El garaje del infierno


 

 

                 Las cosas pueden ocultarse uno, dos, cinco, diez años, pero al final acaban estallando y saliendo a la luz. Toda la ciudad, sus infraestructuras (carretera perimetral), fuerzas de seguridad, almacenes, fronteras, dos polígonos de naves industriales, a disposición del ya descontrolado comercio atípico. El colapso de la ciudad es absoluto, completo. No hay más actividad económica que esa.
La suerte, el azar, se ha aliado una vez más con los ciudadanos de Melilla, como en el pavoroso incendio del 11 de marzo de 2007, en los almacenes de la Cooperativa Farmacéutica*. Si en aquella ocasión y en esta no ha habido que lamentar desgracias personales, se debe a la combinación del azar y de la profesionalidad de los Cuerpos de Bomberos y Policiales de la ciudad, a sus funcionarios y trabajadores. Ellos están muy por encima de lo que su labor exige, sin embargo no puede decirse lo mismo de los responsables políticos, de aquellos que deben velar porque esta cosas no ocurran.
Un incendio es algo fortuito, pero el almacenamiento a mansalva no. Lo que las dantescas imágenes del incendio del almacén de Mar Chica han dejado al descubierto es, un atiborramiento de mercancías textiles (mantas), hasta el mismo techo del local. No solo es que supere lo legalmente establecido, sin cámaras de aire ni espacio para que actúen los supuestos sistemas de detección de incendios, es que supera lo razonable y desafía a la lógica y al sentido común.
Esto solo puede ocurrir tras décadas de dejadez, de no inspeccionar absolutamente nada, porque quien debe impedir esto es quien concede las licencias comerciales, las de explotación, las de uso, o sea, la Administración Local. Hay una responsabilidad del almacenista y otra de la Administración.

                         Pasadas 10 horas de iniciado el incendio, todavía se seguía luchando contra los rescoldos, humeantes y amenazadores. Las llamas intentaban resurgir bajo la enorme masa de espuma que intentaba sofocarlas. Los Bomberos de Melilla pueden sentirse muy satisfechos de la labor que han realizado hoy, otros no. Este incendio ha puesto de manifiesto lo que está ocurriendo en la ciudad, ya no es posible mirar a otro lado. la propaganda ya no sirve, ni siquiera resulta creíble, frente a la inmensa elocuencia de las imágenes.

    Nota:http://www.elinformaldefran.com/2007/03/incendio-en-la-cooperativa-farmacutica.html

 

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Voraz incendio en El Real


 

El problema de los garajes en Melilla

           Hace ya tiempo, un colaborador alertó al Alminar del grave problema de seguridad que tiene la ciudad, con los garajes de los edificios. Lo sucedido con el incendio del almacén de medicamentos de la Cooperativa Farmacéutica de Melilla, debería haber llevado a unas autoridades responsables, a elaborar un reglamento muy riguroso sobre qué tipo de cosas no pueden almacenarse en los bajos de los edificios de viviendas.

         En aquella confidencia se nos advertía de la existencia y del agravamiento constante de este problema, el de la utilización de garajes como almacenes de productos inflamables, tóxicos e incluso peligrosos. Ocurre que El Alminar es solo un blog, y no podemos dedicarnos a hacer la labor que debería hacer el Gobierno de Melilla. Son garajes que se convierte en almacenes, sin el menor control, y sin las medidas de seguridad adecuadas, o incluso con la carencia total de ellas.

          En la mañana de hoy, 21 de mayo, la calle Mar Chica y todas las adyacentes, se empezaron a llenar de humo, altamente tóxico, provocados por el incendio en un almacén de un edificio, que también tenía acceso por la calle Vizcaya. El almacén estaba lleno de productos textiles (mantas) de tipo acrílico, que ha provocado una enorme y muy densa humareda negra y altamente tóxica.

            Prácticamente la totalidad de los efectivos del Cuerpo de Bomberos de Melilla, han intervenido en la extinción de este peligroso incendio, del que no se conocen más detalles que los recogidos al pie de calle. A las tres de la tarde, con cientos de jóvenes yendo desde los institutos cercanos a sus hogares, los bomberos llevaba ya casi dos horas en la labores de extinción, lo que da una idea de la magnitud del mismo y de la voracidad del mismo. La nube tóxica ha inundado casi la totalidad del barrio. El edificio afectado y los colindantes, fueron desalojados, así como también se cerró al tráfico la calle Mar Chica en sentido descendente.

           Esto ha ocurrido en una vía amplia, como es Mar Chica, y en donde los Bomberos de Melilla se han podido posicionar de manera adecuada. ¿Qué hubiese ocurrido si el incendio se hubiese producido en la zona peatonalizada del Barrio, en donde obstáculos absurdos, como maceteros y verjas,  impiden y dificultan el paso de vehículos de emergencias?.

            Un incendio voraz ha sacado a la luz el problema de los garajes por sí solo. Ahora ya no pueden ocultarlo más. Estas son las imágenes y el suceso. Que cada cual extraiga sus propias conclusiones, si es que hay otras.