Marcando el paso


     Hay que ir siempre por donde ellos quieren. Salirse de las sendas marcadas es siempre complicado y entraña riesgos. Esto es lo que ocurre en las obras que se están realizando en la mitad del paso de peatones que comunica la Delegación del Gobierno con la plaza de España. Al principio pareció una reparación menor, pero la cosa se ha ido complicando y la zanja va cada vez a más. Ya son dos semanas de paso interrumpido.

    El problema es que ese paso más próximo no existe, o si existe no está próximo. Obliga a un gran rodeo o a desviarse del camino. Así que lo mejor es sortear la señal y pasar por donde se ha hecho siempre, a pesar de que se corre un poquito de riesgo, no en la calzada, porque se sigue cruzando por el paso de peatones. El pequeño riesgo consiste en sortear el pequeño bordillo, y caminar apenas unos metros junto a la línea de coches aparcados.

      Es preferible eso, que ir hasta ese no próximo paso de peatones, y acabar dando la vuelta al ruedo. Lo disculpamos todo, pero nos molestan demasiado, continuamente.

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