Il giorno maladetto
Un año más y ya son siete, cada 23 de mayo lo dedicamos a la memoria del juez Giovanni Falcone, en el día de su asesinato, en la autovía de Palermo, junto a la salida de Capaci, hace ya 26 años. Hay algo diferente este 23 de mayo, y es que Salvatore «Totó» Riina (la bestia), el jefe de la mafia que ordenó asesinarle, murió el pasado noviembre en la cárcel en la que se encontraba preso desde 1993. Estaba condenado a 26 cadenas perpetuas. Murió en una omertá total, en un silencio absoluto en el que se sumergen los capos de la mafia, y que ya había previsto Falcone.
Italia tiene una Comisión Permanente Antimafia, como España debía tenerla Contra la Corrupción. Cuando ministros del Estado, políticos de comunidades autónomas, presidentes autonómicos, consejeros y diputados aparecen implicados e imputados por delitos de corrupción, proliferan por todos los parlamentos autonómicos, es un claro indicio de la infestación del sistema político. Algunas acciones y defenestraciones que hemos visto en las últimas semanas en la vida política española, se asemejan mucho a los modos de acción mafiosos.
Los servidores del Estado
Giovanni Falcone se definía a sí mismo como «un servidor del Estado en tierra de infieles», o sea, un defensor de la ley en el territorio del crimen y de la corrupción. A lo lardo de estos 7 años de conmemoración, hemos ido recuperando muchos nombres de servidores del Estado, como el de Pio La Torre, diputado italiano, miembro de la Comisión Antimafia, e impulsor de la Ley Bognoni-LaTorre, para la lucha del Estado contra la actividad mafiosa y la corrupción. Una de las cosas previstas por esta ley era «la incautación de todos los bienes obtenidos de manera ilícita y que no puedan justificarse por una actividad legal». Esto era algo fundamental para el Juez Falcone: no permitir que los mafiosos y los corruptos, ni sus familias, puedan disfrutar de lo obtenido de modo ilícito. La Torre murió asesinado el 30 de abril de 1982. En Italia existe a día de hoy un centro de Estudios dedicado a su memoria, pero como decía también Falcone, el asesinato es la última opción de la mafia contra un servidor de Estado, porque éste responde.
Un solo año después de la muerte de Giovanni Falcone (23 de mayo de 1992), y del también juez Paolo Borsellino (19/07/1992), Totó Riina, el jefe de la mafia que ordenó sus muertes, fue detenido y pasó el resto de sus días en prisión (24 años).
Clases de Justicia
Como ha dicho una jueza, Mercedes Alaya, se puede repetir y afirmar: «En España hay dos clases de Justicia, una para los poderosos y otra para los que no lo son». Los poderosos son una exigua minoría, el resto somos todos los demás. Esta diferencia la vemos a diario en la prensa, cuando se observa la diferencia de las penas con la que es castigado el que roba un establecimiento, o a una anciana al salir de misa y el que desfalca al Estado, vacía una Caja pública, o desvía fondos desde cuentas públicas a las personales. El primero es juzgado y condenado de modo inmediato, mientras que el segundo grupo puede esperar años la celebración del juicio y obtendrá al final, penas más leves proporcionalmente. Es fácil demostrar el robo de un pizza, o hurto de una bicicleta, pero no es tan fácil demostrar cómo y cuánto se ha saqueado un cuenta pública.
A lo dicho por la jueza Alaya, habría que decir que la Justica española está desfasada con respecto al tipo de delitos actualmente existente y que causan mayor alarma social, como son todos los relacionados con la corrupción. La Justicia española se especializó en delitos de terrorismo, pero ahora debería especializarse en delitos de tipo económico, de malversaciones, de fraudes y blanqueo de capitales. La Justicia española es procedimental y sancionadora, y la tendencia actual es la de una justicia especializada. Ya se ha visto lo que sucede cuando la misma Audiencia que juzga hurtos, robos y amenazas, tiene que enfrentarse a un caso de violencia sexual.
«Lo que sirve para iniciar un proceso, decía el juez Falcone, puede mostrarse insuficiente para formular una condena». Es necesaria la especialización porque el crimen también lo ha hecho. Los poderosos, los políticos corruptos enmascaran sus patrimonios con mil y un artificios legales. En Marbella, de los 300 millones de euros desfalcados, apenas se han recuperado 3, el 1% de lo robado.
Las fórmulas de Giovanni Falcone y de los que como él lucharon por poner coto a la actividad ilícita y entregaron sus vidas en la defensa del Estado, eran sencillas. Un Ministerio Público (Fiscalía) fuerte, centralizado, y lo más independiente posible de las influencias del Poder político. Leyes especiales contra la corrupción y que vigilen las subrogaciones de los contratos del Estado, juzgados específicos y especializados en este tipo de delitos, con todo tipo de recursos a su disposición.
Como cada 23 de mayo, desde el año 2011, en El Alminar no existe otra noticia ni otro nombre que no sea el del Juez Falcone, acompañado cada año por otros nombres, como los ya mencionados, o el de Fernando Ciampi.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2017/05/23/25o-aniversario-del-asesinato-del-juez-falcone/