La recolección ilegal de moluscos
Cuando baja la marea, el agua del mar o del océano, se retira más de un kilómetro en algunas zonas. Un mundo desconocido queda a la vista. El tiempo de la división de los homínidos entre recolectores y cazadores ya ha pasado. No hay marcha atrás en la evolución humana, aunque la marcha hacia adelante solo signifique la destrucción del ecosistema en el que vivimos. Cualquier actividad recolectora, o de caza ya se encuentra regulada.
Cuando baja la marea en Isla Canela (Huelva), las aguas se retiran y permiten el paso de la especie que se ha hecho con el dominio del Planeta. Cientos de manos se hunde en el fango marino, que queda a la vista, y extraen de modo ilegal cientos y miles de coquinas. Fuera de su tiempo, y del número de licencias permitidas, la actividad supone el expolio y la depredación del fondo marino más cercano a la costa.
Esta actividad de los bañistas, se ha convertido en un problema en Galicia, Cádiz, en la misma Huelva, o en cualquier otro lugar. Las noticias saltan a los medios de comunicación y a los informativos de las televisiones. Hemos sido testigos de este hecho, y hemos visto la diferencia entre la actividad ilegal y casi masiva, y la de «los mariscadores» con licencia, que operan con sus artes adecuadas, y muy lejos de la línea de costa, en donde las coquinas y almejas son más grandes. La actividad «esporádica y no regulada», provoca la eliminación de los ejemplares más pequeños, y la reducción de las especies, alterando de modo acusado el ecosistema marino.
Entre lo ilegal y lo permitido hay siempre una zona difusa, pero su diferencia es muy amplia y fácilmente observable.
http://economia.elpais.com/economia/2016/08/15/actualidad/1471262210_814053.html