Sotosalbos es un pequeño municipio de la provincia de Segovia, de poco más de 130 habitantes y el doble de superficie que Melilla. Lo más que aciertan a decir las crónicas históricas es que el pueblo quedó fijado para el dominio castellano en la campaña de 1086, llevada a cabo por Alfonso VI y que fijó la frontera peninsular hispánica, entre cristianos y musulmanes, en el río Tajo.
Siempre hay que fijar un punto desde el cual volver a comenzar. El pasado 2 de agosto, se celebró en la localidad un torneo de Ajedrez. No había vuelto a tocar las piezas de este juego desde hace más de 15 años. Junto con mi padre, Fernando Delgado, teníamos las fichas federativas más antiguas de Melilla, pero fuimos expulsados de la Federación melillense de Ajedrez, por pedir que se celebran elecciones, como en cualquier otra federación, en los últimos años de la década de 1980. En aquellos años, los hábitos democráticos no habían impregnado todavía el tejido cultural y deportivo de la ciudad. Todos los firmantes de la declaración para pedir elecciones fueron o fuimos expulsados. Un año antes, en 1988, se había celebrado en nuestra ciudad en Campeonato de España Juvenil. En aquellos momentos yo era el secretario de la federación. A pesar de que conseguimos abrir la federación y el deporte del ajedrez a la ciudadanía melillense, nunca nos devolvieron las licencias federativas. mi padre era una de los mejores jugadores de aquella época, y organizador también de muchos torneos, como el memorial de su amigo Andrés Invernón, junto al entonces presidente del Casino del Real, Manuel Benítez.
El torneo de Sotosalbos se celebró en los salones de la Casa Consistorial y contó con la presencia de 49 jugadores, algunos con puntuación ELO superior a 1400 puntos. Se disputó bajo la modalidad suiza, con 15 minutos para cada jugador. En el ajedrez ya no suele haber distinción de sexo o edad en muchos torneos. Todos/as juegan contra todos/as, y se van emparejando según los resultados que se vayan obteniendo. En el 11º lugar se situó Valentina Plamenova, campeona de España de 2015 en la categoría de 8 años, y con una puntuación ELO de 1361. El ganador Alberto Bernardo, de 14 años, con puntuación ELO de 1713.
En mi caso supuso un reencuentro con parte de mi historia y de mi pasado. Jugué 6 partidos, venciendo en 3 y perdiendo en otras tantas, quedando justo en la mitad de la clasificación. Ahora, gracias al Alminar, poseo la capacidad de contar las cosas tal y como fueron, para dejar la memoria en su justo lugar.
Qué tristemente desacertado pensar que los «hábitos democráticos» han impregnado nada en la ciudad…
Si la situación actual te parece de «falta de democracia», imagínate en aquellos años. Nosotros dimos la cara para democratizar la federación y fuimos expulsados, pero lo peor fue la cobardía de la gran mayoría, y la traición del presidente de consenso, que no nos devolvió los carnets federativos. La expulsión de mi padre (qepd) no la perdoné nunca.