada la reducción de camarotes. Con viajes inferiores a 6 horas, la naviera no tiene obligación de ofertarlos, o puede reducirlos al mínimo imprescindible. Nos esperan menos horas de viaje, pero casi todas en butaca.
PD: Este es el verdadero problema de los viajes en Melilla, de los viajes por necesidad. Todo está ya escrito, aunque ellos descubran la pólvora cada día. https://elalminardemelilla.com/2011/07/11/salir-de-melilla-y-regresar/