El origen de la uralita en Melilla
La transformación de los antiguos talleres Montes en el barrio del Industrial, nos permite datar la llegada del amianto a nuestra ciudad. Los talleres Montes se edificaron en 1927 y han conservado su cubierta original hasta ahora, que es de chapa galvanizada y ondulada. El mismo material puede encontrarse todavía en los antiguos garajes Bernabéu. La uralita llega a España a través de la empresa Roviralta, que se integrará en el lobby o cártel de la uralita en 1929*. La patente del fibrocemento se inscribe en 1900 a nombre del austriaco Berthold Hatschek. En 1920 la familia suiza Schmidheiny compra la empresa que adquirió la patente y comienza la expansión del fibrocemento o uralita.
El teatro Perelló, concebido inicialmente como garajes, se edificó en 1928, probablemente con el mismo tipo de cubierta que los talleres Montes y el garaje Bernabéu. Sin embargo, ahora luce una amplia superficie de uralita, o de amianto. Esto indica que con posterioridad a 1943, fecha en la que la familia March se hizo con la firma Roviralta, y con el monopolio de la uralita,; el Teatro y cine Perelló renovó su cubiertas con el material letal, la uralita.
El amianto, la uralita, o sus mil y una formas sólo es peligroso en tres fases. La primera y más letal es la de su producción y transformación en productos de consumo (cubiertas, canalizaciones, bidones de agua o revestimientos y aislantes de paredes). La segunda fase en la que resulta peligroso es en la de su manipulación, bien para instalarlo o para retirarlo. Al perforarlo para anclarlo a una cubierta o techo de aparcamiento, se producen sus letales e invisibles partículas, altamente cancerígenas. La tercera de las fases en la que pueden activarse sus características venenosas, es la de su finalización de vida útil, en la que se degrada, fractura, o se forma una película en su superficie, que en contacto con los agentes erosivos, pueden esparcirse sus fibrilas y entrar en contacto con el medio ambiente y el ser humano. El amianto ya está prohibido en 55 países, en los que su comercialización ya es nula.
En Melilla el problema es muy serio y más extenso de lo que imaginábamos, cuando empezamos a escribir sobre el amianto o uralita. Toda la ciudad está en contacto con él. La infección en los antiguos cuarteles de Melilla es del 100% y en otras muchas obras públicas. Todo el amianto debería estar retirado desde el año 200o, fecha en la que sobrepasó su periodo de utilización y seguridad.
Notas:* Amianto, Paco Puche, ediciones Catarata.
(1) https://elalminardemelilla.com/2016/06/23/el-fin-pactado-de-talleres-montes/