En busca de la catedral del Real


           Fue un proyecto grandioso, para el barrio más extremo de Melilla, el del Real. Se inició en 1952 con fondos del Protectora Español en Marruecos. Tras la independencia de Marruecos en 1956, todo quedó paralizado. Era un mito en el barrio. Los niños la conocían como la «iglesia rota» y jugaban en sus sótanos. Los mayores la llamaban «la catedral del Real», por sus dimensiones.

             Se edificaron los cimientos y los muros laterales. Tenía alzados ya a las cuatro calles que delimitaban su contorno. La entrada estaba dirigida hacia la calle 9 de julio y el ábside y el cimborrio hacia la calle de Mar Chica, que también estaban delimitados y alzados.

             Todo el conjunto permaneció abandonado hasta el año 1981, en el que el  primer Ayuntamiento democrático de Melilla, el presidido por Rafael Ginel Cañamaque, decidió edificar allí el primer pabellón deportivo de la ciudad. La profundidad del pabellón, a dos metros del nivel de la calle se debe a que se aprovechó lo ya edificado. Se juega sobre lo que era el sótano y la cimentación de lo que hubiera sido la gran iglesia del barrio.

               Tras años de búsqueda y de remover los recuerdos, hemos localizado lo planos de lo que ya estaba edificado, y que se realizaron para acometer la obra de construcción del pabellón Lázaro Fernández. La colaboración del Archivo Central de Melilla ha sido fundamental para rescatar esta pequeña parte de la historia perdida dela ciudad.

4 comentarios en “En busca de la catedral del Real

  1. Si el asunto interesa y se le puede sacar lustre en un buen artículo, pronto aparecerán los dueños de la cultura en Melilla y publicarán todo lo que sea necesario.Muy interesante la aportación. La primera piedra está puesta en El Alminar.

  2. Es la lucha por la popularización de la cultura, frente a megadateros y archivistosaurios. Es una batalla que se da en todas partes. La publicación en internet a través de los blogs, es una gran herramienta contra la exclusividad de la información.
    La digitalización de archivos y el acceso libre a los recursos está siendo de gran ayuda, y es una necesidad imperiosa en Melilla.

    • Gracias por esta valiosa aportación de datos y de planos. Lo curioso es que desde el Archivo Central no se publicase nada de este tema. Con la de artículos y libros que de allí salen.
      El solar, cedido por el ayuntamiento a la iglesia diocesana, retornó a su legítimo propietario al no destinarse a los fines para los que fu entregado. Fueron muchos años de abandono.

  3. Gracias por compartir esa información. En Melilla hay mucha historia que intenta ocultarse con fines inquietantes. La labor de El Alminar es de agradecer en esta época de oscuridad.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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